THE OBJECTIVE
Consumo

La inflación se sienta en su mesa: hacer la comida diaria cuesta un 10% más que hace un año

La rúbrica de alimentos y bebidas no alcohólicas, en su conjunto, escala un 4,8% y la electricidad golpea el bolsillo de las familias con un incremento del 46,4% en un año

La inflación se sienta en su mesa: hacer la comida diaria cuesta un 10% más que hace un año

Instalaciones de un supermercado. | Mercadona

La inflación subió un 6,1% en enero y el precio de los alimentos en conjunto, un 4,8% en relación al mismo mes del pasado ejercicio, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero, a tenor de los cálculos efectuados por THE OBJECTIVE a partir de varios menús-tipo, hacer la comida cada día se ha encarecido por encima del 10% desde enero de 2021. Sobre todo si se tira de electricidad para cocinarla, ya que este componente ha subido un 46,4% en un año.

El aceite de oliva es un 30,1% más caro que en enero de 2021; la pasta, un 20%; la carne de ternera, un 6%; el tomate frito en conserva cuesta un 3% más, el pescado fresco, un 5,9%; la fruta, un 8,8%; y el café es un 5% más costoso. Pues bien, ahí está un menú que, en media lineal, se encarece un 10,5%. A su mesa se sienta la inflación con forma de unos espaguetis a la boloñesa con un segundo de pescado a la plancha. Sin patatas… que han subido un 2,8%.

Si sustituye el café por un té subirá ligeramente la media lineal: según el INE estas preciadas hojas cuestan un 6,6% más que hace un año. Y todo esto sin encender la cocina, ya que si se introduce en la media ese almuerzo ha subido un 14,5%.

Se puede hacer la objeción de que estos ingredientes no participan en iguales cantidades en la preparación de esa comida. Por eso se ha repetido la misma operación con distintos menús para atestiguar una tendencia.

Los aceites suben más del 30%

Un arroz (+8%) con verduras (+0,3%) con algún tropezón de jamón o bacon (1,1%) rehogadas con un aceite que no sea de oliva (+37,9%), con un segundo plato de pollo asado (+6,9%) con patatas (+2,8%) y un flan casero representa una subida en media lineal (sin ponderar por la participación de los ingredientes en el plato) de un 8,8%.

Será irrelevante si el flan se prepara con leche entera o desnatada porque ambas han subido lo mismo, un 6,6%. Añadiendo el factor de que hay que encender la cocina y quizás se apueste por usar el lavavajillas después, se eleva el encarecimiento al 12%.

La electricidad distorsiona la media ponderada

Cierto es que el INE publica la ponderación de cada uno de los alimentos en la cesta de la compra y el promedio se puede realizar a partir de esos pesos relativos que Estadística atribuye a cada producto. Efectuadas las operaciones, con factor electricidad incluido, se registran aumentos del 30% para algunos menús-tipo, al distorsionar este elemento la media ponderada, si bien se atempera la subida reflejada por la media lineal eliminando este elemento y las subidas rondan el 8%.

Además, las ponderaciones del INE se refieren al total de productos cuyos precios monitoriza, sin hacerse pública una ponderación específica sobre el componente Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, que luce una subida anual del 4,8%. Ese incremento esconde desde fuertes subidas superiores al 30%, como la del aceite de oliva, a otras inapreciables, como la del 0,4% del azúcar.

Pero, ¿cuánto es en euros?

La pregunta obligada es «pero, esto... ¿cuánto me cuesta en euros?». Y la respuesta no es fácil. Depende del consumo alimenticio de cada familia y su perfil de dieta. De hecho, los veganos están de suerte: la subida de las verduras frescas (0,3%) atenúa el alza de su factura de la frutería (+8,8%).

Además, existe una notable variación de los precios entre establecimientos, imposibles de recabar sin un despliegue de medios como el que puede realizar el Instituto Nacional de Estadística. El INE hace sus prospecciones a partir de datos continuos de cada punto de venta, comercio, mercado, gran superficie, lonja o tienda. Algo a lo que dedica una periodicidad mensual antes de tratar los distintos valores obtenidos.

Pero aunque el consumidor pudiera conocer las alzas de cada alimento, el punto de venta más económico y su variación en euros, sería materialmente imposible adquirir todos y cada uno de los productos de su cesta de la compra en el lugar que ofrece el mejor precio.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D