Las inmobiliarias temen que la guerra agudice la caída de la demanda rusa de vivienda
El real estate español de alta gama ha sido uno de los valores refugio de los inversores rusos con un poder adquisitivo muy elevado
Pocos sectores van a ser ajenos totalmente a la guerra, tampoco el inmobiliario. El real estate teme que se produzca la parálisis de nuevas inversiones y que la situación agudice la caída de compra de viviendas por parte de ciudadanos rusos en España. Fuentes del sector inmobiliario aseguran a THE OBJECTIVE que han perdido la esperanza de recuperar la inversión del mercado ruso, a la baja durante los últimos años, especialmente desde 2014 con la invasión de Crimea, y también tras la pandemia.
«El mercado da por descontado que las compras de vivienda por parte de ciudadanos rusos prácticamente desaparecerán, aunque su impacto se limitará a las zonas preferidas de los rusos (principalmente la costa alicantina y Costa del Sol)», asegura Francisco Iñareta, portavoz de idealista.com.
De momento, el impacto está siendo pequeño porque el cliente ruso tiene muy baja exposición en el mercado español. «Principalmente, el comprador ruso está presente en los mercados turísticos, tanto de la costa como de las grandes capitales. Suele comprar pocos inmuebles, pero son de importe elevado. Por eso, el impacto del conflicto se notará más en aquellos mercados expuestos al comprador extranjero»,explica por su parte el director de estudios de pisos.com, Ferran Font.
Poco peso de ciudadanos rusos
Los datos globales indican que, de las 565.000 viviendas vendidas en 2021, tan sólo 1.300 fueron adquiridas por ciudadanos rusos, apenas un 0,23% del mercado total. De las 61.000 viviendas compradas por extranjeros en el mismo período, los rusos sólo representan el 2,1%. Menor es todavía el peso de los ucranianos, que compraron 700 propiedades en todo el 2021.
En cuanto a las zonas preferidas por los rusos, debe distinguirse entre primeras y segundas residencias. Para primeras viviendas el comprador ruso elige zonas premium de las grandes ciudades, según apuntan desde la boutique inmobiliaria de lujo Living. Son casas y áticos de altas prestaciones. La segunda residencia adquirida por ciudadanos rusos se sitúa en las zonas de costa, como la Costa Brava o la Costa del Sol, y en Baleares. Las propiedades más cotizadas son las fincas exclusivas con vistas al mar, el atributo más valorado.
Caída paulatina
Desde donpiso, una de las redes inmobiliarias más grandes de España, hacen un análisis cauteloso de la situación. Consideran que todavía existen muchas incógnitas por despejar, entre otras cosas, cuánto puede llegar a durar el conflicto. Desde una importante inmobiliaria valenciana destacan a este diario que Rusia llegó a ser el primer destino extranjero en compraventa de viviendas en la Comunitat Valenciana, pero en los últimos años su peso real en la compra de inmuebles en la región se había resentido paulatinamente.
«Se siguió desplomando con la pandemia y tememos que las compras desaparezcan totalmente con la guerra», aseguran. Además, recuerda este profesional que se trata de compradores de viviendas de alto precio, muchas en el segmento del lujo. En este sentido, Emiliano Bermúdez señala que «estamos yendo a la línea de flotación del comprador ruso de vivienda. De ahí que sea el segmento del lujo el que pudiera acabar perdiendo a uno de sus mejores clientes».
El experto entra en materia y pronostica efectos negativos si las sanciones aumentan. «Si al final los ciudadanos rusos tienen dificultades para conseguir residencia en países de la Unión Europea a raíz de las sanciones y otro tipo de acciones, y ya no digamos para el movimiento de capitales, lógicamente puede haber un rebote negativo». Es necesario recordar que el real estate español de alta gama ha sido uno de los valores refugio de los inversores rusos con un poder adquisitivo muy elevado, especialmente en zonas del litoral español como la Costa del Sol.
Los efectos de la guerra en el sector
Si bien 2022 apuntaba a ser un año de estabilización, con una ligera tendencia al alza en el nivel de precios, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha despertado todas las alarmas en el tablero internacional. «Este ascenso de la inflación conllevará una subida automática de las rentas de alquiler que pagan la mayoría de inquilinos y muy posiblemente tenga también efecto en los alquileres que salgan al mercado, ya que tenderán a adaptarse a esos nuevos precios de mercado», explican desde idealista.
Desde el sector de la construcción apuntan también a una elevación significativa de los costes, lo que encarecerá la vivienda nueva y la obra pública.
No obstante, algunos expertos señalan un posible efecto positivo en la inversión internacional. Es posible que esa inversión se enfríe durante los próximos meses pero «es probable que a medio plazo España pueda convertirse en un polo de atracción para familias centro europeas que por prudencia quieran alejarse de posibles focos bélicos».