El Banco de España advierte de que el empleo se estancará si las plantillas no se sacrifican
De Cos recomienda que las alzas salariales se vinculen al IPC subyacente y que la renuncia de empresarios a los márgenes sea verificable
El empleo se estancará en 2024 si, durante la vigente fase de fuerte inflación, empresas y trabajadores no asumen sacrificios en sus ganancias pese al voluminoso aumento de los precios. Es la conclusión del discurso pronunciado este martes por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el 50º aniversario de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Sevilla, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Según el modelo trimestral del Banco de España (MTBE), que estima los efectos de las políticas en las variables macroeconómicas, si las empresas -en vez de renunciar a su volumen de márgenes- trasladan toda el alza de sus costes intermedios a los precios y, simultáneamente, los salarios subieran de acuerdo a la inflación, «el impacto negativo acumulado sobre la actividad y el empleo […] podría ser de aproximadamente 1,5 puntos porcentuales en 2024», en relación a las últimas previsiones del supervisor.
Dado que el organismo que dirige De Cos proyectaba este mismo mes un alza del empleo del 1,6% para 2024, ésta quedaría en un inapreciable 0,1%, lo que supone un estancamiento. Además, ese impacto negativo previsto por el MTBE dejaría el crecimiento de la actividad proyectado en el 2,5% en un exiguo 1%.
Un pacto de rentas de todos los agentes
Por ello, De Cos llamó la atención en su discurso a que los sueldos no se actualicen de manera general con la inflación para evitar la temida espiral de salarios y precios. También sugirió a los empresarios que soporten el alza de sus costes en los márgenes para evitar trasladar la totalidad del alza del IPC al consumidor.
En su alocución, titulada Un Pacto de Rentas en España: Por Qué y Para Qué, el gobernador alude a la necesidad de que se aborde un reparto de los costes de la crisis entre todos los agentes. Además, insta a que las políticas que se diseñen eviten medidas generales y a que se eluda un impulso fiscal, así como un uso generalizado de cláusulas de indexación (con el IPC) en las partidas de gasto.
Según cálculos del supervisor a partir de la EBAE (Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial), el 82% de las empresas experimentaron un aumento de sus costes en el primer trimestre. Un 40% de las compañías han elevado los precios de sus productos, y el 60% restante ha asumido en sus márgenes todo o parte del aumento de costes.
Reconoce el Banco de España que el reparto de costes entre empresas y trabajadores ya se está produciendo de forma tácita. No en vano, los aumentos salariales pactados para 2022 en los convenios colectivos registrados hasta marzo, explica, se situaron en el 2,4%, incremento claramente inferior tanto al registrado por los precios de consumo -del 9,8% en marzo- como al que se espera que muestren en el conjunto del ejercicio: en torno al 7,5%.
Ayuda focalizada a los más vulnerables
La pérdida de poder adquisitivo que el supervisor reconoce que se está produciendo en los consumidores, sumada a las menores ganancias de las compañías, lleva a De Cos a proponer una actuación «granular y focalizada» a los hogares, empresas y sectores más vulnerables, siempre a través de medidas temporales que no agraven el déficit estructural que padece nuestra economía.
De hecho, manifiesta Hernández de Cos que el margen de actuación del Gobierno está constreñido por los elevados niveles de endeudamiento público y déficit público estructural que aquejan a nuestras cuentas. Para paliar esta debilidad, De Cos propone una consolidación fiscal gradual, la adopción de reformas que palien las deficiencias estructurales de la economía española con el objetivo de elevar el PIB potencial, y un recurso a los fondos europeos para apoyar las transformaciones que precisa nuestro esquema productivo.
Por otro lado, De Cos propugna que un eventual pacto de rentas contemple compromisos plurianuales concernientes a los incrementos salariales y a la protección del empleo. A su juicio, ello aportaría certidumbre a los hogares y las empresas a la hora de tomar sus decisiones de gasto e inversión. Algo especialmente necesario cuando la confianza del consumidor ha sufrido el mayor descenso de la serie histórica, es decir, desde julio de 1986.
Por tanto, el Banco de España recomienda que los compromisos referidos a los crecimientos salariales y las cláusulas de garantía deberían inspirarse en la inflación subyacente (3,5% en marzo) y no en la total (9,8% en el mismo mes), fuertemente afectada por los componentes más volátiles, como los alimentos y la energía. Considera el supervisor que cuando este tipo de prácticas han sido adoptadas en el pasado se convirtieron en herramientas útiles para sostener el empleo, mejorar la competitividad de las empresas y favorecer el crecimiento económico.
Compromisos empresariales que sean verificables
En contrapartida a este esfuerzo que recaería sobre los trabajadores, propone el Banco de España que se adopten compromisos explícitos de moderación en los márgenes empresariales para evitar la pérdida de competitividad empresarial desde ambos polos: el de los empleados y el de los empresarios. No solo pide esos compromisos explícitos de renuncia a parte de los márgenes, sino que sugiere arbitrar mecanismos que hagan verificable la moderación de las ganancias acometida por los empresarios.
En resumen, tras admitir De Cos que la guerra en Ucrania va a dañar la recuperación económica de la pandemia, demanda «un pacto de rentas en el que todos -trabajadores y empresarios- acabarán ganando a medio plazo, pero en el que todos han de asumir una pérdida a corto».
Al mismo tiempo, y correlativamente al esfuerzo de los agentes económicos, el Banco de España exige evitar el uso generalizado de cláusulas de indexación automática en las partidas de gasto público. La combinación de estas actuaciones reduciría la incertidumbre así como la persistencia y los costes del actual shock inflacionista, redundando en mayor empleo y bienestar de los ciudadanos.