El Gobierno recula y pospone la reforma fiscal prometida a Bruselas por la guerra de Ucrania
El Ejecutivo prevé en su Programa de Estabilidad enviado a Bruselas un alza de salarios públicos y pensiones «en línea» con los precios a partir de 2023
El Gobierno pospone su plan de subidas de impuestos por el contexto actual de incertidumbre por la guerra de Ucrania, y no ha incluido en su Programa de Estabilidad 2022-2025 enviado este viernes a la Comisión Europea ningún cambio fiscal, pese a que está pendiente la reforma prometida por el Ejecutivo.
Por otro lado, el Gobierno espera que los ingresos derivados de los principales impuestos sigan creciendo de manera sostenida hasta el año 2025, cuando alcanzarán la cifra de 361.260 millones de euros. En concreto, el Ejecutivo indica que los impuestos alcanzarán este año los 317.657 millones de euros, lo que conlleva un «dinámico crecimiento» del 7,4%, pero una ralentización respecto al 15,3% alcanzado en el 2021.
Para el periodo restante, el Gobierno espera una moderación del crecimiento de los impuestos, siguiendo el mismo perfil cíclico que el PIB, pero prevé unas tasas de crecimiento del 5,7%, del 4% y del 3,5% en 2023, 2024 y 2025, respectivamente, hasta alcanzar los 361.261 millones de euros en el último año del periodo.
En cuanto a la evolución de las distintas figuras tributarias, los impuestos sobre la Renta, Patrimonio y otros registrarán una tasa de crecimiento del 5,9%, 5,5% y 4,9% para 2023, 2024 y 2025, respectivamente, alcanzando, al final de la serie, el montante de 181.310 millones de euros frente a los 163.722 millones de euros de 2023.
Por figuras, la recaudación por el IRPF y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes, al igual que en el caso de los impuestos directos a nivel agregado, registrará una desaceleración del crecimiento los restantes años, siguiendo el mismo perfil cíclico de la remuneración de asalariados y del empleo.
El Impuesto de Sociedades, en cambio, experimentará un repunte de crecimiento en el 2023, para luego crecer a tasas dinámicas, pero algo más moderadas.
Asimismo, la ralentización de los impuestos indirectos será más acusada que en el caso de los directos, presentando unas tasas de variación de 5,8%, 2,5% y 2,1% para cada uno de los años analizados, hasta alcanzar los 173.998 millones de euros en 2025.
En el caso concreto del IVA, el Gobierno espera una moderación de su recaudación para los años 2023-2025 en línea con la evolución esperada del gasto en consumo final privado de 2,7%, 1,2% y 1,2%, respectivamente.
De su lado, las cotizaciones sociales registrarán un crecimiento del 3,8% en 2022 y en los ejercicios siguientes los incrementos se ajustarán a la evolución proyectada del empleo y las remuneraciones salariales en un escenario coherente con la evolución macroeconómica, y se incorpora la recaudación adicional que establece el MEI, que entra en vigor en enero de 2023.
La presión fiscal se mantendrá en el 38% del PIB
En consecuencia, las cotizaciones crecerán a partir de 2023 en un 6,3%, moderando ligeramente esta tendencia en 2024 y 2025, año en el que alcanzarán el 13,9% del PIB.
Debido a estas proyecciones, el ratio del gasto público en porcentaje del PIB se reduce de manera muy progresiva desde el 50,6% del PIB en 2021 hasta el 44,3% en 2025. En la misma línea, la presión fiscal se mantendrá estable en todo el periodo analizado (2022-2023) en el entorno del 38,2% del PIB.
Salarios públicos en línea con el IPC
El Gobierno prevé subir los salarios de los empleados públicos en línea con la evolución de los precios en el periodo 2023-2025, según recoge el Programa de Estabilidad remitido este viernes a Bruselas.
«A partir de 2023 y siguientes se prevé un incremento retributivo de los empleados públicos, así como el de las pensiones, en línea con la evolución de precios para todo el periodo contemplado», apunta el documento, que recoge las previsiones fiscales hasta 2025.
El Ejecutivo ha defendido en varias ocasiones la necesidad de moderar los salarios en el actual contexto de inflación, incluidos los de los empleados públicos, que se incrementaron en un 2% a comienzos de año.
Ahora, el documento enviado a Bruselas aboga por incorporar «una tendencia en línea con la evolución de precios prevista» a partir de 2023 y hasta 2025, unos ejercicios en los que se esperan tasas de inflación más moderadas que las actuales.
Aumenta el Presupuesto en Defensa
El documento también recoge en sus previsiones un aumento del presupuesto de defensa de dos décimas de PIB en 2023 -repartida en remuneración de asalariados, consumos intermedios e inversión- y una adicional en 2024 y 2025 -para reforzar el personal- después de que el Gobierno se comprometiera con la OTAN a alcanzar un gasto en defensa del 2% del PIB en 2030.