España es la potencia europea que tiene más empresas vulnerables, según el BCE
El 7% de las compañías españolas están en riesgo de quiebra principalmente por su pequeño tamaño, frente al 6% en Italia, el 4% en Francia y el 3% en Alemania
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. | Europa Press
España es la potencia con más empresas vulnerables de las grandes potencias europeas, según una encuesta del Banco Central Europeo (BCE) a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El porcentaje de compañías vulnerables, además, aumentó hasta el 7% en marzo, llegando hasta las aproximadamente 210.000 entidades.
El dato se refiere al último mes que cubre el estudio del BCE publicado este mes de junio, y sube frente al semestre anterior, cuando el porcentaje de empresas vulnerables españolas se situaba en el 6%.
Italia es, después de España, la siguiente economía con más empresas vulnerables de las cuatro grandes del euro, con el 6% del total de firmas locales, cuyo porcentaje de riesgo también ha subido un punto, desde el 5% del semestre anterior. Le siguen Francia con el 4% y Alemania con el 3%, según el informe Survey on the Access to Finance of Enterprises in the Euro Area, recientemente publicado por el BCE.
Una de las razones por las que en España hay más empresas susceptibles de quebrar, aparte de por la pérdida de negocio por la pandemia o su nivel de apalancamiento, es por el tamaño empresarial, ya que el 98% del tejido productivo está compuesto por pymes.
Cuestión de tamaño
El informe del BCE destaca en varias ocasiones que las empresas más pequeñas siguen siendo más vulnerables que las grandes. Mientras que, en general en la Unión Europea, el porcentaje de pymes medianas que pueden considerarse vulnerables se mantuvo en el 3%, ascendió al 5% para las pequeñas empresas y al 7% para las microempresas.
Por este motivo, organizaciones patronales como Cepyme o el Instituto de Empresa Familiar insisten al Gobierno en que adopte medidas administrativas, laborales y fiscales para que las empresas puedan ganar tamaño en nuestro país y ser más acordes con las de otras economías fuertes de la eurozona, como la alemana.
El informe del BCE se refiere a un periodo del tiempo (octubre de 2021 a marzo de 2022) en el que la invasión rusa de Ucrania el 28 de febrero desbarató todas las previsiones. Cuando la recuperación del volumen de negocios -prosigue el estudio del Banco con sede en Fráncfort- era generalizada en todos los tamaños de empresa, aunque más rápida en las de mayor tamaño, se constata que «solo entre las microempresas hubo un porcentaje neto que señaló un menor volumen de negocio en los últimos seis meses».
Buena recuperación de la pandemia
De hecho, el estudio del BCE destaca que la actividad empresarial capeó relativamente bien la recuperación pospandemia, dentro de las circunstancias de restricciones de contacto social, pero que el aumento de los costes -recientemente exacerbado- ha acabado pesando sobre los beneficios de las empresas, «con importantes diferencias entre los distintos tamaños de compañía».
Mientras que un porcentaje neto positivo de las grandes empresas siguió registrando aumentos de beneficios del 15%, las pymes -mayoritarias en España- informaron de un deterioro de los beneficios en términos netos de un calibre similar pero a la baja, del -15%.
Aumentos de los costes laborales
Pese a que el estudio del BCE evidencia que las empresas de los mayores países de la zona euro mostraron una recuperación muy similar del volumen de negocio tras la pandemia, los aumentos de los costes laborales y otros costes fijos actualmente vigentes hicieron que el grueso de las compañías registrara descenso de beneficios, siendo las empresas españolas e italianas las más perjudicadas, con caídas del 12% para ambas, frente al -4% para el conjunto de la zona euro.
Por eso es tan importante la aspiración de las patronales que reiteradamente trasladan al Gobierno la necesidad de facilitar medidas que aumenten el tamaño de las empresas y que desincentiven que un mismo empresario gestione a su cargo dos compañías de 50 trabajadores en vez de una de cien. Porque, además, esta atomización del tejido productivo afecta al empleo, como sostiene el BCE en su reciente informe: la recuperación del empleo es más fuerte en las empresas más grandes, mientras que las micropymes siguen informando de una reducción real de empleados.
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