La filial española de Ernst & Young, a un paso del banquillo por apropiación ilegal de secretos
Un Juzgado de Barcelona procesa también a varios empleados que ficharon por EY para crear un negocio idéntico al que desarrollaban en su anterior empresa
La filial española de Ernst & Young (EY) se encuentra a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados. El Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona ha dictado un auto de transformación a procedimiento abreviado, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, en un caso en el que se investiga a EY y varios de sus trabajadores por presuntos delitos relacionados con la apropiación ilícita y revelación de secretos empresariales. Una decisión que, según fuentes de EY consultadas por este diario, ha sido recurrida por la multinacional para intentar evitar ir a juicio.
Los hechos fueron denunciados hace cuatro años por KLB, consultora experta en optimización de costes para empresas. Esa mercantil creó en 2011 una Unidad de Negocio Tax & Finances Services (TFS) para las compañías que formaban parte de su fondo de negocio. Los principales responsables que trabajaban en esa unidad de KLB ficharon por la filial de Ernst & Young en Barcelona a principios de 2018, llevándose consigo «el fondo de comercio de KLB, el know how y la cartera de clientes con todos los datos reservados», según el auto de la juez María Isabel Hernando, fechado el 29 de junio, en el que solicita a la Fiscalía y a KLB que formulen su escrito de acusaciones.
Tras analizar los exhaustivos registros efectuados por la UDEF en la sede de EY en Barcelona y en los domicilios de varios de los procesados por este caso, además de las testificales practicadas durante la instrucción, la juez concluye que existen indicios suficientes de que los antiguos trabajadores de KLB «orquestaron» un plan, junto a EY y uno de los socios de la multinacional, para «la apropiación del fondo de comercio» de esa empresa. También se llevaron de sus servidores «información confidencial relativa a las ventajas, rentabilidad económica, contratos con clientes e información de las empresas, facturación, datos financieros y contables», según el auto de la juez.
Una información confidencial que, según la magistrada, «descubrieron en beneficio propio a EY, compañía competidora donde crearon una unidad de negocio idéntica y ofrecieron los mismos servicios a clientes pero a través de EY, que hasta entonces no tenía este servicio en Barcelona, aprovechándose EY del trasvase de información de KLB». Todos ellos, según el relato de hechos efectuado por la titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona, fueron contratados por Ernst & Young a principios de 2018 con un salario superior al que percibían en KLB.
La UDEF registró los servidores de Ernst & Young
La decisión de la juez se sustenta fundamentalmente en los análisis de los dispositivos intervenidos por la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF) de la Policía Nacional en la sede de EY en la capital catalana y en los domicilios de muchos de los extrabajadores de KLB que fueron contratados por la filial española de la multinacional. Todos ellos tuvieron lugar el 17 de diciembre de 2018, según los informes policiales de la causa, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Los investigadores estuvieron durante más de 12 horas analizando los servidores centrales de la oficina de EY en Barcelona y los correos electrónicos y dispositivos de los extrabajadores de KLB. Del análisis de las pruebas obtenidas durante los registros, la UDEF concluyó que el exdirector de la unidad de TFS de KLB, «desde tiempo antes de su cese voluntario» como trabajador de la consultora «había iniciado contactos con EY con el objetivo, no solo de llevar a cabo su contratación por parte de esta empresa, sino también de los demás componentes del Departamento TFS de KLB en Barcelona que él dirigía».
«La gran cantidad de documentos de KLB encontrados en el servidor de EY (530 elementos que se tratan de archivos y carpetas propias de KLB y otras que contienen las siglas KLB), evidencian el trasvase de información de KLB a EY», indica la juez en su auto. En el escrito, la magistrada menciona también otra serie de documentos y ficheros encontrados en los correos electrónicos intercambiados por dos de los extrabajadores de KLB contratados por EY que demostrarían la posible comisión de delitos de «descubrimiento y apropiación» de secretos empresariales.
Indicios que se vieron reforzados con «las declaraciones de algunas de las empresas que abandonaron KLB y que declararon que algunos de los exempleados de KLB pudieron ser determinantes para optar por el cambio de consultoría». Tales hechos, según la juez, podrían ser constitutivos de un delito relativo al mercado de los artículos 278 al 280 del Código Penal,entre los que se encuentran el descubrimiento, la apropiación, difusión o revelación de secretos empresariales.
La magistrada señala que las testificales y pruebas periciales aportadas por los imputados «corroborarían la versión de las defensas de que la mayor parte de la documental intervenida en los ordenadores no se habría obtenido de KLB sino de los clientes, que los investigados no habrían usado información a la que únicamente tenían acceso de KLB, sino que la información habría sido facilitada por los clientes únicos titulares de la misma».
Pese a los argumentos de las defensas, la Fiscalía se había mostrado a favor de continuar con el caso. «Como se ha explicado, existen indicios bastantes para continuar adelante con el procedimiento abreviado (….) Los indicios son suficientes para dictar el auto de procedimiento abreviado», indica la juez en su auto del pasado 29 de junio. Fuentes de Ernst & Young han asegurado a este diario que el pasado 11 de julio presentaron un recurso de reforma contra la decisión de la juez y esperan que finalmente el caso no llegue a juicio.