Los expertos reclaman bajar el IRPF en vez de subir los salarios para contrarrestar la inflación
La inflación ya registra efectos de segunda ronda que aconsejan una recuperación del poder adquisitivo vía menor imposición directa en vez de vía rentas
La subida al 6,4% de la inflación subyacente -la que no depende de los elementos más volátiles de la cesta de la compra-, su nivel más alto desde enero de 1993, significa -según los expertos consultados por THE OBJECTIVE– que en la economía española ya se están registrando efectos de segunda ronda. Es decir, que las alzas de precios coyunturales de alimentos y energía sufridas en los últimos meses se han trasladado al conjunto de precios de otros bienes que soporta el consumidor final.
Ante tal tesitura, los economistas consultados por este diario reclaman del Gabinete Económico de Pedro Sánchez que aborde o bien la deflactación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) -es decir, la adaptación al actual poder adquisitivo de los umbrales y tramos sobre los que giran los tipos impositivos- o bien bajadas de impuestos directos.
En este sentido se pronuncia el profesor del Centro de Estudios Financieros (CEF) Juan Fernando Robles, quien aduce que para suavizar el efecto de la alta inflación, especialmente en el caso de las rentas más bajas, es preciso reducir la imposición directa de modo que se libere renta hacia los contribuyentes con menos ingresos.
Menor impacto del IRPF
Por otra parte, Robles añade que para evitar la espiral inflacionaria que los datos están reflejando, es preciso asumir el empobrecimiento que supone la inflación y acometer esas bajadas de la carga fiscal directa en vez de abordar políticas de recuperación del poder adquisitivo vía incremento de rentas, como pretende la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en su voluntad de acelerar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Argumenta Robles que las subidas salariales nunca alcanzarán a la inflación, generando sin embargo un mayor deterioro económico. Y recalca el profesor de Finanzas que el hecho de que la inflación subyacente haya subido mientras que el IPC general se modera ligeramente significa que ya se están produciendo de forma acelerada los efectos de segunda ronda, trasladándose la inflación a los productos elaborados, lo que implica que los altos precios se mantendrán altos en el medio plazo aunque los motivos estacionales remitan.
En la misma línea que Robles, el economista Javier Santacruz aboga por una merma de la carga fiscal vía deflactación del IRPF, ya que según la evidencia empírica un hito como el actual se convierte «en el peor momento para alimentar la espiral salarios-precios».
No en vano, como explica el director de Estrategia de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, la inflación salarial del sector servicios se traduce en un componente importantísimo del IPC subyacente, lo cual redunda en el aviso de Robles y Santacruz en virtud del cual recomiendan que la recuperación del poder adquisitivo de las familias se aborde vía minoración del IRPF en vez de vía rentas.
Aumento superior entre origen y destino
Santacruz desgrana que el dato récord de la inflación subyacente es un reflejo atrasado -con un retardo de unos tres meses- y es la muestra más clara de que la inflación ya es generalizada y no se corrige con una bajada de los precios energéticos.
El presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, Antonio Pedraza, explica a este diario que la bajada del IPC general en cuatro décimas, al 10,4%, coexistente con el alza de tres décimas de la subyacente, al 6,4%, reflejada en el dato provisional de agosto publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que se están trasladando con mucha virulencia los aumentos de precios entre origen y destino, algo que ha alimentado aún más la sequía.
Añade Pedraza que el aumento de la subyacente es preocupante porque se torna en una inflación estructural. Y Alvargonzález, en consonancia con la recesión que prevé Pedraza y sobre la que viene alertando este diario y varias instituciones de predicción económica, llama la atención sobre el hecho de que esta traslación de las subidas de precios volátiles al componente subyacente dificultará el margen de maniobra de los empresarios para redefinir sus precios, ante el temor de no dar salida a su producción.
Inflación media por encima del 8%
Según el consenso de los expertos consultados, la inflación media de este año se situará en el entorno del 8% o incluso por encima, aunque creen que amainará durante 2023 a una horquilla de entre el 3,5 y el 4,5%.
La solicitud de los expertos de tratar de impedir que una espiral de salarios y precios mantenga la inflación alta durante más tiempo coincide con el análisis que este martes hizo la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, según el cual recomienda moderación salarial y de beneficios empresariales, base de su batalla argumental contra la magnitud del aumento del SMI que propugna la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
Según el grueso de los economistas consultados, la deflactación del IRPF constituye una media antiinflacionista por encima de otras abordadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, como la rebaja de los precios energéticos o la creación de nuevas exacciones recaudatorias selectivas a sectores como las entidades bancarias y energéticas.