El déficit público baja más de un 45% en la primera mitad de 2022
La recaudación tributaria permitió cerrar junio en 29.643 millones de euros, un 2,27% del PIB, lejos de la referencia del 5% para todo el ejercicio
La recaudación tributaria permitió cerrar junio en 29.643 millones de euros, un 2,27% del PIB, lejos de la referencia del 5% para todo el ejercicio
La buena marcha de la recaudación tributaria permitió reducir un 45,4 % el déficit público en la primera mitad del año, hasta cerrar junio en 29.643 millones de euros, un 2,27 % del PIB, lejos de la referencia del 5 % para todo el ejercicio.
El Ministerio de Hacienda ha publicado este lunes los datos de ejecución presupuestaria del conjunto de las Administraciones públicas -salvo las corporaciones locales-, que muestran una corrección del déficit derivado de unos ingresos disparados (crecen un 12,7 %) frente a un pequeño repunte del gasto (1,3 %).
Del conjunto de los ingresos, destaca la subida del 16,5 % de la recaudación tributaria, mientras que los procedentes de cotizaciones sociales avanzaron un 5,1 %.
La administración central redujo su déficit un 43,5 % en el primer semestre, hasta los 21.993 millones (sin ayudas a la banca), mientras que la Seguridad Social logró un superávit de 913 millones, frente al déficit de 2021, gracias al menor impacto de la pandemia en sus cuentas.
Por lo que respecta a las comunidades autónomas, aumentaron su déficit en un 5,9 %, hasta los 8.168 millones, debido al efecto contable de los anticipos recibidos en el ejercicio 2021 y a pesar de que la recaudación creció un 10,7 %.
Solo tres comunidades autónomas cerraron junio con superávit – Andalucía, La Rioja y Asturias-, mientras que el déficit más destacado se dio en Navarra (1,95 % de su PIB) y Comunidad Valenciana (1,9 %).
Si se excluye el efecto de las ayudas a la banca, el déficit público del primer semestre se sitúa en 29.248 millones, un 45,5 % menos y un 2,24 % del producto interior bruto (PIB).
El déficit del Estado hasta julio se reduce un 59%
Hacienda también ha publicado este lunes los datos de ejecución del Estado de los siete primeros meses del año, que arrojan un déficit de 21.737 millones, un 59 % inferior al del mismo periodo de 2021 y equivalente al 1,66 % del PIB.
Esta corrección se produjo gracias a que el incremento de los gastos, del 3,1 %, fue muy inferior al de los ingresos, que se dispararon un 32,5 % ante la elevada recaudación tributaria, así como a la favorable liquidación del sistema de financiación autonómica y local de 2020, 11.400 millones superior a la de 2021, y una transferencia del SEPE por formación profesional.
El repunte de los gastos entre enero y julio obedece a las mayores transferencias a las comunidades autónomas (para compensar el cambio del sistema de gestión de IVA de 2017 y la pérdida de recursos de la liquidación de 2020) y a la Seguridad Social.
Además, crecieron con intensidad los gastos intermedios (28,1 %), intereses de la deuda (17,1 %) e inversiones (21,5 %), así como, en menor medida, de remuneración de asalariados (2,2 %), y el coste de la bonificación a los carburantes ascendió a 2.059 millones.
La recaudación tributaria se dispara un 23,2%
En los siete primeros meses del año, el Estado obtuvo una recaudación tributaria de 115.336 millones, un 23,2 % más, con importantes avances en todas las principales figuras.
El IRPF ingresó un 44,9 % más, debido principalmente al efecto del primer plazo de la campaña de la renta de 2021, que la Agencia Tributaria achaca, entre otros factores, a la subida de tipos para las bases del ahorro y la modificación de los límites deducibles en las aportaciones a planes de pensiones.
La recaudación por IVA aumentó un 19,7 % a pesar de la bajada del IVA de la electricidad y la del impuesto de sociedades, un 11,3 %.
Fuente: EFE