Lo que esconde la reforma laboral de Yolanda Díaz: los contratos fijos discontinuos se multiplican por 12 hasta agosto
De los que 4,5 millones de contratos indefinidos firmados hasta el octavo mes del año, más del 30% han sido fijos discontinuos
De los que 4,5 millones de contratos indefinidos firmados hasta el octavo mes del año, más del 30% han sido fijos discontinuos
El Gobierno de Pedro Sánchez, con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a la cabeza, lleva cacareando las bondades de la reforma laboral desde su aprobación, particularmente el aumento de los contratos indefinidos. Sin embargo, los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) publicados este lunes revelan que una parte significativa de esta subida se debe a los llamados contratos fijos discontinuos, que se han multiplicado por 12 solo entre enero y agosto. Una fórmula donde muchos ven una continuidad encubierta de la temporalidad.
En concreto, los fijos discontinuos alcanzaron los 1,39 millones entre enero y agosto, frente a los 113.682 firmados en el mismo periodo del año pasado. Sólo en el mes de agosto se rubricaron 170.047 contratos de este tipo, muy por encima de los 16.717 que se suscribieron a cierre de 2021 y los 14.969 de agosto de 2021.
Dicho de otra forma: de los que 4,5 millones de contratos indefinidos firmados hasta el octavo mes del año, más del 30% han sido fijos discontinuos.
Los fijos discontinuos suscritos en los ocho primeros meses del año fueron realizados en su mayoría a hombres (798.560) frente a los 589.056 de las mujeres. Por edad, la cohorte donde más se firmaron es la de entre 20 y 24 años, con 254.254 contratos, tramo a partir del cual va disminuyendo paulatinamente. Teniendo en cuenta el nivel de estudios, prevalecen aquellos con educación primaria (503.623) o secundaria (641.505).
Trabajo admite que quedan «bolsas» de temporalidad
Tanto es así que el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, reconoció en la rueda de prensa de presentación de los datos de paro y contratación que aún quedan «bolsas» de temporalidad en actividades como la educación, comercio y construcción. Pérez Rey admitió que «la reforma laboral no había podido desplegar de manera completa sus efectos» en estos tres sectores.
En este sentido, hay otro dato muy revelador, y es que la duración media de los contratos suscritos entre enero y agosto, que tiene en cuenta todas las tipologías indefinidas y temporales, fue menor en los ocho primeros meses de este año que en el anterior: se situó en los 49 días en 2022, frente a los 52,9 días de 2021.
No obstante, Pérez Rey aseguró que el Gobierno «seguirá con ese viaje saludable hacia la estabilidad en el empleo» y, junto a la Inspección de Trabajo, realizará «un monitoreo» para evitar que se pueda reproducir «una pauta de temporalidad irregular».