Iberia le saca los colores a siete ministros con la mascarilla obligatoria en los aviones
«Deberíamos quitarnos las mascarillas porque ya afecta al turismo y al negocio» ha criticado el director corporativo de la compañía, Juan Cierco
El hecho de que España sea el único país de la Unión Europea donde la mascarilla sigue siendo obligatoria en ciertas circunstancias empieza a provocar cada vez más críticas, sobre todo en el sector del transporte de pasajeros. El director corporativo de Iberia, Juan Cierco, ha aprovechado este lunes un foro en el que estaban presentes hasta siete ministros del Gobierno para pedir la eliminación de la mascarilla a bordo de los aviones porque no tiene «ningún sentido». «Los clientes nos piden que presionemos al Gobierno para pedir que la mascarilla no sea obligatoria dentro de los vuelos», ha asegurado.
«Una de las preocupaciones en el sector de las aerolíneas es que no tiene mucho sentido ponerse la mascarilla. Somos el único país del mundo, además de China y alguno más, que mantiene esta normativa», ha criticado en un desayuno organizado por Europa Press. «Aquí estamos con siete ministros, ninguno lleva la mascarilla y que nos subamos a un avión cualquiera desde, para y en España y nos obliguen a ponernos una no tiene sentido», ha sentenciado.
En este sentido, el alto directivo de Iberia ha asegurado que no pone en duda ningún criterio científico, pero también ha afirmado que no entiende dicha decisión por lo acontecido en otros países y las medidas puestas en marcha en la aerolínea. «Tenemos filtros y aire que se regenera», ha apuntado, señalando que la normativa «afecta al turismo» porque los pasajeros internacionales ya optan por viajar con otras compañías o hacerlo a otros destinos.
«Deberíamos quitarnos las mascarillas porque ya afecta al turismo y al negocio. Muchos pasajeros internacionales nos dicen que prefieren volar a otros destinos o con otras aerolíneas, porque 10 horas con la mascarilla a bordo, cuando ya no es necesario ni imprescindible por razones de salud, no tiene ningún sentido», ha concluido Cierco.
Más impuestos y billetes más caros
Por otro lado, Cierco ha admitido que los impuestos a la aviación por volar o usar queroseno provocarán un aumento del precio en los billetes de los clientes y que la aplicación de estos gravámenes puede no servir para reducir las emisiones de CO2.
Así lo ha manifestado en la mesa redonda ‘Retos del turismo en el ESG» del I Foro de Turismo organizado por Europa Press, en la que ha pedido la colaboración del Gobierno y la Unión Europea para invertir en la producción del combustible de aviación sostenible (SAF), ya que «hay pocas fábricas» en Europa. Entre las soluciones para reducir las emisiones, ha señalado que es necesario «mejorar en la intermodalidad», porque España tiene una de las mejores redes de tren de alta velocidad del mundo y las mejores terminales aeroportuarias como la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
En este sentido, ha destacado que el AVE tiene que llegar a la T4, lo que «supondría un ahorro del 20% en las emisiones». Así, ve en los fondos europeos una opción para invertir en el ahorro. Además, la parte hotelera ha estado representada por Meliá International Hotels, en concreto, por su vicepresidenta de responsabilidad corporativa de Meliá Hotels, Lourdes Ripoll. En materia de sostenibilidad, Ripoll ha destacado que además de estar enfocados en la parte medioambiental, las compañías deben fijarse más en la parte social y de gobernanza.
También ha destacado que es «importante» que existan canales de comunicación sobre la sostenibilidad, pero que informen con rigor, coherencia y trazabiidad sobre el papel de la empresa en la aplicación de sus criterios ESG, para que el cliente sea consciente de ello. En la aplicación de estos criterios en los hoteles, Ripoll ve una «oportunidad» en el área del sudeste asiático o Tanzania, ya que hay posibilidad de integrarlos desde el inicio con la construcción de establecimientos hoteleros nuevos.
En relación a la reputación, la socia de Sostenibilidad de KPMG en Cataluña, Patricia Reverter, ha confirmado que los turistas, «más informados y más sostenibles», tendrán un impacto en este ámbito, porque «no cumplir con las expectativas puede dañar la confianza de los clientes y, en consecuencia, la perdida de ellos mismos».