El FMI pide a España un ajuste fiscal en 2023 ante el aumento «débil» del PIB y la alta deuda
El organismo considera necesario un ajuste de 0,6 puntos porcentuales por año desde 2024 para que España logre una posición fiscal casi equilibrada para 2030
Golpe del Fondo Monetario Internacional a los planes presupuestarios del Gobierno. Tan solo un día después de que la Comisión Europea diera el visto bueno a las cuentas españolas, los técnicos de este organismo que vela por la estabilidad financiera global han asegurado que la deuda pública sigue del país siendo elevada y se necesita un esfuerzo «sostenido» de consolidación. De esta manera, piden al Ejecutivo de Pedro Sánchez que emprenda una consolidación fiscal estructural de entre 0,25 y 0,5 puntos del producto interior bruto (PIB) ya en 2023, que deberá continuar en los años venideros a un ritmo aún mayor, del 0,6%.
Estas son las principales recomendaciones del FMI en su revisión anual de la economía española, conocida como ‘Artículo IV’, en la que también concluyen que el crecimiento del PIB del país será «relativamente débil» en los próximos trimestres. En concreto, el FMI ha revisado al 4,6% el crecimiento esperado para 2022 mientras que, para 2023, la previsión ha quedado situada sin cambios en el 1,2%, al igual que la OCDE. De esta forma, España no recuperará su nivel económico previo a la pandemia hasta comienzos de 2024.
Esta situación implica, según el organismo, que a nivel fiscal la deuda pública sigue siendo elevada y se necesita un esfuerzo «sostenido» de consolidación. Así, aunque la respuesta del Gobierno fue «muy eficaz» para contener los efectos de la pandemia, también fue costosa al elevar la proporción deuda/PIB hasta el 118%. En este sentido, la consolidación de déficit primario de 0,3 puntos porcentuales previstas en el plan presupuestario provisional para 2023 es «apropiado» para el FMI, aunque ha alertado de que su ejecución está sujeta a que los ingresos sean sólidos y haya un menor gasto en medidas energéticas.
El FMI considera necesario un ajuste de 0,6 puntos porcentuales por año desde 2024 para que España logre una posición fiscal casi equilibrada para 2030. Respecto a las pensiones, el FMI considera que son necesarias «medidas adicionales» para contrarrestar el aumento del gasto futuro derivado de su indexación a la inflación. Para 2050, la consecuencia de esta medida es elevar el gasto en pensiones en un 3,25% del PIB.
El organismo ha alertado de que «solo una parte» de este incremento estaría compensada por otras medidas adoptadas en la primera etapa de la reforma. Además, las medidas adoptadas en 2022 como la reforma del sistema de cotización para autónomos «podrían tener un efecto financiero positivo», pero esto depende de su diseño.
Falta de información sobre fondos europeos
Por otro lado, el Fondo ha determinado que el uso de fondos europeos «está acelerándose» y eso es algo positivo para España, pero también ha criticado que existe una «falta de información sistemática e integral sobre la ejecución, incluyendo aquella en términos de contabilidad nacional». En este sentido, critican que la forma de actuar del Gobierno hace difícil evaluar si los recursos públicos están llegando a la economía real.
Eso sí, el organismo multilateral considera que la actividad económica «debería repuntar en el transcurso de 2023» gracias a que se disipen los problemas de ofertas, a la recuperación de los servicios con contacto intensivo y a la aceleración de inversiones del Plan de Recuperación. En cualquier caso, el organismo ha alertado de que las perspectivas «están sujetas a gran incertidumbre y los riesgos en su mayoría se inclinan a la baja». Los principales riesgos son energéticos por los precios de la electricidad o el gas natural, pero el FMI también ha señalado a una desaceleración más brusca de lo previsto de la economía mundial o a un endurecimiento más pronunciado de las condiciones financieras como consecuencia de la subida de tipos de interés del BCE.
Entre las conclusiones del FMI también se incluye un aviso de que los niveles y tasas de crecimiento de productividad en el trabajo en España han sido inferiores en los últimos años a las economías semejantes. El FMI considera que esto se debe a factores transversales como la prevalencia de las pymes, la elevada incidencia del empleo temporal y desajustes de aptitudes en el mercado laboral.
En este sentido, el FMI ha valorado positivamente la reforma del sistema de formación profesional, así como la Ley de startups y la Ley crea y crece. Además, ha indicado que hacen falta «mayores esfuerzos» para abordar el «elevado número» de umbrales regulatorios asociados al tamaño de las empresas y las diferencias de regulación entre regiones.