Microsoft invierte «miles de millones» en OpenAI, dueño de ChatGPT
La compañía invirtió 1.000 millones de dólares en 2019 en OpenAI, que necesita la financiación y el poder de la computación en la nube del gigante americano
El gigante tecnológico estadounidense Microsoft ha confirmado este lunes una inversión multianual «de miles de millones de dólares» correspondiente a la tercera fase de su asociación a largo plazo con OpenAI para acelerar los avances en Inteligencia Artificial (IA) y garantizar que estos beneficios se compartan ampliamente con el mundo, según ha anunciado la multinacional.
Este acuerdo sigue las inversiones anteriores en 2019 y 2021 y extiende la colaboración entre ambas empresas a través de la investigación y la supercomputación de IA, permitiendo a cada una comercializar de forma independiente las tecnologías de IA avanzadas resultantes.
Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares (921 millones de euros) en 2019 en OpenAI, que necesita la financiación y el poder de la computación en la nube de Microsoft para procesar grandes volúmenes de datos y ejecutar los modelos cada vez más complejos de DALL-E y ChatGPT.
«Formamos nuestra asociación con OpenAI en torno a una ambición compartida de avanzar de manera responsable en la investigación de IA de vanguardia y democratizar la IA como una nueva plataforma tecnológica», dijo Satya Nadella, presidente y consejero delegado de Microsoft.
«En esta próxima fase de nuestra asociación, los desarrolladores y las organizaciones de todas las industrias tendrán acceso a la mejor infraestructura, modelos y cadenas de herramientas de IA con Azure para crear y ejecutar sus aplicaciones», añadió.
Según publicó la prensa estadounidense a principios de enero, la inversión de Microsoft en OpenAI alcanzaría los 10.000 millones de dólares (9.210 millones de euros), elevando la valoración de la empresa a unos 29.000 millones de dólares (26.710 millones de euros).
La semana pasada, Microsoft anunció una serie de medidas en respuesta a las condiciones macroeconómicas, incluyendo el recorte de unos 10.000 puestos de trabajo, algo menos del 5% de su plantilla, asumiendo un impacto adverso extraordinario de 1.200 millones de dólares (1.109 millones de euros) en sus cuentas del segundo trimestre fiscal, que dará a conocer el próximo 24 de enero.