El excomisario de Energía Cañete: «La prisa por la reforma energética es mi gran preocupación»
El jurista y exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha reclamado un estudio de impacto y un análisis riguroso antes de lanzar la reforma
El excomisario de Energía Miguel Arias Cañete ha alertado en la mañana de este jueves en unas jornadas en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) de la prisa con la que se está llevando a cabo la reforma energética. Una situación que le ha preocupado en exceso. «Mi gran preocupación es que la prisa es siempre mala consejera. Hay muchas presiones, eso es preocupante en un sector como el energético que requiere de análisis muy rigurosos. Al final, cada estado tiene realidades distintas. Todos los estados presentan reformas energéticas sin hablar de un estudio de impacto en cada país y sin saber cuál es la realidad energética de cada uno», sentencia Cañete.
«Con las circunstancias que estamos viviendo ahora ha entrado la prisa, pero lo que, desde luego, es fundamental es que la próxima mejora se base en los principios de mercado, consolide el mercado interior de la energía y se evite que cada estado tome distintas decisiones», ha dicho Cañete. De hecho, y sobre esto último, el excomisario asegura que se alienta desde la Unión Europea a que cada estado miembro tome luego sus propias medidas. Un escenario que crea una fragmentación del mercado.
Por otro lado, ha defendido el actual mercado energético. «A mí me gustaría enmarcar que tenemos un mercado eléctrico que da señales correctas. La UE es la potencia con más ambición climática. Es la gran economía, con los proyectos más ambiciosos. El gran objetivo ahora es la descarbonización, hay que electrificar la economía y que las renovables se desarrollen masivamente. Además, defiende que el mercado anterior no ha sido un «mercado fallido».
El excomisario ha incidido de forma continua en hacer un estudio de impacto antes de acometer la reforma. «Luego es un desastre», comenta. Además, Cañete ha subrayado la necesidad de que esa futura reforma tenga «estabilidad regulatoria». «La norma comunitaria es un paraguas de estabilidad y si no se respeta ahuyentará la inversión. La preocupación es inmensa en esta reforma».
Por último, Cañete sentencia: «Lo que está claro es que el nuevo diseño del mercado debe mantener unos precios competitivos para los consumidores y los industriales, tiene que asegurar la seguridad energética y ayudar al mismo tiempo a la descarbonización».