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Tensión entre Renfe y Grand Union: en jaque el primer contrato del ente público en Reino Unido

Fuentes internas aseguran que la relación está rota y que desde la empresa británica buscan ya un nuevo socio

Tensión entre Renfe y Grand Union: en jaque el primer contrato del ente público en Reino Unido

Un tren de la compañía Renfe. | Europa Press

El pasado mes de septiembre, la compañía pública de transporte ferroviario, Renfe, anunció que valoraba presentarse como socio estratégico de la británica Grand Union Trains en un nuevo servicio comercial en Reino Unido que pretende unir Londres y Carmarthen (Gales). Este anuncio cogió fuerza tras recibir, unos meses después, luz verde por parte del regulador británico del ferrocarril (ORR). Ahora fuentes internas de la compañía aseguran que la relación está rota, y que desde Grand Union buscan un nuevo socio con el que hacer despegar esta nueva línea.

Una realidad que choca con la versión oficial de la compañía: «Las relaciones continúan. No se ha roto ninguna relación e incluso estamos viendo la posibilidad de ampliar la actividad. Quizás no pasen las relaciones por su mejor momento, pero se mantienen vivas». La operación para Renfe es importante porque sería su primera incursión en el mercado británico. Así definieron hace más de medio año este negocio con Grand Union: «Es una oportunidad interesante y rentable que abriría a la compañía las puertas de un mercado tan atractivo como el de Reino Unido».

La intención de Renfe era participar en el plan a través de la firma Serena Industrial Partners. Sería esta, especialista en el desarrollo de infraestructuras sostenibles en Reino Unido, la que se encargaría de irrumpir con el capital privado. Fuentes de la compañía Grand Union han rechazado comentar la relación actual con la empresa española y la posibilidad de que se esté buscando un nuevo socio. Por otro lado, desde Serena Industrial Partners también han desestimado aclarar la situación actual del proyecto.

Fuentes cercanas a la operación relatan que para que la compañía pública participase en la operación era necesario que depositara una cantidad específica de dinero, y que lo haría a través de la firma antes mencionada. De esta forma, se aseguraban un porcentaje dentro del negocio. Pero este no ha llegado. Por otro lado, las mismas fuentes sostienen que «a Grand Union no le ha gustado nada lo que ha visto de Renfe en su visita a España. Ya había cierto enfadado con los incumplimientos y retrasos de la compañía con ellos y de su falta de disponibilidad. A todo esto se ha sumado que Grand Union ha visto de primera mano la incapacidad de Renfe para competir con otros ferrocarriles, especialmente en negocios de calidad de servicio y precio».

Grand Union Trains presentó de manera formal hace ya varios meses su solicitud a la Oficina de Ferrocarriles y Carreteras (ORR) para obtener el derecho a operar el nuevo servicio de trenes interurbanos entre Carmarthen y London Paddington, operando cinco servicios de ida y vuelta todos los días.

En una primera fase, el nuevo servicio que prepara Grand Union se iniciará desde Londres, la capital de Inglaterra, hasta Cardiff, capital de Gales, con paradas intermedias en Bristol Parkway, Severn Tunnel Junction y Newport. Más adelante, se prolongará hasta las ciudades del sur de Gales: Felindre, Llanelli y Carmarthen. Esta última será la parada final. Una de las principales características del proyecto será su diseño de alta calidad, que pretende incluir una mayor comodidad a bordo -asientos más grandes, con más espacio para las piernas y para el equipaje-, así como un vagón con cafetería disponible en cada servicio.

La incursión en Reino Unido

Renfe lleva varios años tratando de irrumpir en el mercado británico. De hecho, hace cinco años -en 2018- la compañía pública logró el ‘PQQ Passport’, que es un documento necesario para poder participar en los concursos del país. Se trata de un largo proceso que comenzó en 2017. Un hito para la compañía que se logró en los últimos meses del ministro popular Iñigo de la Serna al frente del Ministerio de Fomento. Para ello, había que demostrar calidad en los servicios, incremento de los ingresos y seguridad de los viajeros.

«Reino Unido es un mercado liberalizado que presenta diversas oportunidades de negocio y en el que ya están implantados los grandes operadores europeos. Renfe lleva varios años estudiando oportunidades para introducirse en este mercado, pero su alta competitividad y el requerimiento de numerosos recursos han complicado algunas de las iniciativas de la compañía. Por este motivo, comenzar a tener negocio en el país de la mano de socios locales podría ser una opción ventajosa», sentenciaron hace ya varios meses desde Renfe.

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