Bruselas investiga si Rusia vende petróleo ilegalmente en aguas españolas
Sostienen que los petroleros rusos ocultan sus movimientos apagando los rastreadores de satélites o transmitiendo coordenadas falsas
El presidente ruso, Vladimir Putin. | Europa Press
La Comisión Europea investiga si Rusia comercia su petróleo en aguas españolas, en concreto, cerca de Ceuta. Así se lo hizo saber a tres europarlamentarios que le preguntaron por la posibilidad de que el gobierno de Vladimir Putin estuviese usando Ceuta como puerto franco para exportar petróleo ruso. Desde Bruselas aseguran que los petroleros rusos ocultan sus movimientos «apagando los rastreadores de satélites o transmitiendo coordenadas falsas«.
La importación por vía marítima de petróleo ruso en la UE está prohibida desde el 5 de diciembre de 2022 para el petróleo crudo y desde el 5 de febrero de 2023 para los productos petrolíferos. Hace ya varios meses, medios locales, nacionales e internacionales han alertado de que Rusia estaría usando las aguas cercanas a Ceuta para comerciar con su petróleo.
En medio de este escenario, tres europarlamentarios independentistas de Cataluña -Carles Puigdemont, Clara Ponsatí y Antoni Comín- preguntaron por esta vulneración de las sanciones contra Rusia. «Los buques cisterna de pequeño tamaño Aframax, que transportan hasta 700.000 barriles, se cargan con petróleo crudo en puertos bálticos rusos como Primorsk y Ust-Luga. Una vez que los buques llegan a Ceuta, la carga se transfiere a grandes buques petroleros de transporte de crudo (VLCC) rusos, con capacidad para transportar 2 millones de barriles, que a continuación se dirigen a puertos africanos y asiáticos», afirmaron en su pregunta los tres europarlamentarios a principios de febrero de este año.
Se trata de una cuestión que ha conseguido una respuesta hace escasos días por parte de la Comisión Europea, que aseguró que «está al corriente de las actividades relacionadas con el petróleo ruso en el estrecho de Gibraltar, cerca de Ceuta, concretamente el aumento de los transbordos entre buques que se llevan a cabo en aguas internacionales». Además, ha añadido que «está vigilando de cerca la elusión de las sanciones de la UE, ya que los buques transfieren petróleo en el mar varias veces para ocultar su origen, y se intenta ocultar sus movimientos apagando los rastreadores de satélites o transmitiendo coordenadas falsas».
Por otro lado, desde Bruselas añaden que «celebran las recientes medidas adoptadas por las autoridades competentes de algunos Estados miembros, que restringen y prohíben el acceso a los puertos a buques que realizan transbordos sospechosos de productos petrolíferos rusos». Además, añade que «están colaborando con las autoridades españolas y también portuarias para hacer frente a los riesgos de elusión de sanciones». Por último, la Comisión sostiene que «está hablando con terceros países para plantear la cuestión de los riesgos de elusión, concretamente a través de un enviado de la UE en materia de sanciones, recientemente nombrado».
Por otro lado, la Comisión Europea recuerda que en el caso de terceros países y como parte de los esfuerzos coordinados con los socios del G‐7, la UE aplicó un límite de precios al transporte y los servicios conexos para las empresas de la Unión Europea de petróleo crudo ruso por vía marítima el 5 de diciembre de 2022. Además, el 5 de febrero de 2023 se introdujo otro límite máximo para los productos petrolíferos refinados, tales como el gasóleo y el fuelóleo.
El gas sigue vendiéndose
El gas natural, no obstante, sigue exportándose hacia Europa procedente de Rusia. Un gran ejemplo donde se puede apreciar ese escenario es precisamente nuestro país. Según el último boletín estadístico de gas, que publica mensualmente Enagás, se observa que en el mes de marzo pasado, el gas ruso supuso el 14,4% del total de lo importado, siendo nuestro cuarto mayor proveedor después de Estados Unidos, Argelia y Nigeria. Si atendemos a los cifras de todo el año, España ha comprado a Rusia el 16,6% del total demandado, convirtiéndose en nuestro tercer mayor proveedor del mundo.
Aunque desde Europa se han preparado para evitar esa dependencia del gas ruso, precisamente ayer, la empresa privada de gas rusa, Gazprom, aseguró que iba a «ser muy difícil que Europa recuperase los niveles de almacenamiento de gas del año pasado, después de que el continente terminara la temporada de calefacción invernal con unas reservas relativamente bajas».
