Cani Fernández ultima cambios en el órgano clave de la CNMC
Carlos Aguilar y Josep Maria Salas habrían pedido el traslado a la Sala de Supervisión Regulatoria
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández. | EuropaPress
La joya de la corona de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la Sala de Supervisión Regulatoria, encargada de las directrices y normativas de los grandes sectores, como el energético o el de telecomunicaciones, se encuentra huérfana de consejeros. Así, tras la reciente muerte de su presidente, Ángel Torres, hace escasos días y con el mandato ya efectivo y caducado de dos consejeras, la sala más importante de la Comisión cuenta hoy con tan solo dos consejeros. Un escenario que ha empujado a la presidenta de la Comisión, Cani Fernández, a llevar a cabo una reestructuración de la sala, que tendrá lugar previsiblemente el próximo martes 5 de septiembre.
Ambas salas cuentan con cinco miembros, siendo diez el total. La Sala de Supervisión Regulatoria estaba presidida por el fallecido Ángel Torres, que era a su vez vicepresidente de la Comisión, y tenía cuatro consejeros: Xabier Ormaetxea, Pilar Sánchez, María Ortiz y Pilar Canedo. Mientras que la Sala de Competencia la preside Cani Fernández, que lo compagina con la presidencia de la Comisión, y cuenta también con otros cuatro consejeros: Carlos Aguilar, Josep Maria Salas, María Jesús Martín y Bernardo Lorenzo.
En la Sala de Supervisión Regulatoria hay varios mandatos caducados, o que caducarán próximamente. Por un lado, el de Ormaetxea vencerá a finales de septiembre, mientras que el de Ortiz y Canedo ya ha concluido. Los ceses de ambas se hicieron públicos a través del Boletín Oficial del Estado (BOE). Mientras que en la de Competencia, Lorenzo, que fue elegido junto con Ormaetxea, también tiene su mandato a punto de caducar.
La situación de la CNMC se encuentra al límite, y durante varios meses, hasta que se elijan los nuevos consejeros, habrá siete en lugar de los diez habituales. Fernández ha movido rápidamente fichas con una reunión de urgencia que resuelva el desbarajuste creado dentro del organismo.
Según fuentes internas, hay dos consejeros de la Sala de Competencia que estarían interesados en ocupar los puestos vacantes de la Sala de Supervisión Regulatoria. El primero es Carlos Aguilar, experto en temas audiovisuales, y Josep Maria Salas, experto en el ámbito energético. Un movimiento lógico por parte de estos dos consejeros porque todos aquellos, excepto los que son especializados en Competencia, prefieren estar en regulación porque es la sala clave.
La CNMC celebra todas las semanas reuniones del Consejo, que se llama pleno, y reuniones de las salas. En este primer martes de mes está previsto así el traslado de consejeros de una sala a otra porque si no, la Sala de Supervisión Regulatoria, de la que depende la Administración normativa de los sectores regulados, la va a tener prácticamente vacía y precaria. Cabe la posibilidad de que, en esta fase de tránsito, Xabier Ormaetxea se haga con la presidencia de dicha Sala, ya que cuenta con una dilatada experiencia en el ámbito regulatorio, tanto por su paso por la antigua Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones como por la CNMC.
Pero estas medidas son temporales, ya que hay cuatro consejeros con el mandato caducado, además del fallecido presidente de la Sala de Supervisión Regulatoria. Por lo que el Gobierno, en cuestión de meses, tendrá que elegir a cinco de los diez miembros de las dos salas de la CNMC. Es decir, la mitad de los consejeros están en expectativa de cobertura, lo que dará lugar a una Comisión que será prácticamente nueva.
Las eléctricas, pendientes de la CNMC
Las eléctricas tienen varios frentes abiertos con la CNMC. Así, llevan ya varios meses movilizándose para negociar durante el próximo año con la Comisión la próxima retribución para las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica. El 1 de enero del próximo año se cumplirán cuatro años de la puesta en marcha de la actual retribución, y aunque el periodo regulatorio llega a su fin el próximo 31 de diciembre de 2025, los nuevos parámetros deben estar listos ese mismo año, con el objetivo de que se apliquen en 2026.
El próximo año y parte del siguiente comenzarán las negociaciones entre las energéticas y la CNMC. Se prevén que estas sean largas. Para ello, el regulador publicará una circular y abrirá un proceso de consulta pública para ir conociendo las posturas de los agentes
