Hugo Arévalo, cofundador de Auro: «Cualquier español debería estar familiarizado con la IA»
El empresario advierte que los déficits de la ‘ley de startups’ entorpecen la creación de empleo y riqueza en el país
Hugo Arévalo. | Cedida
Hugo Arévalo (Madrid, 1982) es el presidente ejecutivo de ThePower Business School, una de las edtech españolas de referencia, y forma parte del consejo de administración de Auro, compañía que cofundó y que trabaja con diversas plataformas de movilidad, y de otras firmas como Sercotel. Pese a su juventud, descuella como una de las figuras indiscutibles del ecosistema tecnológico por los éxitos cosechados y su doble faceta de emprendedor e inversor.
PREGUNTA.– La suya es una de las voces más críticas con la ley de startups que el Gobierno aprobó entre bombo y platillo.
RESPUESTA.- Esta ley es un buen aperitivo, pero nace coja. No remata la figura del business angel con ventajas económicas y fiscales para protegerle del enorme riesgo que asume si se atiende a una arrolladora estadística: a los cinco años apenas sobrevive un 10% de las startups en las que se invierte. Por otra parte, la ley hace un esfuerzo en las etapas tempranas de la startup olvidando las fases de crecimiento, y es ahí donde están los unicornios y donde se generan empleo y riqueza a gran escala.
P.- Qué paradoja. La norma más innovadora de España nace ya desfasada.
R.- Debería existir un comité compuesto por emprendedores pertenecientes a startups en diversas fases de desarrollo y representantes del Gobierno con la misión de actualizar la ley cada año. España corre el riesgo de quedarse atrás respecto a otros países. Siempre pienso en Reino Unido.
P.- Imagine que dispone de 15 minutos con el nuevo presidente, sea quien finalmente sea. ¿Qué le diría?
R.- Que se rodee de los mejores, organice ministerios que sean sobre todo prácticos, invierta en el progreso, reduzca urgentemente la deuda pública y se centre en la educación para formar a los ciudadanos en los empleos y tecnologías del futuro. España es hoy la décimo cuarta potencia mundial, un lugar que no se corresponde con su historia. Ha de estar en el top 7.
P.- Toca la tecla de la educación en un país donde, al parecer, ya es posible aprobar suspendiendo en lo que muchos consideran un autoboicot en toda regla. El siglo XXI es el de la ultracompetitividad.
R.- Tiene que haber un cambio y debe ser radical. La tecnología permite adaptar la formación a las características de cada persona. No se pueden perder elementos esenciales como la lectura, las matemáticas, el pensamiento crítico o la habilidad para resolver problemas con coherencia. Las materias que se estudian están desfasadas y tienen que someterse a una agresiva puesta al día. Y la inteligencia artificial debería estar al servicio de todos estos objetivos.
P.- ¿La IA como política de Estado?
R.- En efecto. Cualquier individuo debe familiarizarse con su uso porque será una de las dos revoluciones que aguardan a la humanidad en las próximas décadas. La otra es la de la longevidad. ThePower Business School suma 110.000 alumnos y da servicio a más de 600 compañías, incluido el 80% del mercado continuo y el IBEX. Pero fíjese en nuestros nuevos programas: data science, UX/IU, IA, ciberseguridad, business coding…
P.- No hemos hablado del VC winter o invierno del venture capital.
R.- Para el ecosistema tecnológico ha habido y sigue habiendo invierno, con correcciones a la baja en las valoraciones y el santo grial de la rentabilidad y el crecimiento sostenible. La buena noticia es que esto no es como la burbuja de las puntocom: hay startups que monetizan y monetizan bien. Pero al frío le quedan meses por delante porque la coyuntura macroeconómica no ayuda. En cualquier caso, es un momento óptimo para que las empresas con cimientos duraderos se luzcan. Como dice Warren Buffet, cuando la marea baja se ve quién llevaba puesto el bañador.
