La inversión extranjera se frena en el segundo semestre por la incertidumbre tras el 23-J
Moody’s, Fitch y S&P advierten del efecto negativo que los pactos de Sánchez pueden tener en la estabilidad económica
La inversión extranjera en España ha experimentado un bajón en la segunda parte del año, una situación que coincide con la inestabilidad política imperante después de las elecciones del 23-J, en las que el Partido Popular (PP) no logró los escaños suficientes para gobernar y el PSOE comenzó a negociar con Sumar y los grupos independentistas su investidura. Inversores, fondos y asesores con los que ha hablado THE OBJECTIVE coinciden en señalar que las cifras del tercer trimestre «no fueron buenas» y que el año cerrará «en negativo».
Pese a que los datos oficiales de Inversión Extranjera Directa (IED) del segundo trimestre no se conocerán hasta finales del mes de diciembre, la información que maneja el mercado indica que desde julio se ha producido una reducción importante en el desembarco de capital extranjero, de la mano de la creciente desconfianza de las empresas en el Gobierno e —indican las fuentes consultadas— por la pérdida paulatina de la seguridad jurídica.
Los expertos explican que la caída se ha producido en parte por la elevada base comparativa del año pasado —en el segundo semestre de 2022 se produjo una inversión superior a los 18.000 millones de euros—, pero además porque se han frenado muchos proyectos en el transcurso del año pasado por los ataques del Gobierno al sector, algo que ha comenzado a repercutir desde el segundo trimestre de este año.
Caída del segundo trimestre
Entre abril y junio se produjo una caída del 74% en la inversión extranjera frente a igual periodo del año pasado. En este periodo se registró una entrada de capitales de 2.074 millones, la cifra más baja para un trimestre en más de una década. En el primer semestre el desplome fue del 26% tras llegar a los 11.996 millones (9.921 millones en el primer trimestre y 2.074 millones en el segundo trimestre), frente a los 16.352 millones del primer semestre de 2022 (8.240 millones en el primer trimestre y 8.111 millones en el segundo trimestre).
Las decisiones de inversión tardan años en consolidarse y la actual situación política no ayuda a consolidar los proyectos. De hecho, las fuentes consultadas en el sector indican que los datos históricos de 2022 con 34.178 millones, un 13,1% más que en 2021 y el segundo más alto de la serie histórica, se produjeron en gran parte por el efecto champán y la boyante situación económica tras la pandemia, asociada a unos tipos de interés en negativo y a un boom del apetito inversor en todo el mundo.
No obstante, ya desde mediados de 2022 y con los impuestos extraordinarios a las energéticas, a la banca y a las grandes fortunas (que ahora se pretenden revalidar) sobre la mesa, el empuje del capital extranjero comenzó a retroceder, se frenaron proyectos y se postergaron las inversiones, algo que comenzó a repercutir un año después.
Agencias de riesgo
El problema es que este año la situación no ha mejorado. Después del acoso del Gobierno a las empresas, las elecciones del 23-J no clarificaron el panorama y los pactos y acuerdos con la izquierda e independentistas que suscribió el PSOE para investir nuevamente a Sánchez han incrementado la sensación de inseguridad jurídica y han alentado la desconfianza empresarial.
Una situación que también han advertido las tres principales agencias de riesgo mundiales. Moody’s advirtió del efecto negativo que pueden tener los pactos de investidura para el rating de España «Los acuerdos aumentan el riesgo político. Ya han creado tensiones y han ahondado en la fragmentación política de la sociedad española. Además, la estrechez del respaldo obtenido expone al nuevo gobierno a un cambio de sentimiento político en caso de que alguno de los partidos le retire su apoyo», dijeron en una nota emitida tras confirmarse la investidura de Sánchez.
Por su parte, Fitch ha indicado que la «creciente polarización política», y la dependencia de Sánchez de los «partidos separatistas» para legislar en la próxima legislatura, «pueden plantear desafíos». Pese a ello ha mantenido su clasificación. Finalmente, S&P Global Ratings dijo que la heterogénea mayoría parlamentaria que sostiene al recién formado Gobierno podría obstaculizar reformas fiscales y económicas «clave» para poner bajo control el déficit público.
Caída de la inversión
En esta misma línea, este diario ya ha informado de que gestoras y asesores de grandes fondos de inversión ya están aconsejando a sus clientes buscar opciones de inversión fuera de España. Esta tendencia se ha agudizado en las últimas semanas tras conocerse los nuevos cambios regulatorios y fiscales que afectarán a las grandes empresas y fortunas y que probablemente se pondrán en marcha tras la investidura de Pedro Sánchez como presidente de Gobierno.
La advertencia a sus clientes es que España se convertirá en un país donde invertir será cada vez mas difícil por el caos regulatorio y fiscal y por ello les recomiendan sus capitales a mercados con mayores garantías como Portugal o Francia. Fuentes del sector e inversores habituales con los que ha hablado este diario confirman que la sensación es de creciente inseguridad y que ésta ha aumentado después de conocerse los pactos de investidura con ERC, Junts y el PNV.
En este sentido, uno de los colectivos más asustados son los empresarios los latinoamericanos, principalmente mexicanos, venezolanos y peruanos, que -como ha contado este diario- están empezando a sacar sus fortunas del país y a poner en venta empresas y propiedades que habían adquirido en los últimos años en España. Es así como Bancos privados y de inversión, además de consultoras y despachos de abogados están recibiendo en las últimas semanas una avalancha de consultas y peticiones de operaciones por la incertidumbre que generan las políticas del Ejecutivo y sus compromisos.