El Gobierno sondea a Criteria para que participe en una contraopa por Talgo
El Ejecutivo recela de la entrada del consorcio húngaro en la empresa fabricante de trenes
El Gobierno sondea a Criteria Caixa, el brazo inversor de La Caixa, para que participe en una contraopa por Talgo. El Ejecutivo sigue con recelo las aspiraciones del consorcio húngaro, Ganz Mavag, de hacerse con el 100% de la empresa. Existen muchos intereses por parte del Ejecutivo, entre ellos que la empresa pública Renfe es su principal cliente. Sin embargo, según adelanta El Mundo, Criteria habría rechazado esta petición del Gobierno.
Por otro lado, Criteria Caixa lleva varias semanas buscando un aliado que le acompañe en el capital de Naturgy y que se haga cargo del porcentaje accionarial que actualmente ostenta el fondo GIP, adquirido en febrero por BlackRock. El objetivo es construir un núcleo de control que traiga la paz accionarial a la energética –agitado en las últimas semanas por IFM– pero además evitar que el Gobierno tenga la tentación de entrar en el capital de la compañía cotizada.
Talgo se va a erigir como el gran fabricante de trenes de ancho variable (que puede combinar vías ibéricas con las de estándar europeo) en el mercado. Mientras tanto, Adif aún continúa puliendo la puesta de la llegada de las nuevas rutas, con sus frecuencias, paradas, ocupación estimada de los servicios y tiempo de rotación en las terminales. Cualquier empresa que quiera participar en estas nuevas vías (ya sea Ouigo, Renfe o Iryio) tendrá que pasar por Talgo.
Puente, sobre la OPA húngara
El ministro de Transportes, Óscar Puente, volvió a mostrar su rechazo a la OPA del consorcio húngaro, Ganz Mavag. Aunque el ministro aseguró que es complicado hablar «en plena OPA», recordó de nuevo sus dudas sobre la entrada de los húngaros en la empresa de fabricación de trenes de origen español. «Observamos la operación con el máximo cuidado a la espera de otros actores que entren en juego». Una afirmación que entonó con los dirigentes de las empresas CAF y Stadler presentes.
Para ello, el ministro aseguró que trataban de constituir una alternativa a la opa de los húngaros que podía ser española. «En esos estamos», afirmó. Además, recordó que Talgo construía material «muy sensible» directamente relacionado con el área militar. Aunque los húngaros han repetido que van a mantener la sede social y también los trabajos de trabajo, el Ejecutivo sigue mirando con recelo esta operación. Por último, puso en duda la capacidad del consorcio húngaro para hacer despegar el potencial industrial de Talgo. «La tecnología de Talgo es muy moderna, no tenemos la certeza que las fabricas de Hungría lo puedan tener».