ACS se cubre ante la CNMV por el riesgo de expropiación de la autopista de Texas
El grupo constructor acababa de cerrar las cuentas de 2023 cuando recibió la noticia de Estados Unidos
ACS ha remitido a la CNMV una comunicación adicional a la información registrada al cierre del pasado ejercicio 2023 en la que da cuenta de la eventual expropiación de la autopista SH288 por parte de la Comisión de Transportes de Texas, en Estados Unidos. Deloitte, en su calidad de auditor del grupo que preside Florentino Pérez, recomendó enseguida la conveniencia de cubrir dicho riesgo ante el mercado, lo que ha dado lugar a lo que en el argot del regulador bursátil se considera una ‘reexpresión’ de los estados financieros. La SH288 es una carretera de peaje que conecta con el centro médico de Houston y está participada por Abertis y ACS.
Los consejeros delegados de las dos compañías españolas, José Aljaro en representación de Abertis y Juan Santamaría por parte de ACS, se desplazaron a Texas en cuanto tuvieron conocimiento de las intenciones del Gobierno estatal que preside el republicano Gregg Abbott. La decisión de crear una corporación de transportes para abordar la posible terminación anticipada del contrato de concesión fue adoptada pocos días después del consejo de administración de ACS que aprobó las cuentas de 2023, en las que el grupo ha obtenido un beneficio neto de 780 millones de euros (825 millones de dólares).
Los contactos preliminares con las autoridades de Texas no han servido todavía para alcanzar ningún tipo de acuerdo que permita mantener el control operativo sobre una infraestructura viaria que el pasado año aportó una plusvalía a ACS de 180 millones de euros (190 millones de dólares). La autopista SH288 ha registrado un crecimiento de sus tarifas máximas de peaje que en 2023 aumentaron casi un 15% y este 2024 se espera otra subida equivalente del 13,2%, lo que da una idea del atractivo que viene ofreciendo su explotación.
Una gallina con huevos de oro
Son estas expectativas las que han motivado al Gobierno de Texas para tratar de sacar partido a su ‘gallina de huevos de oro’ aprovechando las cláusulas establecidas en el contrato con sus concesionarios y en las que hasta ahora nadie había reparado. La expropiación de la autopista motivaría un caso inédito en las relaciones comerciales con aquel Estado y su materialización dependerá del marco de negociaciones que se lleven a cabo durante los próximos seis meses. La propia Comisión de Transportes ha habilitado este periodo de tiempo con objeto de abordar alternativas que eviten la ‘nacionalización’ de la autopista, en cuyo caso Abertis y ACS percibirían un total de 1.732 millones de dólares en compensaciones por derecho de terminación.
Dicho importe, a pesar de su imponente cuantía, está lejos de las posibilidades económicas que ofrece la concesión en su conjunto, tal y como se puede observar claramente a la luz del negocio realizado este pasado año por ACS con la SH288. No en vano, el grupo constructor vendió en julio el 57% de la autopista a Abertis por 1.532 millones de dólares, lo que implica una valoración total del activo de 2.687 millones de dólares. Con estos datos el 43% que todavía controla ACS podría calcularse en un valor razonable de 1.155 millones de dólares, lo que supone otra plusvalía latente del orden de 315 millones de dólares dado que dicha participación tenía un valor en libros de 840 millones de dólares a precios actuales.
Los analistas expertos en el sector concesional confían en la posibilidad de que las empresas españolas puedan cerrar un pacto que impida la expropiación, lo que, en su caso, obligará también a Abertis y ACS a realizar algún esfuerzo en materia de inversiones que aporte valor añadido a la autopista. No se descarta tampoco la opción de modificar los términos del contrato de concesión de manera provechosa para ambas partes. De ahí que todavía la ‘reexpresión’ de los estados contables de 2023 no supone ninguna modificación efectiva sobre los resultados comunicados a finales del pasado mes y que deberán ser ratificados por la junta general de ACS el próximo 10 de mayo.
El objetivo de la comunicación a la Comisión de Valores tiene, en consecuencia, un mero carácter preventivo aunque pone de manifiesto la inoportunidad de una decisión externa y sobrevenida justo a los pocos días de haber sido formuladas las cuentas del pasado ejercicio. Todo ello en una de las concesiones más largas de Norteamérica, con vencimiento a 45 años, y con un potencial de crecimiento muy atractivo debido a su ubicación en una zona de rápida expansión económica que dispone de un número de nuevos desarrollos comerciales superior al esperado.