Un movimiento del ceo de Solaria frena su desplome en bolsa en plena 'crisis' renovable
Díaz-Tejeiro anunció la compra de 90.000 acciones que evitó una sangría que superaba los 1.000 millones de pérdidas
El sector de las renovables no atraviesa el escenario de optimismo de antaño debido a los bajos precios. En ese clima, hace dos meses, un movimiento corporativo del ceo de Solaria, Arturo Díaz-Tejeiro, provocó un efecto positivo en bolsa para los intereses de la compañía de renovables en un momento en el que arrastraba un desplome del valor de su acción de un 40% desde finales de diciembre del pasado año, que suponía una pérdida de algo más de 1.000 millones de euros.
Así, la empresa especializada en desarrollo y generación de energía fotovoltaica informó a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) que su consejero delegado había comprado un paquete accionarial de 90.000 títulos a un precio de 10,05 euros por acción. Este movimiento supuso una inversión de casi un millón de euros (en concreto, 900.000 euros) por parte de Díaz-Tejeiro. Tras esta decisión, la empresa ha reaccionado de forma positiva en bolsa, manteniendo estable la acción hasta hoy.
Un escenario muy diferente al de los meses previos. Así, el valor de la acción pasó de 18,61 euros el 29 de diciembre de 2023 a 10,04 euros en marzo. Una caída que se frenó a partir del 13 de marzo, día en el que el ceo de la compañía anunció la compra de las miles de acciones de la compañía. «Solaria refuerza su apuesta por la compañía», aseguró la empresa en un comunicado. Un mensaje con el que buscaba lanzar un mensaje de confianza al mercado, que se consiguió.
Ni siquiera los resultados anuales de la compañía, que se presentaron el pasado 28 de febrero, le sirvieron a Solaria para frenar la caída del valor de su acción. En estos, la compañía aseguró que había «batido récords», con 107,5 millones de beneficio neto y comunicó «la aceleración de su expansión internacional con el 50% de su cartera de proyectos fuera de España». Además, subrayó que había firmado con el BEI (Banco Europeo de Inversiones) y el Banco Santander, «el primer préstamo bajo el paraguas de esta financiación marco por un total de 515 millones de euros para la construcción de 24 plantas fotovoltaicas situadas en España con una capacidad total instalada de 1,08 GW».
Diversas fuentes del mercado coinciden que el momento actual «es muy malo» para ejecutar operaciones corporativas. El escenario actual, con la caída de los precios, puede enfriar, según fuentes del mercado, operaciones de compraventa de compañías (tanto fusiones como adquisiciones) en el sector de las renovables. «La tendencia es a la baja porque los números no les están saliendo a muchas empresas por la baja rentabilidad. Esto está afectando sobre todo a los pequeños y medianos desarrolladores, que están teniendo los problemas y también a los fondos, que no tienen un dinero ilimitado», apuntan.
Movimientos en el mercado
En esta situación tan volátil han aparecido diversas informaciones que apuntan a posibles opas (oferta pública de adquisición) o búsqueda de socios por parte de grandes energéticas para conseguir aumentar las inversiones. Ahora mismo, la operación que más ruido está haciendo es la Naturgy, donde el principal accionista de la energética, Criteria (que es el brazo inversor de La Caixa) busca junto con un grupo de Emiratos la compra del 40% de la compañía. Por otro lado, Enel ultima para Endesa un socio con el que la compañía española pueda invertir en renovables.
Otra de las empresas que también trata de buscar un socio es la austriaca de energía renovables RP Global, que quiere aumentar su presencia en el sector. Llevan peinando el mercado varios meses para atraer -con ayuda de los banqueros de inversión- una compañía o un fondo que les permita seguir creciendo. La última gran operación que se hizo pública fue la que llevó a cabo el grupo noruego Statkraft con la compra de la filial de renovables de Elecnor, llamada Enerfin, por 1.800 millones de euros.
Por último, y a diferencia de la realidad algo pesimista que se vive hoy en el sector fotovoltaico y eólico (debido a la caída de los precios antes mencionada), hay otras tecnologías, como el biometano y el biogás, donde el interés y el apetito inversor no solo está creciendo, sino que además existen cada vez más proyectos que están proceso de desarrollo.