Kolau estrena su 'software' de creación de webs con IA y apunta al mercado latino de EEUU
La ‘scaleup’ española facturó 89 millones en 2023 y está entre las ocho plataformas más importantes del sector
Ocho empresas dominan a nivel mundial el mercado de las herramientas que permiten construir una página web sin conocimientos de programación. Las más conocidas son Squarespace y Wix, pero en el listado se cuela una scaleup española que en 2023 facturó 89 millones y se llama Kolau en honor a la montaña hawaiana donde surgió la idea.
El fundador, CEO y propietario único, Danny Sánchez-Mola, vivió 20 años en California. Estudió ciencias políticas en Los Ángeles, fue apadrinado por Inocencio Arias, tanteó preparar las oposiciones al cuerpo diplomático y terminó como responsable de marketing de Pillow, una firma que acabaría comprando Booking.
Junto a su esposa, nacida en Kazajistán, Sánchez-Mola tuvo un pensamiento vacacional que demuestra lo importante que es aburrirse y contemplar. A las microempresas les suponía un quebradero de cabeza tener visibilidad en Google y vender desde el canal más pujante sus productos y servicios. Había que darles la herramienta.
Decidido a quemar sus propios recursos, este emprendedor catalán invirtió 18 meses en aprender a programar contratando a ingenieros indios que tecleaban código en remoto para que él entendiese los pasos a seguir. «Fueron jornadas de 12-14 horas al día, sin dinero, encerrado en mi habitación. Así construí la primera versión de Kolau, que era un optimizador de anuncios en Google Ads», recuerda.
Los mecanismos del mercado determinaron que era mejor cambiar de plan. Surge entonces el generador de páginas web hasta culminar en lo que es hoy: una plataforma alimentada por IA generativa que permite, a partir de una descripción bastante somera, diseñar en menos de un minuto un portal, aunque después cada empresa lo pula a su antojo.
ChatGPT y DALL-E-3 son los modelos fundacionales de OpenAI en los que apoya Kolau. Aunque los expertos advierten que un LLM (gran modelo de lenguaje) funcionará siempre mejor en el idioma en que se entrena (el inglés en este caso), Sánchez-Mola asegura que esa dupla made in USA «se adapta como un guante tanto al español como al catalán».
Bien acaba lo que mal comienza
De hecho, la inmensa mayoría del millón de empresas-cliente de Kolau está en Latinoamérica gracias a los acuerdos firmados con los gobiernos de países como Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Honduras y Costa Rica. «Primero lanzamos en Chile y el día de la presentación unas 25.000 compañías ya recurrían a nuestra herramienta. Lloré en el hotel donde me alojaba porque entonces nuestra tecnología no funcionaba bien. Hoy somos 60 profesionales y hemos roto de verdad las tres barreras que toda pequeña empresa tiene en este ámbito: somos baratos, intuitivos y muy rápidos».
Con un pan bajo el brazo
Dado que la plataforma nutrida con IA se estrena estos días, el planteamiento del CEO de Kolau para ganar masa crítica en España (donde cuenta ya con 90.000 clientes) es ofrecer gratis las nuevas funcionalidades durante unos meses. La scaleup funciona normalmente con un modelo de suscripción que vale 19 euros al mes. El siguiente hito es penetrar en el mercado hispano de EEUU, país donde ya hay una oficina (San Francisco).
Predicciones
Sánchez-Mola se sitúa en el punto intermedio entre quienes atribuyen a la IA un poder casi divino y los que afirman que aún no ha demostrado nada. «La inteligencia artificial está aquí para ayudarnos, no para reemplazarnos. Esta ola, que será aún más disruptiva que la de internet y el móvil, tendrá esa frontera bien definida. Ocurrirá lo mismo que con la impresora 3D: es espectacular, pero nadie tiene una en casa», reflexiona. Dicho de otro modo, nadie renunciará a comprar el pan o a dar un beso en la mejilla.
Donde sí se moja el emprendedor español es en la trama de las big tech. A su juicio, Google tiene los días contados. «Amazon le ha ganado la batalla de los servicios cloud y también perderá la hegemonía de las búsquedas, muy dependiente de los anuncios y con una tecnología obsoleta».