Madrid ya es el ecosistema emergente más prometedor del mundo, según Startup Genome
Barcelona se sitúa justo detrás en esa misma lista gracias al peso de sus unicornios y, en especial, de TravelPerk
Startup Genome es una consultora basada en San Francisco, uno de los pulmones de Silicon Valley. Cada año lanza a los mares de internet su informe del ecosistema global, un dosier donde mide la fortaleza de los hubs y donde España, en general, sale mal parada pese a la buena prensa que exhiben ciudades como Barcelona y Madrid.
En la edición de 2024, presentada esta semana, la dinámica no cambia: ningún representante español se cuela en el top 40 mundial. La clasificación la determina un conjunto de puntuaciones en relación con cinco parámetros: desempeño, acceso al capital, talento y experiencia, alcance comercial y conocimiento.
Es extraño que en ese club sí se hallen urbes inferiores sobre el papel si se atiende a ránkings como el de Startup Heatmap Europe, donde Barcelona ocupa el quinto puesto y Madrid el noveno, la primera por delante de Estocolmo (que sí está en el top 40 elaborado por los californianos) y ambas superando a Zúrich, Copenhague y Helsinki (incluidas asimismo en esa clasificación).
Los resultados son, hasta cierto punto, aburridos. Desde 2020 nada se mueve en un podio dominado por Silicon Valley, Londres y Nueva York (estas dos últimas empatadas); Tel Aviv gana una posición, Los Ángeles es quinta, y del seis al diez se observa el progreso de los polos tecnológicos asiáticos: después de Boston (sexto puesto) despuntan Singapur (que sube un peldaño respecto a 2023), Pekín (que repite en el octavo lugar), Seúl (que mejora tres escalones) y Tokio (que sube otros cinco).
La liga de los emergentes
España se desquita en el segundo listín de Startup Genome, el de «aquellas comunidades en etapas más tempranas de crecimiento», un top 100 donde la consultora modifica los criterios de puntuación, de modo que se otorga menos relevancia, por ejemplo, al número de exits (ventas de empresas) por encima de los 50 millones de dólares (46,5 millones de euros) y se prioriza la actividad inversora en las fases más tempranas.
Madrid progresa a lo grande en apenas 12 meses hasta ocupar el primer puesto «gracias a los exits y unicornios registrados en ese periodo» (a pesar de lo aclarado en el párrafo anterior). Obtiene diez puntos en tres de los cinco parámetros (talento y experiencia, alcance comercial e inversión) y sólo flojea en el apartado del conocimiento. Justo detrás se sitúa Barcelona (+2), «hogar de tres unicornios entre los que destaca TravelPerk con una valoración de mercado de unos 1.500 millones de euros». Valencia aparece justo al final de ese top 100 empatada con un grupo variopinto de ciudades que incluye a Río de Janeiro, Cracovia o Ciudad del Cabo.
¿Aún aprieta el invierno?
El viento de la coyuntura inversora todavía sopla en contra, según el informe, que se pronuncia así sobre lo sucedido el año pasado: «2023 fue un ejercicio de historias contradictorias para la economía mundial de las startups. Cuando la inflación disminuyó en la mayoría de las regiones y el PIB mundial creció más de lo esperado, muchos se mostraron optimistas sobre la vuelta del crecimiento a finales de 2023 y principios de 2024. En cambio, el vc winter se prolongó, y los exits y la financiación no mostraron signos de recuperación».
Se repite la foto de los últimos tiempos: las rondas más abultadas sufren más que las que financian etapas tempranas; inteligencia artificial y cleantech muestran signos de vigor, el primer trimestre de 2024 deja una nota positiva en comparación con octubre-diciembre de 2023 y el valor agregado de los exits cae un 47% respecto a 2022, curso donde a su vez se produjo una contracción del 86% versus 2021.