Los inversores dudan de la opa de Talgo: cae en Bolsa a su nivel más bajo desde noviembre
La acción roza los cuatro euros y ha caído el valor de esta en el último mes un 9%
Los inversores dudan de la empresa española en fabricación de trenes Talgo. Así, su valor en Bolsa se ha desplomado a su punto más bajo (rozando los 4 euros) desde que se conoció las intenciones del consorcio húngaro Ganz-Mavag de lanzar una opa por el 100% de la compañía. Una situación que, según fuentes de mercado, solo demuestra la incertidumbre que existe sobre esta operación, cuya acción pagarán los húngaros a cinco euros.
El que presenta la opa es el que se encuentra en la posición más frágil. Sin embargo, este valor sigue estando por encima del que había cuando lanzaron la opa, que rozaba los 3,6 euros. No obstante, en el último mes ha caído un 9% el valor de la acción. Por otro lado, a principios de febrero llegó a subir hasta los 4,78 euros, pero esta cantidad también preocupó porque el valor de la acción casi superó la cantidad ofertada. Como aseguran diversas fuentes, «lo que se busca es que la acción esté estabilizada durante todo el proceso».
La operación se está alargando cada vez más por el recelo del Ejecutivo a que desembarquen los húngaros. La compañía pública, Renfe, es un gran cliente de Talgo y además la compañía CAF ha dado vía libre a Talgo para que monopolice la construcción de los trenes de ancho variable, los ferrocarriles clave para circular por la segunda fase de la liberalización del mercado. Talgo se va a erigir como el gran fabricante de trenes de ancho variable (que puede combinar vías ibéricas con las de estándar europeo) en el mercado.
Presión de los húngaros
Los húngaros de Ganz-Mavag ya hablan abiertamente del «fracaso» del Gobierno para articular una contraopa por la compañía española Talgo. Un escenario que se da a falta de un mes (se estima que para finales de julio) para que el Ejecutivo decida si aprueba o tumba la oferta. Han sido muchos los nombres que se han puesto sobre la mesa para evitar la entrada de los húngaros en esta empresa clave para los intereses de Renfe, pero ninguno se ha concretado.
Aunque el tiempo de tres meses para responder a la oferta de los húngaros comenzó el pasado 22 de marzo, cuando presentó la solicitud ante la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, este se ha ido dilatando tras dos requerimientos del Gobierno en los que ha pedido información adicional a Ganz-Mavag, lo que suspende el cómputo de plazo. De momento, desde la empresa defienden que lo solicitado forma parte de los cauces habituales en este tipo de operaciones y descartan que sea una estrategia por dilatar los tiempos por parte del Gobierno para conseguir una alternativa.
La empresa que preside Carlos de Palacio y de Oriol cuenta con el siguiente accionariado en Talgo: el 40% de las acciones son del fondo de Luxemburgo, Pegaso Transportation SCA (que es el vehículo inversor que usa de forma indirecta el fondo Trilantic en la compañía ferroviaria y donde participa también la histórica familia de la empresa, los Oriol y el empresario Juan Abelló). El segundo máximo accionista es la compañía familiar Torrblas, con el 5%, y por último la cúpula directiva, que amontona un 2,4%. El resto, el 52,5% de las acciones, son free float, formado por particulares o pequeños grupos inversores.
Los accionistas minoritarios
Los accionistas minoritarios de Talgo, que representan más del 50% de la compañía, quieren, según comentan fuentes del mercado, una contraopa a la presentada por el consorcio húngaro para que se anime el valor de la acción de la compañía. Desde que se anunciaron las intenciones por parte de los húngaros de querer comprar el 100% de la compañía, en noviembre de 2023, el valor de esta aumentó. Pero meses después, su cotización se ha mantenido estable y ha continuado incluso tras presentarse de forma oficial la opa ante la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Una tendencia que en el último mes ha cambiado.
Pese a los deseos de los socios minoritarios, la llegada de una oferta que contrarreste la presentada por el consorcio húngaro, representados por Ganz-Mavag (que cuenta con capital privado y público de Hungría), no termina de materializarse. Así, los principales grupos industriales del sector, como CAF, Alstom o Stadler, han rechazado participar en la operación, algunos por la situación financiera y otros por estar centrados en otro tipo de negocio.