Iryo descarta sumarse a la denuncia de Renfe contra Ouigo por competencia desleal

La compañía ferroviaria Iryo no se unirá a la denuncia que plantea Renfe contra Ouigo en la Comisión Europea. La empresa prefiere mantener una estrategia paralela a la de la compañía pública, que busca el choque directo contra los franceses. Desde Iryo aseguran que ellos están centrados en su papel de crear un producto de calidad, que supondrá a medio plazo una subida de precios, y rechazan unirse a la embestida que preparan desde Renfe contra la filial de la empresa SNCF.

Renfe e Iryo mostraron el pasado viernes sinergias durante un desayuno informativo. Las dos compañías defendieron la necesidad de la subida de los precios y condenaron las estrategias de precios agresivos constantes, en clara alusión a Ouigo, porque atenta contra la viabilidad del sistema.

«Es importante introducir el debate de la sostenibilidad del sistema. La competencia en precio no se puede convertir en una guerra de precios. Lo que más llama la atención al pasajero es el precio más bajo. Esa ventaja competitiva hay que compatibilizarla con la sostenibilidad de las empresas a medio y largo plazo. La competencia debe existir, pero la calidad del sistema mantenerla porque si no perderemos todos calidad y eso no tiene sentido», aseguraron.

Por otro lado, desde Iryo, que cuenta con capital público italiano, subrayaron la necesidad de «aportar valor» y señalaron a Renfe como su competidor principal. A finales de junio, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) mostró su enfado interno tras conocer que el ministro de Transportes, Óscar Puente, había decidido ampararse en la Unión Europea y saltarse al regulador del país en su particular guerra contra los bajos precios de la compañía francesa Ouigo. Una denuncia, que aunque fue presentada por el ministro, la llevará a cabo Renfe

En la denuncia que prepara Renfe habría «conductas» más allá de los simples precios. Según fuentes de la compañía, en caso de que Bruselas validase alguno de estos indicios que subraya la compañía pública ferroviaria, podrían acudir a una instancia jurisdiccional, como el propio Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Por otro lado, fuentes del regulador español señalan que lo más previsible es que la Comisión Europea les remita a la CNMC por tratarse de un problema nacional.

Sin embargo, en la denuncia que prepara Renfe habría «conductas» más allá de los simples precios. En caso de que Bruselas validase alguno de estos indicios que subraya la compañía pública ferroviaria, podrían acudir a una instancia jurisdiccional, como el propio Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Por otro lado, fuentes del regulador español señalan que lo más previsible es que la Comisión Europea les remita a la CNMC por tratarse de un problema nacional.

El pasado mes de junio, Iryo presentó en Madrid la segunda fase de su marca de multimodalidad con la que va a apostar por la interconexión de medios de transporte: desde los trenes hasta taxis, autobuses, aviones y barcos. Según la compañía, se pretende este verano ampliar su oferta, situando al tren como el eje vertebrador de un sistema de movilidad sostenible que promueva la colaboración con «empresas líderes» para el transporte de pasajeros a través de diferentes medios. En ese momento ya evitaron sus críticas a los bajos precios de Ouigo, como sí hacía Renfe.

Guerra contra Ouigo

Puente, que ya amenazó en su momento en ir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por los bajos precios de los franceses, aseguró hace unos meses que estaba «deseando» conocer los resultados de este año de la empresa. Un deseo con el que busca encontrar pruebas que le permitan denunciar «competencia desleal», ya que la empresa se financia a través del estado francés. Sin embargo, el regulador frustró pronto su intento de denuncia y no encontró indicios de ello. Fuentes de Ouigo aseguran a THE OBJECTIVE que todavía no hay fecha para la presentación de sus resultados.

Fuentes de diversas consultoras aseguran que registrar pérdidas es un efecto habitual cuando se rompe un monopolio y exculpan a la operadora francesa por si vuelve a registrar un resultado negativo este año. «En un plan de negocio de 10 o 15 años es normal que en los tres o cuatro primeros años una compañía esté en pérdidas. Y después, si has generado demanda y consolidado el negocio, ya vas recuperando. A esto se le llama de ramp up, que consiste en ir entrando en el mercado, generando demanda, atrayendo clientes y estabilizando operaciones. Y esperar a que los beneficios lleguen».

Desde el mundo financiero han defendido en varias ocasiones la política de precios agresivos de los franceses. «Esto es como cualquier negocio. Aquí no estamos hablando de que Ouigo viene a quitarle clientes a Renfe. Eso no ha pasado. Renfe mantiene los mismos clientes que tenía y el mismo tráfico. Lo que pasa es que ahora lo tiene que vender a un nuevo precio de mercado y, como tiene los mismos costes, esto le lleva a pérdidas», señalan.