TravelPerk y Exoticca: dos maneras de armar una 'startup traveltech' desde España
Aunque las dos compañías tienen sede en Barcelona, su composición accionarial difiere drásticamente
La playa de Bogatell, en Barcelona, durante una de las recientes olas de calor. | Jordi Boixareu (Zuma Press)
En España, el concepto big tech es diferente al de EEUU. Son firmas como Telefónica o Inditex las que, desde el sector de las telecomunicaciones o la industria del retail, exhiben un ADN altamente tecnológico al servicio de sus intereses comerciales. Los unicornios o cuasi unicornios del ecosistema emprendedor nacional son incomparables a Apple, Google, Nvidia o Amazon.
Indagar en la estructura de estas empresas de base innovadora relativamente nuevas es un ejercicio poco frecuente y, sin embargo, muy esclarecedor. Bajo la etiqueta startup se engloban realidades a menudo variopintas, a veces incluso antagónicas.
Tómese como ejemplo la comparativa entre TravelPerk, compañía orientada a los viajes de empresa con sede en Barcelona, y Exoticca, otra firma del mismo vertical que funciona como agencia de viajes digital.
La primera la dirige el israelí Avi Meir, que no habla español y cofundó antes Hotel Ninjas, posteriormente adquirida por Booking; mientras que la segunda está en manos del catalán Pere Vallès, ex CEO de Scytl, startup española especializada en voto electrónico que en 2014 levantó más de 100 millones, una cifra sin precedentes en aquella época. Después llegó el concurso de acreedores y, al final, una venta in extremis a la irlandesa Paragon a través de Service Point Solutions (octubre de 2020).
Dealroom atribuía a TravelPerk una valoración de alrededor de 1.300 millones de euros en enero de este año. A comienzos de curso levantó una ronda de 100 millones y el 18 de junio añadió otra de 126 millones. En el caso de Exoticca, Dealroom tasa a la compañía en un máximo de 365 millones. Hace un par de semanas, Vallès y su equipo anunciaban una operación de 60 millones «para consolidar el crecimiento». En ambos casos, los inversores de referencia fueron extranjeros: la nipona Softbank y las estadounidenses Blue Owl y Blackstone para TravelPerk, la francesa Quadrille Capital para Exoticca.
Si TravelPerk apuesta por un modelo de negocio B2B, ya que vende su software a esas empresas que quieren una plataforma donde centralizar todos los aspectos que rodean al viaje corporativo, Exoticca aborda directamente al consumidor-turista (B2C).
Geografía vs riqueza
Existe cierto debate sobre la verdadera naturaleza de una startup que, conforme se expande, incorpora al accionariado a fondos y corporaciones extranjeros. El corolario de esta secuencia suele ser el exit (es el caso de Glovo) o una salida a bolsa (como ocurre con Wallbox), pero también hay consenso respecto al elemento que determina la bandera que se ondea: si la sede fiscal y el grueso de la plantilla están en España, la raíz sigue siendo española, ya que es ahí donde se genera principalmente riqueza y empleo.
TravelPerk ha obtenido fuelle, desde su fundación en 2015, gracias al cierre de ocho rondas de inversión. El 80% del accionariado lo componen fondos de venture capital, el 13,4% fondos de private equity y el 6,7% business angels, según el Observatorio de Bankinter. Si se observa la procedencia de estos inversores, todos tienen sus sedes fuera, principalmente en Londres, Nueva York, Berlín, Estocolmo, San Francisco y Tokio.
Creada en 2013, Exoticca acumula seis rondas de inversión. La tarta se reparte de manera similar a su prima barcelonesa de traveltech: un 73,2% del capital proviene de fondos de VC, el 22,1% de grandes corporaciones, un 3,7% de private equity y un 1% de pledge funds (clubs de inversores). Aquí la geografía dictamina otro camino: Barcelona y Madrid son las ciudades de referencia en cuanto al origen del dinero inyectado, y Castellón aporta su granito de arena. También empujan a favor Nueva York, Londres y Milán.
