Helena Torras: «Ningún fondo de inversión puede ganar si el emprendedor pierde»
La catalana lidera en España las operaciones de The Hans(wo)men Group, gestora con marcado acento femenino
La catalana Helena Torras es una de las inversoras más relevantes de España. Hoy ejerce de responsable de The Hans(wo)men Group para el sur de Europa. Su caso es curioso: invirtió antes de ser emprendedora y hoy se desvive por las siete startups españolas que forman parte del porfolio de este family office austriaco con 120 millones bajo gestión.
Pregunta: ¿Cómo definiría a su jefe, Hansi Hansmann?
Respuesta: Es una de las personas más brillantes que he conocido. Nuestra relación nace hace más de una década y aprendo de él cada día. Destacaría su manera de pensar: es generoso a la vez que contundente. No entiende que podamos ganar si el emprendedor pierde. Queremos que todo lo que hacemos sea justo, aunque a veces no nos beneficie. Como las personas están aquí en el centro y en nuestro caso no se trata de un simple lema, el ratio de ventas de Hansi es extraordinario, muy superior al promedio de los fondos.
P: La fórmula de The Hans(wo)men Group es singular.
R: Aunque somos un family office, nuestra operativa es como la de un fondo, pero sin sus restricciones. Invertimos en emprendedores a los que incorporamos a una comunidad donde todo el mundo ayuda. Nadie inventa la rueda en el ecosistema: por donde pasa una startups han pasado otras antes. Al siguiente día de formalizar la inversión, dejamos de ser inversores para convertirnos en socios. Queremos saber lo malo antes de que pase. No me des sorpresas, dame malas noticias.
P: Seis de las siete compañías del porfolio en España están dirigidas o codirigidas por mujeres. Toda una declaración de intenciones.
R: Cuando en tus invertidas hay hombres, son hombres quienes llaman a tu puerta porque así funcionan las conexiones. En España, nosotros optamos desde el principio por buscar a esas mujeres de perfiles brillantes dispuestas a mejorar algún aspecto de la sociedad mientras su proyecto crece en paralelo. Diría que todas ellas comparten ciertos rasgos: son ambiciosas, tienen una visión clara, se rodean de los profesionales adecuados y deciden muy rápido cosas muy difíciles, siempre con un punto de humildad y generosidad.
P: ¿Cuál es su tesis de inversión?
R: Tenemos 53 invertidas, la mayoría en Austria [España es el segundo país en importancia]. Lideramos rondas en fases pre-semilla con tickets que oscilan entre 150.000 y 250.000 euros, aunque no tocamos ningún sector regulado (por ejemplo biotech). Los verticales donde estamos más presentes son healtech, edtech, recursos humanos, proptech y fintech. Invertimos en proyectos altamente escalables, pero siempre han de tener un impacto positivo.
«Nos gusta aligerar el peso de esas personas que hacen cosas maravillosas»
P: ¿Con qué frecuencia se reúne con sus emprendedoras?
R: Una vez a la semana. Sé que parece mucho. Pero nos gusta aligerar el peso de esas personas que hacen cosas maravillosas. No son reuniones de control. A veces es coaching. A veces simplemente ayudarles a verbalizar esa idea que tienen en la cabeza y no les deja dormir. O revisar un deck [las presentaciones sintetizadas de las startups a los inversores]. O preparar una ronda.
P: Usted es madre y conocerá el término ecoansiedad. ¿Estamos dejando a esas nuevas generaciones un planeta practicable?
R: Tenemos más poder del que parece para cambiar las cosas, pero debemos estar dispuestos a renunciar a ciertas comodidades. La tecnología es un habilitador, pero también una fuerza destructora. No somos conscientes de la energía que consumen los centros de datos y la IA. Hay que aceptar que el transporte sea más incómodo, que no hace falta volar a tantos sitios, que el aire acondicionado no puede estar siempre puesto. Hay que dejar atrás cosas en el día a día, poco a poco.