Purdue Pharma, tras su papel en la crisis de los opioides, lanza un fármaco para la sobredosis
La farmacéutica ha sido acusada de haber desencadenado la crisis de opiáceos que vive actualmente EEUU
En 2020, el laboratorio estadounidense Purdue Pharma se declaró culpable de tres cargos vinculados a una «conspiración de doble objeto para defraudar a los Estados Unidos y violar la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos». También de dos cargos de conspiración para violar la Ley Federal Antisoborno. EE.UU. le acusaba de desempeñar un «papel fundamental» en la crisis de los opioides a través de su medicamento OxyContin. Ahora, paradójicamente, la farmacéutica ha recibido la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para comercializar un nuevo tratamiento de rescate en casos de sobredosis debido a opioides sintéticos.
Se trata de la inyección conocida como Zurnai. El medicamento, que viene en un autoinyector de 1,5 mg, se puede usar para tratar la sobredosis tanto de opioides recetados como de opioides sintéticos, como el fentanilo, en adultos y niños de 12 años o más, ha señalado Purdue en un comunicado. Purdue se ha comprometido a proporcionarlo sin fines de lucro para la empresa.
107.000 muertes por opioides en 2023
La aprobación se produce en un momento en que los datos publicados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) hasta febrero de 2023 indican que aproximadamente el 90% de las muertes por sobredosis de opioides se debieron a opioides sintéticos, principalmente fentanilo. Al mismo tiempo, una reciente investigación publicada en el New England Journal of Medicine descubrió que las muertes por sobredosis de opioides en los EE.UU. se han duplicado entre los adolescentes. Según el informe, 22 adolescentes mueren cada semana por sobredosis provocadas por píldoras recetadas con fentanilo. Las muertes por sobredosis relacionadas con opioides aumentaron de 49.860 en 2019 a 81.806 en 2022, según la FDA.
En este sentido, el presidente y director ejecutivo de Purdue, Craig Landau, afirmó: «Zurnai puede ser una nueva herramienta importante para salvar vidas en momentos críticos. Estamos comprometidos a brindar soluciones para ayudar a abordar la crisis de sobredosis de opioides y estamos trabajando para proporcionar Zurnai sin fines de lucro para la empresa».
EEUU frena un acuerdo con Purdue Pharma
Esta aprobación se produce menos de dos meses después de que la Corte Suprema bloqueara un acuerdo de quiebra multimillonario para Purdue Pharma y su familia fundadora, los Sackler. El pacto implicaba que los Sackler aportasen hasta 6.000 millones de dólares (unos 5.600 millones de euros) para la reestructuración de la empresa, que destinaría sus ganancias a la prevención y tratamiento relacionados con la epidemia de los opioides. Sin embargo, el acuerdo propuesto blindaba a la familia de responsabilidad frente a posibles reclamaciones y demandas vinculadas a la crisis nacional de opiáceos. No obstante, posteriormente, la Administración de Joe Biden impugnó el acuerdo y el Supremo le dio el pasado junio la razón.
La crisis de los opioides es uno de los mayores problemas de salud pública de los últimos años en Estados Unidos. El comienzo del fenómeno fue el analgésico recetado OxyContin, producido por la compañía Purdue Pharma, propiedad de la familia Sackler, que lo introdujo al mercado en 1996 y lo publicitó agresivamente como analgésico supuestamente inofensivo. Ya entre 1999 y 2008, el número de muertes por sobredosis, así como la venta y el abuso de analgésicos aumentaron considerablemente. Desde 2015, hay más muertes por heroína en los Estados Unidos que por accidentes automovilísticos y armas.
En 1996, el primer año en que estuvo en el mercado, OxyContin produjo 45 millones de dólares en ventas para Purdue. Ya en 2000 generó 1,1 billones en ingresos. En 2010 los beneficios subieron a 3,1 billones.
En 2020, Purdue Pharma aceptó declararse culpable en un tribunal federal de un delito grave de tres cargos vinculados a una «conspiración de doble objeto para defraudar a los Estados Unidos y violar la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos». También de dos cargos de conspiración para violar la Ley Federal Antisoborno.
Como parte de la decisión, Purdue recibió una multa penal de 3.500 millones de dólares, además de una confiscación penal adicional de 2.000 millones de dólares, un castigo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos calificó en ese momento como la «mayor sanción jamás impuesta contra un fabricante farmacéutico».