Miles de cripto-proyectos mueren
Un estudio revela que más del 65% de las criptomonedas que se han lanzado al mercado han fracasado
Representación gráfica de un bitcoin. | Piero Nigro (Zuma Press)
El mundo de las criptomonedas ha experimentado una montaña rusa de emociones en los últimos años, con momentos de euforia seguidos de caídas estrepitosas. Un estudio realizado por Alphaquest y Storible ha arrojado luz sobre la cruda realidad del sector, y apunta que más del 65% de los proyectos de criptomonedas han fracasado desde su creación. Esta cifra pone de manifiesto la volatilidad y los riesgos inherentes a este mercado en constante evolución, en el que algunos activos como Bitcoin o Ethereum siguen una tendencia alcista en el largo plazo, mientras que la mayoría de criptomonedas se quedan por el camino con depreciaciones del 90 o incluso el 95%.
El declive del mercado
El auge de las criptomonedas alcanzó su punto álgido durante el período 2020-2021, considerado por muchos como una «era dorada» para el sector. Este punto conserva un comportamiento similar al vivido en 2017 y 2018, y al esperado en 2024 y 2025 debido a los ciclos que experimenta el mercado, marcados por la emisión de monedas de Bitcoin. Sin embargo, este último período de bonanza de 2021 también sembró las semillas de su propia destrucción. Según el estudio de Alphaquest y Storible, el 72% de los proyectos nacidos durante este boom han muerto, lo que representa una tasa de fracaso alarmante. Concretamente, de los más de 12.000 proyectos analizados, 8.854 fueron declarados difuntos.
Esta alta tasa de fracaso, aunque impactante, no es del todo sorprendente si se contextualiza con empresas emergentes. En este sentido, está alineada con la tasa de fracaso de las startups tradicionales, donde 9 de cada 10 no sobreviven los primeros años, según un estudio global de Startup Genome. La facilidad para crear tokens y lanzar ICOs o «Initial Coin Offering» ha contribuido a esta sobrepoblación en el mercado cripto, permitiendo que proyectos con propuestas de valor pobres recauden grandes sumas de capital en momentos de euforia inversora.
Este fenómeno no es exclusivo de las criptomonedas; de hecho, guarda similitudes con lo ocurrido en el mercado de valores tradicional con la fiebre de las SPACs (Special Purpose Acquisition Companies) hace un par de años. Estas compañías de adquisición de propósito especial recaudaron enormes cantidades de capital, pero muchas de ellas han dejado como resultado infinidad de «acciones zombie» cotizando en el mercado, de manera similar a lo que ocurre con muchas criptomonedas que, aunque técnicamente siguen existiendo, carecen de actividad real o perspectivas de futuro.
Las causas de la mortalidad
El estudio identifica varias razones detrás de la desaparición de estos proyectos. La falta de liquidez es un factor crucial, con el 92,6% de las monedas muertas sufriendo de baja liquidez o volumen de negociación, lo que indica un desinterés generalizado por parte de los inversores. La inactividad en redes sociales también juega un papel importante, con más de la mitad de las criptomonedas fallidas mostrando cuentas de Twitter o sitios web inactivos o eliminados, señal de abandono por parte de sus creadores.
Estos factores son síntomas de un problema más profundo, como es la falta de una propuesta de valor sólida y sostenible. Muchos proyectos se lanzaron al mercado con la intención de generar ganancias a corto plazo, aprovechando la irracionalidad que a menudo caracteriza al mundo de la inversión en criptomonedas. La facilidad para crear tokens y lanzar ICOs ha permitido que proyectos sin un valor real recauden fondos rápidamente, solo para desinflarse cuando el mercado se vuelve más realista y exigente.
Categorías más afectadas
Ciertos sectores dentro del ecosistema cripto han demostrado ser particularmente vulnerables. Los proyectos relacionados con video y música, así como las stablecoins respaldadas por activos, han experimentado tasas de mortalidad del 75%, según el informe y los datos del mercado. El metaverso, a pesar de su popularidad inicial, ha visto cómo más de la mitad de sus proyectos han fracasado, demostrando que incluso las tendencias más populares no están exentas de riesgos.
Sin embargo, esta aparente sobrepoblación y alta tasa de fracaso no implica necesariamente que el mercado de criptomonedas esté saturado. Aplicando un ratio de supervivencia conservador, podría haber entre 1.000 y 1.500 proyectos con potencial real entre las 20.000 a 30.000 monedas que cotizan actualmente. Esta cifra es comparable a un tercio o la mitad de las empresas que cotizan en el Nasdaq, un mercado mucho más maduro y consolidado.
A futuro, es probable que aumente el número de activos criptográficos en el mercado, especialmente en forma de todo tipo de tokens, impulsados por el fenómeno de la tokenización de la economía y los «real world assets». Sin embargo, la progresiva madurez del sector también implicará que la proporción de activos con valor real que coticen sea cada vez mayor respecto al total. El desafío para inversores y desarrolladores será identificar aquellos proyectos que realmente aporten soluciones innovadoras y sostenibles en la economía digital, distinguiéndolos de aquellos destinados a desaparecer en las profundidades de cada mercado bajista que de forma cíclica se repite.
