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Botín se sube a la ola verde y a la inteligencia artificial con una inversión en una firma francesa

El año pasado decidió hacer una pequeña aportación de 55.297 euros para adquirir acciones de la plataforma CO2 AI

Botín se sube a la ola verde y a la inteligencia artificial con una inversión en una firma francesa

La presidenta del Santander, Ana Botín. | Europa Press

Ana Botín no quiere desaprovechar el boom de las energías verdes y el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) con una inversión en una plataforma francesa de medición de emisión de carbono y soluciones sostenibles. La banquera, presidenta del Santander, desembolsó una pequeña cantidad de su fortuna en CO2 AI el año pasado, en el marco de una ampliación de capital a través de una de sus compañías, Cronje.

En concreto, de acuerdo con las cuentas de este firma a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, Botín aportó 55.297 euros para hacerse con una participación minoritaria. Compró 35 acciones por un precio de suscripción de 1.579,93 euros cada una, con lo que respaldó el proyecto creado en 202o por Boston Consulting Group para desarrollar sistemas para la descarbonización del planeta utilizando herramientas altamente tecnológicas.

La presidenta del Santander, con esta apuesta se sube a la ola verde y de la IA y realiza una leve diversificación del vehículo con el que tiene la mayor parte de los títulos del banco. Ostenta una participación del 0,2% del grupo financiero que lidera. Además, a través de Cronje, también está presente desde hace dos decenios en Mega Cuadro, una sociedad de comercio al por menor especializada en obras de arte, con un 5,91% del capital.

Esta compañía de Ana Botín, que forma parte de su holding Pérgamo Inversiones, registró en 2023 unas pérdidas de 2,8 millones de euros, ligeramente superiores a las de 2022, debido a unos mayores ajustes en la valoración de los activos, según la memoria anual depositada recientemente en el registro mercantil y aportada por Insight View. Por contra, su conglomerado de empresas sí dejó los números rojos atrás y ganó el año pasado 26 millones.

CO2 AI se conformó en 2023 como sociedad autónoma y su sede está ubicada en París, aunque su intención es ofrecer sus servicios en España, Estados Unidos, Alemania y Países Bajos. Gracias a esta transformación, promovida por Boston Consulting, Botín entró en su accionariado junto a otras firmas de capital riesgo en el marco de una ronda de financiación.

El pasado mes de junio anunció su primera solución integral para calcular las emisiones usando la Inteligencia Artificial. Según explicó la firma gala, «su motor de cálculo avanzado enriquece los datos sin procesar y asignar las emisiones a lo largo del ciclo de desarrollo del producto». «Mediante la IA generativa, combina los factores de emisión relevantes con los datos del producto en minutos, un proceso que antes llevaba meses», explicó.

Ana Botín defiende desde hace años la importancia de combinar la tecnología en los procesos empresariales y la necesidad de la economía de reducir la contaminación, por lo que no es de extrañar que desde el pasado ejercicio haya decidido impulsar con su inversión -por pequeña que sea- un proyecto de estas características, que ofrece soluciones a grandes corporaciones industriales. Entre el centenar de clientes con los que cuenta CO2 IA se encuentran marcas mundiales, como la distribuidora de bebidas Pernod Ricard; la acerera Arcelor Mittal; y la cadena hotelera Accor.

La cantidad desembolsada es muy poca si se compara con la fortuna que atesora la banquera. Solo las acciones que posee del Santander están valoradas a precio de mercado en casi 150 millones de euros, después de la subida en Bolsa de la cotización en los dos últimos años por el abrupto incremento de los tipos de interés. Gracias a ello, el banco ha elevado la rentabilidad y en el primer semestre de 2024 obtuvo unos resultados de 6.059 millones. Para el conjunto del ejercicio, la entidad aspira a superar los 12.000 millones de ganancias, tal y como la propia presidenta dejó caer en enero, durante la presentación de las cuentas de 2023.

Además, Ana Botín cuenta con otros activos y negocios, entre ellos inmobiliarios. Hace año y medio, decidió traspasar a su hijo mayor, Felipe Morerés, algunas de las propiedades que tenía. Le transfirió Oquendo, una firma que se dedica a la explotación de fincas agrícolas. Con este movimiento daba protagonismo a la siguiente generación de los Botín en los negocios familiares. Un paso que fue meses después ampliado con el nombramiento de su primogénito como consejero suplente de la filial de Santander en México.

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