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Economía

Rusia condiciona el contrato de gas de Naturgy a la posición de Sánchez con Ucrania

El embajador en España, Yuri Klimenko, asegura además que su país no ha estado detrás de la opa húngara sobre Talgo

Rusia condiciona el contrato de gas de Naturgy a la posición de Sánchez con Ucrania

El embajador de Rusia en España, Yuri Klimenko. | Embajada de Rusia

En febrero se cumplirán tres años de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Desde entonces, Occidente -con EEUU y la Unión Europea a la cabeza- ha aprobado sanciones para aislar y asfixiar política y económicamente al país gobernado por Vladimir Putin. Una situación que ha frustrado algunas operaciones corporativas de calado en España y que ha puesto bajo el foco contratos que afectan a compañías de nuestro país, como la opa del consorcio húngaro, Ganz-Mavag, por la empresa de fabricación de trenes, Talgo, y el acuerdo de gas entre Naturgy y la rusa Novatek hasta 2041.

El embajador de Rusia en España, Yuri Klimenko, en conversación con THE OBJECTIVE sobre la relación económica y empresarial entre España y Rusia, rechaza que vaya a haber una revisión del contrato entre Naturgy y la compañía rusa Novatek, aunque deja la puerta abierta a que este se rompa si así lo decide el Gobierno de España. Un importante contrato firmado en 2013, que concluye en 2041 y que comenzó a ejecutarse en 2018, por el que Rusia se compromete a exportar 2,5 millones de toneladas al año, es decir, 3.500 millones de metros cúbicos de gas natural.

«Rusia ha demostrado que es un socio económico fiable que siempre cumple con los compromisos adquiridos. De la misma manera, los operadores económicos rusos cumplen con los contratos y acuerdos firmados con sus socios extranjeros, incluyendo los de los países que se han mostrado no amistosos. Por eso, ahora no veo ninguna premisa para que el contrato a largo plazo entre Novatek y Naturgy sea revisado», apunta.

Sin embargo, el embajador ruso en España se muestra escéptico sobre si este se cumplirá. «No podemos ser responsables de las acciones y decisiones de la parte española, cuyas autoridades hicieron repetidos llamamientos para que las empresas energéticas nacionales renunciaran a comprar GNL (gas natural líquido) ruso. Sin duda alguna, tal medida, ante todo, tendría consecuencias negativas para el sector energético español, teniendo en cuenta que Rusia actualmente es uno de los mayores proveedores de gas para España».

Los expertos energéticos subrayan la importancia del gas en España. Este se destina para temas industriales, usos domésticos y para la cogeneración y los ciclos combinados. Esta última tecnología, y tal y como se puede apreciar en el Pniec (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), es clave para llevar a cabo la transición energética marcada por el Ejecutivo, que dará salida del mix a la nuclear. No obstante, los especialistas argumentan que a Rusia tampoco le interesa romper sus contratos porque con ello financian la guerra.

Veto a la opa húngara a Talgo

Por otro lado, sobre el veto del Gobierno a la entrada de capital húngaro en Talgo por conexiones con Rusia, Klimenko asegura que «hasta hace poco, los países occidentales, entre ellos España, hacían hincapié en el concepto de ‘Estado de derecho’, la protección del derecho internacional y la promoción de la cooperación abierta en el ámbito de comercio e inversiones. Pero ahora lo suplantan enérgicamente por el ‘orden basado en reglas’».

Además, hace un énfasis en el uso de relacionar a Rusia para vetar operaciones. «Nosotros no consideramos que el derecho y el ‘orden basado en reglas’ sean lo mismo. El problema es que no sabemos quién inventa esas ‘reglas’, y se combinan selectivamente según las necesidades actuales de los autores de dicho término. Cuando se habla de acusaciones de ‘vínculos con Rusia’, ¿sobre qué se basan?, ¿sobre el derecho o las ‘reglas’? De todas formas, no comentamos las decisiones internas de España, pero no vamos a aceptar el concepto de ‘orden basado en reglas’ impuesto por el Occidente», añade Klimenko.

El embajador subraya el «bajo nivel» de las relaciones comerciales entre España y Rusia: «Atraviesan una etapa de profunda crisis. Como una de las víctimas más evidentes de esa crisis, cayó la cooperación económica y, en particular, el comercio bilateral. Debido al efecto negativo de las sanciones de la Unión Europea contra nuestro país, totalmente ilegítimas y contrarias al derecho internacional, esta sigue desplomándose de una manera constante. Según la estadística oficial española, el volumen del intercambio comercial en enero y julio de 2024 disminuyó un 28% (respecto al mismo período de 2023), situándose en 1.916 millones de euros, las exportaciones rusas a España cayeron un 32,9%, hasta los 1.448,6 millones de euros, y los suministros desde España un 8,9%, hasta solamente 468,1 millones de euros».

Por último, Klimenko enfatiza los efectos negativos que ha tenido para España su portazo al mercado ruso: «Si echa un vistazo a las negativas estadísticas del comercio bilateral e intercambio de inversiones, no hace falta ser un gran experto para entender que España ha perdido a un importante y fiable socio económico. Tras alinearse con la política poco perspicaz de sanciones antirrusas impuesta por Washington y Bruselas, España, de hecho, se ha pegado el tiro en su pie, sacrificando los intereses nacionales y privando su economía de uno de los mercados importantes para sus exportaciones, así como de más de un millón de turistas rusos, que aquí siempre se consideraban como unos de los que más gastaban».

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