Los datos de deuda y déficit desmontan el triunfalismo económico del Gobierno
El tipo de interés medio de la deuda en circulación ha crecido un 28,64% desde enero de 2023 a agosto de 2024
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. | Europa Press
Sin senda fiscal a la vista y sin enviar aún a Europa el Plan de Reequilibrio que recoja las previsiones de crecimiento del Gobierno, los buenos datos macroeconómicos de la semana pasada han quedado cuestionados por los últimos ofrecidos por el Banco de España. Estos datos sobre la marcha de la deuda pública y los del propio INE señalan que el déficit público consolidado de la Administración Central, comunidades autónomas y Seguridad Social -incluida la ayuda financiera- ha cerrado este mes de julio en el 2,34% del PIB. Es decir, por encima del 2,27% registrado en el mismo periodo de un año antes, con 37.099 millones de euros, un 8,9% más.
Tanto las cifras de la deuda pública como del déficit del Estado desmontan el triunfalismo económico de hace apenas unos días en los que el Instituto Nacional de Estadística revisó al alza al 2,7% el crecimiento del PIB en 2023, al 6,2% el de 2022 y al 6,7% el de 2021. Poco más tarde, era el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien tras el Consejo de Ministros anunciaba la aprobación de una nueva actualización de las previsiones macroeconómicas del Gobierno para los próximos tres años, fijando para 2024, muy en la línea de la OCDE, un crecimiento del PIB del 2,7%, tres décimas por encima de la estimación anterior.
Los últimos datos registrados por el Banco de España, institución que gobierna el exministro de Pedro Sánchez, José Luis Escrivá, no reflejan ese crecimiento. Este lunes el organismo supervisor daba a conocer los números que afectan a la deuda de las Administraciones públicas según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), cifra que ha alcanzado a finales de junio de 2024 un saldo de 1.626 miles de millones de euros. Lo que quiere decir que, utilizando el PIB nominal acumulado de los últimos cuatro trimestres, la ratio deuda/PIB se sitúa en el 105,3% en el segundo trimestre de 2024, 0,2 puntos porcentuales más que a finales de 2023, mientras que la tasa de crecimiento del saldo de deuda ya es un 3,6% mayor en términos interanuales.
El director del Observatorio de la Universidad Francisco de Vitoria, José María Rotellar, explica esta relativa ‘contradicción’ a THE OBJECTIVE. En su opinión, «los datos macro no son tan buenos como se atribuye el Gobierno, sino maquillados. ¿Y cuál es el maquillaje? Pues en gran parte, el gasto público. ¿El gasto público qué genera? Pues déficit. Y el déficit lo que origina es deuda. Ahí lo tienes».
La clave: la deuda en circulación
El economista Santiago Sánchez López se detiene en la deuda pública y precisa que «el volumen de la misma no ha dejado de crecer, como tampoco el coste de los intereses». Solo hay que estudiar la información que da la Secretaria General del Tesoro para observar, con luz y taquígrafos, cómo la deuda del Estado en moneda nacional y el tipo de interés medio de la deuda en circulación se han comportado.
«Así -añade Sánchez López-, en el caso del tipo de interés medio, en enero de 2023 estaba a 1,714, y ahora, en agosto de 2024, está en 2,209. En cuanto a los bonos, en enero de 2023 estaban a 0,222, y en agosto de este año al 1,614. Respecto a las letras, según la información del Tesoro, el dato habla de un valor del 1,078 en enero de 2023 y, de 3.446 en agosto de 2024. De manera que -apunta este experto en fondos europeos-, calculado en porcentajes, bien podemos decir que el tipo de interés medio de la deuda en circulación ha crecido un 28,64% desde enero de 2023 a agosto de 2024».
En opinión del economista y colaborador de este diario Diego Barceló Larrán, «nuestra economía está repitiendo, con algunos matices, lo que pasó en 2005-2007. Es decir -indica-, éramos los que más crecíamos de Europa y los que más empleo creábamos, aunque la productividad caía. Pero eso fue insostenible y se financió con deuda privada (entrada al euro, tipos de interés reales negativos, etc.). Ahora ocurre algo similar, pero lo que financia la ilusión del crecimiento es el aumento de la deuda pública».
No obstante, apunta Barceló, «también hay ahora un elemento de suerte, por la llegada de turistas extranjeros (5,7 millones más en enero-julio, comparado con el mismo período de 2023)».
«España no crece, se endeuda»
Para Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, estos datos de deuda y de déficit públicos «lo que significan es que España no crece, la endeudan. Y además -subraya- estos datos que nos dan incluyen ya la revisión retroactiva del PIB que ha hecho el INE. Es decir, que incluso con la gigantesca revisión al alza del PIB, la deuda sigue creciendo. Es alucinante», manifiesta.
También se fija en el gasto público el economista Javier Santacruz, otro de los colaboradores de TO. Santacruz sostiene que, tal y como está nuestra economía, «necesita emitir deuda como un demonio. Y eso coincide con que en la revisión estadística lo que más ha subido es el consumo público».
Finalmente, en este marco de deuda y de déficit cero, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, reclamó que tanto el Gobierno como las comunidades autónomas «tienen que marcarse el objetivo de déficit cero, después de la exigencia de Junts al Gobierno para que se dé a las autonomías un tercio del total del déficit».
Para Pich, la propuesta de Junts forma parte de la «normalidad del juego político» en un Estado descentralizado, pero subraya que España padece «la enfermedad de déficit permanente desde el año 2008» y que la última pandemia «demostró que se necesitan billetes para cuando haya problemas».
