El 'exchange' FTX cierra su capítulo de bancarrota
Mientras los mercados reaccionan con cautela, el token asociado FTT sorprende con un inesperado repunte
Sam Bankman-Fried, el expresidente de FTX condenado a 25 años de prisión por fraude. | Lev Radin (Zuma Press)
El juez John Dorsey del Tribunal de Bancarrotas de Estados Unidos ha puesto fin a dos años de incertidumbre al aprobar el plan de pago a los acreedores de la empresa FTX, marcando así el cierre de uno de los capítulos más turbulentos en la historia de las criptomonedas. La decisión, que permitirá distribuir entre 14.700 y 16.500 millones de dólares, ha generado reacciones mixtas en el mercado y entre los afectados, reflejando la complejidad y las contradicciones inherentes a este caso sin precedentes por su gran magnitud.
Final agridulce para los acreedores
El plan aprobado por el juez Dorsey promete devolver a los acreedores hasta el 119% del valor de sus reclamaciones, basándose en el precio de las criptomonedas en noviembre de 2022, cuando FTX se declaró en bancarrota. Esta decisión, aunque aparentemente generosa, ha generado controversia entre algunos inversores que esperaban recuperar sus activos digitales en especie.
La razón detrás de esta decisión, según Steven Coverick de Alvarez & Marsal, es simple pero frustrante para muchos, y es que la empresa FTX nunca tuvo realmente las criptomonedas que decía tener. Como resultado, comprar estos activos en el mercado abierto para devolverlos a los usuarios habría provocado un aumento artificial de los precios, complicando aún más el proceso de compensación.
Esta resolución ha dejado un sabor amargo en muchos inversores que han visto cómo el valor de Bitcoin y otras criptomonedas se ha disparado desde el colapso de FTX. Con Bitcoin cotizando ahora alrededor de los 62.400 dólares, muy por encima de los 20.000 de noviembre de 2022, muchos sienten que han perdido una oportunidad significativa de capitalizar el recorrido alcista de estos casi dos años.
Reacciones dispares
Pese a la más que esperada resolución judicial del caso, la reacción del mercado cripto ha sido, en general, cautelosa. En las horas siguientes Bitcoin experimentó una ligera caída del 1,7%, cotizando alrededor de los 62.400 dólares, mientras que Ethereum bajó un 1,3%, situándose en los 2.430. Por su parte, Solana, otra criptomoneda de gran capitalización y estrechamente vinculada a FTX, sufrió una caída del 2,1%, llegando a los 145 dólares.
Sin embargo, la sorpresa del día vino de la mano del token FTT, la criptomoneda nativa del exchange FTX. A pesar de que el juez Dorsey declaró explícitamente que el valor de FTT «no sería otro que cero», el token experimentó un sorprendente aumento del 20,1%, alcanzando una cotización de 4,60 dólares. Este movimiento contradictorio subraya la naturaleza impredecible y a menudo irracional del mercado de criptomonedas, apreciando en este caso la moneda de una empresa en bancarrota.
Lecciones aprendidas
El cierre del caso de FTX marca sin duda un hito importante en la maduración del ecosistema cripto. De hecho, John Ray, el ejecutivo contratado para liderar la empresa a través del proceso de bancarrota, calificó la distribución de activos como «la más grande y compleja en la historia de las bancarrotas».
Esta experiencia ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor regulación y transparencia en el sector. La decisión de no reiniciar el proyecto tras FTX bajo ningún nombre, como confirmaron los abogados durante la audiencia, subraya la importancia de la confianza y la integridad en el funcionamiento de los exchanges de criptomonedas centralizados.
A pesar de la controversia sobre los pagos en efectivo en lugar de en criptomonedas, la gran mayoría de los acreedores apoyaron el plan de reorganización y distribución de fondos. Esto sugiere que, para muchos, la certeza de recuperar una parte significativa de los depósitos, que algunos daban por perdidos, supera el deseo de especular con posibles ganancias futuras.
Un nuevo capítulo
El cierre del caso FTX marca el fin de una era tumultuosa para las criptomonedas, que comenzó hace dos años, pero también el comienzo de una nueva fase de madurez y escrutinio. La industria se enfrenta ahora al desafío de reconstruir la confianza de los inversores y demostrar que ha aprendido de los errores del pasado.
Mientras tanto, el inesperado repunte del token FTT sirve como un recordatorio de la naturaleza volátil e impredecible del mercado cripto. A pesar de ser calificado como un activo sin valor por un juez, algo a todas luces sensato, teniendo en cuenta el recorrido de la empresa, el token ha encontrado una nueva vida en el mercado, desafiando la lógica convencional y subrayando la complejidad del ecosistema de las criptomonedas.
En última instancia, el caso FTX quedará como un capítulo crucial en la historia de las criptomonedas, ofreciendo lecciones sobre la gestión de riesgo, la regulación y la importancia de la transparencia en un mercado en constante evolución.
