El PSOE exige un plan de apoyo al olivar de montaña para favorecer su competitividad
Miguel Ángel Gallardo critica al Gobierno de Extremadura por la demora en la entrega de ayudas al sector
El secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo. | Europa Press
El secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, ha destacado la necesidad de implementar un plan específico para el olivar de montaña que permita competir en calidad con el cultivo superintensivo. Durante su visita a la empresa aceitunera Acenorca en Montehermoso, Cáceres, el líder socialista ha afirmado: «El olivar de montaña no puede competir nunca con el superintensivo en cantidad, pero sí lo puede hacer en calidad». Este plan no solo busca mejorar la competitividad del sector, sino también contribuir a la repoblación de la región, asegurando la sostenibilidad del mundo rural y permitiendo que las personas puedan permanecer en sus lugares de origen sin necesidad de emigrar.
El líder regional del PSOE ha subrayado la importancia de realizar estudios de costes «reales» para garantizar beneficios para los productores, especialmente en el norte de Extremadura, donde los agricultores están particularmente preocupados por la especificidad del olivar de montaña. Gallardo ha destacado la necesidad de que las ayudas gubernamentales para la renovación agrícola y el relevo generacional se entreguen de manera ágil y efectiva.
Gallardo ha criticado la demora en la entrega de ayudas, que en ocasiones supera los cuatro años, lo que a su juicio desvirtúa el propósito de estas subvenciones: garantizar el relevo generacional. «Han puesto ejemplos de cómo se tardan más de cuatro años en aportar esas ayudas. Por lo tanto, se pierde claramente lo que es el motivo por el que se ayuda al agricultor, que es precisamente garantizar ese relevo generacional. Y, en definitiva, lo que quieren es que se valore el producto que se realiza. Y debemos valorizarlo», ha subrayado.
En relación con la valorización del producto, Gallardo ha señalado que las cooperativas de segundo grado, como Acenorca, juegan un papel crucial, ya que no solo dan valor al productor sino también al producto final. «Extremadura necesita no solamente producir y producir bien, que ya lo hace, sino saber y vender bien. Producir, transformar y vender», ha añadido, poniendo a Acenorca como un ejemplo claro de este enfoque.
