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Trilantic rechaza la oferta de Sidenor por Talgo y pide los cinco euros por acción de Magyar

La siderúrgica cuenta con escasos recursos para subir su propuesta lo que deja a la SEPI y al Gobierno vasco a la espera

Trilantic rechaza la oferta de Sidenor por Talgo y pide los cinco euros por acción de Magyar

Talgo.

Trilantic ha rechazado la oferta de la vasca Sidenor por su 29% en Talgo al considerar que los cuatro euros por acción ofrecidos están por debajo del precio potencial de la compañía. Una situación que complica una operación que no está cerrada, como ya adelantó THE OBJECTIVE este fin de semana. El fondo indica que como mínimo se debería poner sobre la mesa los cinco euros de la opa de la húngara Magyar Vagon que fue vetada por el Gobierno. Ésta valoraba la compañía en 620 millones, mientras que la propuesta actual lo hace en 500 millones. Actualmente, el operador ferroviario cotiza en 429 millones.

Sidenor trasladó a Trilantic una oferta para adquirir su participación del 29,9% en el fabricante de trenes a un precio que ronda los 150 millones de euros. En octubre se confirmó que Talgo había recibido una manifestación de interés por parte del grupo industrial siderúrgico para adquirir todo o una parte del capital social de la compañía. Ahora, según ha informado Expansión se ha rechazado la oferta. Este diario ha intentado ponerse en contacto con Trilantic durante toda la mañana de este lunes, aunque todavía sin éxito.

En la opa fallida de Talgo, el grupo húngaro Magyar Vagon presentó una oferta a un precio de cinco euros por acción para hacerse con el 100% del fabricante ferroviario, lo que suponía valorar la compañía española en 619 millones de euros. Actualmente, el mayor accionista de Talgo es Pegaso, una sociedad formada por el fondo Trilantic, la familia Abelló y algunos miembros de los Oriol (fundadores de Talgo), con un 40,2% del capital. Un grupo de accionistas que rompen su pacto de unión de capital en un mes.

Paquete accionarial

La compra de todo este paquete accionarial, al superar el 30%, obligaría a lanzar una opa, por lo que siempre se ha apuntado como una de las opciones que Trilantic, que entró en Talgo en 2006 y lleva años intentando salir del capital, podría negociar por su cuenta la venta de su participación.

Sin embargo, tras el rechazo de Trilantic, adelantado por Expansión, la situación se complica. Este diario ya adelantó este fin de semana que Sidenor no está dispuesta a pagar más de 150 millones por Talgo y no subirá del 29%. Al mismo tiempo, busca socios para compartir el coste de la compra ante sus estrecheces de caja, por lo que este diario también publicó que la operación no estaba del todo clara.

Incluso si es que la oferta de Sidenor es aceptada (algo que al precio ofertado no pasará) todavía faltan recursos para poder afrontar la cartera de pedidos de Talgo, valorada en 4.000 millones de euros. Precisamente, por ello el Gobierno está buscando por su cuenta un socio financiero que pueda sumarse a la propuesta de los vascos y dar ese plus de competitividad que la siderúrgica no está dispuesta a abordar de momento.

Situación de Sidenor

Los números reflejan que Sidenor tendrá imposible afrontar la operación con sus propios recursos y menos subir su oferta. Según sus cuentas de 2023, tiene una tesorería de apenas 87 millones y unas reservas de 147, además de una deuda de 142 millones. La compra ya es de por sí compleja porque supone que la siderúrgica digiera una sociedad como Talgo de similar tamaño.

Siempre con los resultados del año pasado, la primera facturó 933,9 millones, mientras que el fabricante de trenes ingresó 652 millones. Los números no dan si no se consigue el apoyo de algún fondo -de esos que no gustan en la Moncloa– o una financiación bancaria que pueda ser asumible en el medio plazo. En el caso de Talgo, los resultados del tercer trimestre publicados la semana pasada elevaron la deuda financiera neta estimada para 2024 hasta en cinco veces su Ebitda, desde las 2,5 veces que tenía hace solo un año.

Cuentas de Talgo

Del mismo modo, el operador ferroviario mantiene un capex de apenas 30 millones por segundo año consecutivo, lo que refleja que la capacidad inversora se estanca al mismo tiempo que aumenta su endeudamiento. Al cierre de 2023, solamente las deudas con entidades de crédito representaron 393 millones. El fabricante también necesita nuevos contratos y la entrada de Sidenor por sí sola no los garantiza.

La negativa de Trilantic y el escaso margen para mejorar su oferta devuelve las miradas a la SEPI y al Gobierno vasco. No sería difícil que con una inversión de 100 a 200 millones los dos organismos públicos solucionaran los problemas, pero todavía no hay voluntad pública hasta quemar todas las naves en el sector privado. Los dos han manifestado su interés de participar en la operación, pero sin dar plazos, ni cifras, ni detalles de su eventual inversión.

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