Duro Felguera estudia provisionar la demanda de Argelia para volver a cotizar en el mercado
La compañía asturiana tendría que asumir fuertes pérdidas para 2024, aunque no vería afectado su patrimonio
Duro Felguera estudia provisionar el laudo que abrió Argelia a comienzos de este mes para enviar tranquilidad al mercado y lograr que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) levante la suspensión de su cotización, según ha podido saber THE OBJECTIVE en fuentes al tanto de estos movimientos. La ingeniería asturiana comunicó al regulador a primera hora del lunes -con 15 días de retraso- que Sonelgaz Production d’Electricité (SPE) había planteado un arbitraje, lo que sumado a los rumores de preconcurso, generaron que la compañía cayera hasta un 20% en la Bolsa de Madrid hasta que se paralizó su negociación.
Esta operación contable se trabaja en paralelo a la búsqueda de una inyección de liquidez que les salve del preconcurso, un rumor que se instaló en el mercado durante toda la semana pasada y comienzos de ésta. Como ya informó este diario, Duro Felguera estudia la entrada de recursos de sus socios mayoritarios (liderados por los mexicanos de Prodi), o bien un salvavidas público de la SEPI o garantías de avales y de liquidez del ICO y Cesce, respectivamente.
El 10 de noviembre SPE presentó el arbitraje ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia (CACI) por el que solicitó el levantamiento de la suspensión del contrato, la reanudación de los trabajos de la planta de central energética de Djelfa y una indemnización de 349,2 millones de euros y 8.956 millones de dinares argelinos (otros 64,1 millones de euros). Este varapalo comercial no tiene un impacto inmediato en sus cuentas, pero la forma en la que lo contabilice Duro Felguera está bajo la lupa del mercado y del regulador.
Acciones de Duro Felguera
Las fuentes consultadas por este diario indican que el proyecto de Djelfa siempre ha estado en el foco de la CNMV, un contrato firmado en 2014 por 540 millones, pero que desde entonces nunca se ha podido ejecutar de manera continuada por los diferentes impagos y arbitrajes cruzados interpuestos y que -a ojos del regulador- nunca ha estado correctamente reflejado en las cuentas de la compañía.
A finales de 2021, la empresa española retiró otro arbitraje planteado por el anterior equipo de gestión y se puso a construir de nuevo bajo la esperanza (sin ninguna firma oficial) de que Argel se pusiera al día en los pagos. Pero a mediados de 2022, Pedro Sánchez cambió la neutralidad de España en el Sáhara y el país africano bloqueó las transacciones comerciales con empresas españolas. Y ahora el arbitraje ha venido del lado de Argelia.
En cualquier caso, e independientemente de quien tenga razón, Duro Felguera presentará su escrito de oposición a la solicitud de arbitraje antes del próximo 10 de diciembre y rechazará la reclamación de SPE al entender que la suspensión del contrato por parte de Duro Felguera es conforme a derecho por los incumplimientos en que ha incurrido Argelia. Asimismo, solicitará la correspondiente indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Avales del proyecto
Fuentes del mercado consultadas creen que si Duro Felguera provisiona convenientemente este arbitraje, tras comunicarlo al mercado, podrá volver a cotizar y recuperará parte de la confianza perdida de los inversores. Sin embargo, el cálculo de este apunte contable es complejo, ya que todo tiene que estar avalado por el auditor de compañía y por un asesor legal externo que debería hacer la valoración necesaria.
Las provisiones son en realidad una reserva de dinero que una empresa hace ante futuros gastos que podría tener principalmente por litigios. En el caso de Djelfa, todo depende de la contrademanda que ponga Duro Felguera y el saldo que se produzca con las reclamaciones de los argelinos. Ante la complejidad de este cálculo, es probable que la CNMV acepte unas provisiones provisionales hasta que concluyan los estudios definitivos.
Visto este panorama, una buena solución para Duro Felguera sería que provisione solamente el importe de los avales para este proyecto, que está cercano a los 60 millones de euros, y así evitar problemas en el futuro. Al ser provisiones, el impacto sobre la caja de la compañía sería nulo, por lo que no agravaría los problemas patrimoniales de la empresa, aunque sí que significaría reconocer abultadas pérdidas en los resultados que se presenten en 2024. Un curso en que ya han registrado un desequilibrio de 26 millones en los primeros seis meses del año.