La aceitera Dcoop dispara su producción de leche de cabra un 126% en apenas diez años
La cooperativa ha pasado de producir 24 millones de litros de esta leche en 2014 a más de 54 millones este año
Hace apenas diez años, Dcoop, la cooperativa española que conforma el mayor productor mundial de aceite de oliva virgen extra, no sabía nada acerca de la leche de cabra. Hoy producen más de 54 millones de litros, lo que les convierte en uno de los principales actores del sector en España. En 2014 una cooperativa del sector caprino contactó con ellos solicitándoles su ayuda. «Vinieron a pedirnos ayuda; nosotros no sabíamos nada de leche de cabra, pero sí les podíamos ayudar a organizarse», explica Rafael Sánchez Puerta, director general de Dcoop, en conversación con THE OBJECTIVE.
«Desde entonces el crecimiento ha sido tremendo, nos hemos colocado como líderes claros en producción de leche de cabra en España». Y es que esta gran cooperativa agroalimentaria, que reúne a miles de familias que trabajan juntas en la agricultura y ganadería para ofrecer sus producciones, ha pasado de producir 24 millones de litros de esta leche en 2014 a más de 54 millones este año, tal y como se puede apreciar en el cuadro. Un crecimiento de más del 126% en una década.
Desde su inicio en esta industria, Dcoop se centró exclusivamente en comercializar el producto a granel al resto de la industria quesera de España, y a la exportación en menor cuantía. Pero hace unos años comenzaron a desarrollar también un proyecto industrial de la mano de un socio francés. Así, en 2018 esta cooperativa alimentaria, con más de 75.000 socios agricultores y ganaderos a nivel nacional, cerró una alianza con el grupo cooperativo francés Agrial, propietario, entre otras, de las ensaladas Florette.
«Hemos puesto en marcha dos industrias. En Antequera hacemos tratamiento de la leche y concentración de la leche», explica Sánchez Puerta. Por otro lado, han creado una planta en Lebrija (Sevilla) centrada en el producto terminado, fundamentalmente queso de rulo de cabra, que están comercializando ya bajo la marca Hacendado en Mercadona. «Es un producto de mucha calidad y con mucha aceptación. Es un sueño cumplido ver parte de nuestro producto terminado», añade el director general de Dcoop.
Difícil situación del sector
Pese al crecimiento de la producción por parte de Dcoop, es un sector que atraviesa desde hace unos años una situación compleja. «Veíamos arrastrando todo, la problemática que teníamos con la covid, enganchamos con todo el periodo de sequía, guerra de Ucrania, incremento de costes…», lamenta Antonio Rodríguez, de COAG Málaga, en conversación con este diario. «Se nos ha ido juntando todo y cuando veíamos que íbamos a repuntar, vemos que la industria española está trayendo mucha leche de fuera, del excedente de Holanda, y eso tira los precios para abajo y nos coloca en una de las situaciones más difíciles que hemos tenido nunca», lamenta.
«El sector de caprino es un sector con mucho potencial en Andalucía, pero muy deprimido, por lo que haber conseguido organizarlo comercialmente y poner en marcha un proyecto de industrialización es para sentirse muy orgulloso», destaca por su parte el director general de Dcoop. Se trata de una leche con una mejor digestibilidad y que está experimentando un incremento de la demanda debido al aumento de las intolerancias que tienen las personas a otras leches y que en el cado de la de cabra no tiene esos problemas. Pero la clave del sector está en el queso. «Ya no los tradicionales, también el rulo está entrando con fuerza y no deja de crecer el consumo», añade.
No obstante, se trata de un sector que requiere de mucho trabajo con los ganaderos. «Hay que hacer granjas más eficientes, tenemos que llevar mejor control de costes y nosotros entendemos que es el trabajo que nos toca hacer junto con mejorar la calidad, el almacenamiento de la leche o los sistemas de recogida», señala Sánchez Puerta. Ahora, tras más de dos años de dificultades para el sector entre incremento de costes, exportaciones y sequía, esperan que el año que está a punto de comenzar sea algo mejor. «Otro año más malo, tras dos seguidos, no podríamos resistirlo. Han subido un poquito los precios, pero no lo suficiente para hacer rentable una explotación de caprino de leche», concluye Rodríguez.