Hacienda alertó al CNIO cuatro veces de que el contrato de su directora no podía ser indefinido
María Blasco lleva al frente del Centro de Investigaciones Oncológicas desde 2011 con un sueldo anual de 230.000 euros
María Blasco, directora del CNIO | EP.
Hasta en cuatro ocasiones, en informes diferentes, la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), dependiente del Ministerio de Hacienda, advirtió al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) sobre el carácter indefinido del contrato de la directora del centro, María Blasco. Una situación contractual contraria a los estatutos del centro.
Blasco está al frente del CNIO –sobre el papel, el mayor centro de investigación de cáncer en España– desde 2011. Con un sueldo anual de 230.000 euros, según fuentes sindicales, al menos desde 2018, su contrato es indefinido. Así lo manifestaba ya la auditoría del IGAE en su informe de 2019 –en el que supervisa las cuentas anuales del centro oncológico del ejercicio anterior– y le llama la atención sobre esta circunstancia. «Se requiere un mayor control en la aplicación del Régimen del personal directivo, evitando incumplir lo establecido en los artículos 17 y 27 de los Estatutos de la Fundación, de 1 de febrero de 2013, que determinan que el contrato del Director del CNIO en ningún caso puede exceder de cinco años y su régimen de personal se ajustará a las normas de derecho laboral, siendo su selección conforme a lo establecido en la correspondiente convocatoria», se lee en el documento a cuyo contenido ha accedido THE OBJECTIVE.
Sin embargo, desde la Fundación alegaron que el carácter indefinido del contrato de la directora científica «no conculca o limita la potestad del Patronato –que es quien decide prorrogar la designación del director o iniciar un nuevo proceso de selección cada cinco años– de ejercer fehacientemente la supervisión de las actividades de la dirección del CNIO con la periodicidad establecida en los procedimientos de control y en las propias reuniones de patronato». Y agrega: «El Patronato de la fundación, como se establece en el artículo 17 de los estatutos, conserva plenamente la facultad de revisar cada cinco años la designación del director de la institución; o incluso en cualquier momento, si así lo determinara el propio órgano de gobierno».
«El puesto no puede ser declarado indefinido»
Sin embargo, el órgano de inspección de Hacienda, en sus auditorías sucesivas (2020, 2021 y 2022) vuelve a insistir en esta vulneración de los artículos 17 y 27 de los estatutos de la fundación: «Se sigue observando como ya se expuso en los Informes Complementarios de Auditoría de 2018 y 2019, la ausencia de cumplimiento del Régimen del personal directivo establecido en los artículos 17 y 27 de los Estatutos de la Fundación de 1 de febrero de 2013, ya que no se tiene constancia de inicio de acciones para su cumplimiento por parte del Patronato de la Fundación, haciéndose omisión a la recomendación efectuada por tercera vez consecutiva, ante la ausencia de evaluación y refrendo del cargo del personal de Alta Dirección cada cinco años». Además, hace hincapié en que, precisamente, la razón de esos estatutos es «evitar que el nombramiento y la consecutiva ocupación del puesto pueda ser declarado INDEFINIDA».
A lo que el CNIO, en su ahínco de perpetuar a Blasco en el cargo, defiende que el patronato, con fecha del 26 de febrero de 2018, renovó el contrato de la directora «tras aprobación UNÁNIME». Una explicación de nuevo no válida para la IGAE, que le responde que «la razón de este reiterado incumplimiento se encuentra en los propios Estatutos del FCNIO, y no en las justificaciones dadas, y ya presentadas con anterioridad en ejercicios anteriores». Además, aclara que «no se está contra el nombramiento Intuitu personæ, sino en el hecho, como recogen los Estatutos, de que el personal de Alta Dirección está sujeto a un refrendo en el cargo cada cinco años, razón por la que el nombramiento y la consecutiva ocupación del puesto no puede ser declarado INDEFINIDO».
El CNIO hizo caso omiso a estas advertencias, por lo que en 2022 el IGAE, por cuarta vez consecutiva y en su última auditoría del centro, no solo vuelve a advertir sobre el carácter indefinido de María Blasco contrario a los reglamentos, sino que también alerta de que el contrato del gerente del centro nacional oncológico, Juan Arroyo, también es indefinido, en contra del artículo 19 de sus estatutos que señala que «en ningún caso la duración de este contrato podrá exceder de cinco años, prorrogables por acuerdo de las partes y conforme a las disposiciones aplicables en la materia».
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han solicitado al Gobierno, mediante una carta, que inicie un proceso de selección internacional para designar a un nuevo director científico que reemplace a María Blasco. Los firmantes aseguran que las recientes noticias en los medios de comunicación afectan a «la reputación» del centro y recalcan la urgencia de abordar la situación actual de crisis. «Dadas las circunstancias expuestas, creemos esencial iniciar un proceso competitivo para renovar al equipo de dirección científica, y solicitamos respetuosamente que el patronato del CNIO tome medidas al respecto».
