El Ibex ve recorrido a la pinza PP-Junts-PNV para frenar el «acoso» de Moncloa a la empresa
Para las compañías, el rechazo al impuesto a las energéticas es el comienzo de una mayor interlocución parlamentaria
Las grandes empresas ven con buenos ojos la pinza del Partido Popular (PP), Junts y PNV para bloquear en el Congreso de los Diputados el gravamen a las energéticas que el Gobierno había acordado con BNG, ERC y Bildu y que también apoyaban Sumar y Podemos. Fuentes de estas compañías consultadas por THE OBJECTIVE indican que aún es pronto para hablar de un pacto consolidado, que hay que ir con cautela, pero creen que sí se abre la puerta a una interlocución parlamentaria para frenar el «acoso» de la coalición al mundo corporativo.
Este jueves, el Partido Popular consiguió in extremis el apoyo de PNV y Junts para respaldar su enmienda que derogaba el gravamen temporal de las energéticas, lo que impide que el Gobierno aplique una prórroga el 1 de enero de 2025, como se había comprometido solo 24 horas antes con sus socios de izquierdas. Lo más probable es que ahora apruebe un nuevo decreto en el último Consejo de Ministros del año que se celebrará el próximo lunes y a partir de entonces tendrá 30 días para convalidarlo nuevamente en las Cortes, aunque sin contar con los votos necesarios.
Independientemente de los tecnicismos, la realidad es que la «mayoría progresista» de la que el presidente Pedro Sánchez y sus ministros han venido haciendo gala desde la investidura hace aguas por todos lados. Se ha demostrado con esta votación que todos sus miembros van por libre y aprueban o rechazan proyectos según su propia conveniencia.
Posición de Junts
La lectura que se hace en el Ibex es de cautela, pero con cierta confianza. Son conscientes de que no pueden fiarse de los grupos políticos -en especial, Junts y PNV-, aunque consideran que esta votación ha logrado por primera vez decantar la balanza de su lado confirmando que después en mucho tiempo se les escucha. Pero no ha sido fácil. Este diario ya publicó las dudas que tenía el Partido Popular con el gravamen (incluso no reveló su sentido del voto hasta hace pocas semanas) y el enfado de las empresas por esta ambigüedad.
THE OBJECTIVE también publicó las gestiones de las energéticas con Junts y PNV para asegurar su veto al impuesto extraordinario. Unas negociaciones que se aceleraron desde mediados de octubre y que se mantuvieron durante las últimas semanas para que el Gobierno no pudiese repescar un gravamen que en noviembre estuvo a punto de decaer, pero que se salvó por un pacto de madrugada del PSOE con BNG, ERC y Bildu. Ahora falta el último paso: el rechazo al nuevo decreto que Moncloa aprobará previsiblemente el lunes. Se confía en que se produzca el veto definitivo.
Las fuentes consultadas creen que la unión de estos tres partidos es una circunstancia que no será habitual en el futuro, pero que podría volver a repetirse, en especial en temas económicos. Esto abre la puerta a un eje parlamentario más sensible a las demandas del sector por primera vez en las últimas dos legislaturas. Una circunstancia clave en momentos en que se han quedado en el aire debates tan importantes como la reducción de la jornada laboral o eventuales nuevas subidas de impuestos a las empresas y al sector productivo.
El PP y el Ibex
Una votación que también ha demostrado el nuevo talante del Partido Popular. El PP tomó las riendas del trámite parlamentario y negoció la negativa a este impuesto energético, lo que demuestra que las dudas del pasado quedan atrás y que Alberto Núñez Feijóo ha asumido parte de las demandas del sector. Este diario ya publicó hace unas semanas los movimientos del líder popular para acercarse a las empresas, algo que se escenificó en el Congreso del CEDE en La Coruña del mes pasado. En ese momento, el mundo corporativo advirtió que se necesitaban hechos y esta votación puede ser un buen comienzo, coinciden en señalar.
Por otro lado, también se valora el giro de Junts para acercarse a las empresas -del que también ha dado cuenta este diario– al estilo de la vieja convergencia de Jordi Pujol y así poder desmarcarse de ERC. El partido lleva toda la legislatura intentando sintonizar con el mundo corporativo y esta votación puede allanar el camino para el futuro y dar pie a que el sector tenga abierta una puerta a las inquietudes de las compañías.
Giro del PNV
Y en tercer lugar, el PNV, que lo tiene más complicado, ya que depende del Partido Socialista para gobernar en el País Vasco. Pero también es verdad que necesita reconciliarse con sus bases y con las empresas y diferenciarse de Bildu, que en las próximas elecciones podría dar definitivamente el sorpasso. En ese sentido, las grandes compañías del Ibex creen que a partir de ahora podría producirse una mejor relación con la formación nacionalista.
En cualquier caso, lo más positivo -resaltan- es que a partir de ahora el Gobierno no lo va a tener tan fácil para sacar adelante leyes que profundicen su «populismo económico» y que el PSOE se lo pensará dos veces antes de ceder a las presiones de Sumar, sabiendo que su mayoría en el Congreso en endeble. Esto podría incluso reforzar la figura de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) de cara a la negociación en la Mesa del Diálogo Social, en la que hasta la fecha siempre se han impuesto los representantes sindicales en alianza con el Ministerio del Trabajo de Yolanda Díaz.