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Economía

Los extranjeros han aportado dos puntos al aumento del empleo en el último año

La inmigración ha supuesto entre un 7,5% y un 12% de crecimiento anual del PIB de España en la última década

Los extranjeros han aportado dos puntos al aumento del empleo en el último año

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. | EP

El impacto de la inmigración o población extranjera en el crecimiento del PIB de España ha sido significativo en los últimos años. Entre 2012 y 2022, aproximadamente el 80% de los inmigrantes que llegaron a nuestro país estaba en edad laboral, ayudando a contrarrestar la reducción de la población activa que ocurre desde hace años por el envejecimiento de la población. En 2023, los extranjeros aportaron dos puntos porcentuales al aumento total del empleo en España.

Estas son algunas de las conclusiones recogidas en el extenso estudio realizado por la consultora Freemarket Corporate Intelligence, con el título, Repensar la inmigración, apoyada en cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). El estudio destaca el significativo impacto que este fenómeno social ha tenido sobre el crecimiento económico de España en los últimos años, cubriendo déficits en sectores clave como la hostelería y la agricultura y aumentando al mismo tiempo la demanda interna, aunque sus salarios sean menores y sus puestos de trabajo menos cualificados.

Pero la contribución de la población extranjera no solo ha tenido efecto sobre el empleo. También sobre el crecimiento del PIB, siendo un motor importante para el crecimiento económico. Durante la última década -señala a THE OBJECTIVE el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket-, «la inmigración ha supuesto entre un 7,5 y el 12% del crecimiento anual del PIB de España. Y en 2024, su impacto es visible en el aumento de la actividad económica, compensando efectos negativos como la reducción de la natalidad y el envejecimiento de la población».

En el siguiente gráfico, que aporta el informe al que ha tenido acceso este diario, se muestran las estimaciones de Freemarket sobre la contribución de los inmigrantes al crecimiento económico en los últimos años. El cálculo se ha hecho de acuerdo con el empleo que ocupa la población inmigrante, su productividad y los sectores de desempeño. Y, «los resultados son impresionantes», apunta Bernaldo de Quirós, ya que «la contribución de los inmigrantes al crecimiento económico en los últimos 5 años oscila entre un 0,3% de 2020 (en plena pandemia) al 0,7% de 2023».

Tasas de actividad y empleo

Un estudio pormenorizado de algunos indicadores arroja más información aún sobre el peso de la inmigración en la economía. El estudio de Freemarket se detiene en algunas estadísticas laborales como las tasas de actividad, empleo y paro.

En la actualidad, y según los datos de Población Activa y del INE, los extranjeros tienen una tasa de actividad (personas en edad de trabajar que lo hacen o están dispuestas a hacerlo) de casi el 70%. Esto contrasta con el caso de los españoles, en los que ese indicador alcanza el 56,6%. Elemento ilustrativo, explica Bernaldo de Quirós, «porque, a diferencia de lo sostenido o creído por la sabiduría convencional, muestra que la inmensa mayoría de los inmigrantes vienen a España con ánimo de trabajar».

En cuanto a la tasa de empleo, y también con datos de la EPA y del INE, dentro de la población hay un 51,9% de españoles en edad de trabajar que efectivamente trabajan; mientras que, en el caso de la población extranjera, ese porcentaje es significativamente mayor, ya que se sitúa en el 57,6%. Es decir, casi 6 puntos por encima del de los nativos. La explicación de esa brecha es triple: primero, muchos españoles de más de 16 años estudian y no trabajan; segundo, un sector amplio de los mayores de 55 años está prejubilado; tercero, otros están desempleados o en una situación de incapacidad. Además, añade, «en todas esas categorías de individuos no activos tanto en términos absolutos como relativos, la posición de los nativos es ampliamente mayoritaria. Es decir, los inmigrantes tienen una mayor tasa de actividad y de empleo que los españoles».

La brecha del paro y los salarios

En el siguiente gráfico se refleja la tasa de paro de los extranjeros y de los españoles; esto es, el porcentaje de población desempleada por origen respecto al total de población en edad de trabajar.

En este caso se puede observar que la tasa de paro de los españoles es 6,6 puntos inferior a la población extranjera. Al cruzarlas con las cifras de las comparaciones en cuanto a la población activa y a la población ocupada se extrae que las tasas de actividad, ocupación y paro de los inmigrantes son superiores a las de los nativos españoles. Esto quiere decir que los inmigrantes llegan mayoritariamente en edad de trabajar y se ponen a disposición del mercado de trabajo español para integrarse en él: los que lo consiguen se integran en la tasa de empleo (57%) y los que no en la de paro (18%). En cualquier caso, señala el informe, es una minoría la que no se integra en el mercado de trabajo.

Y mientras los extranjeros atienden una demanda laboral no cubierta por los españoles -lo que sugiere una importante divergencia entre la oferta del factor trabajo producida por el sistema educativo español y lo que demandan las empresas-, de acuerdo con otras tasas también se puede ver que existe una brecha muy amplia entre el salario medio percibido por los trabajadores nativos y los inmigrantes. Un empleado español percibe una remuneración salarial media un 27% más elevada que uno foráneo.

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