El CNIO ha perdido 12 millones al año por la fuga de científicos desde que llegó Blasco
Siete investigadores del máximo nivel han abandonado el centro desde 2011, lastrando las cuentas de la entidad
La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y la directora del CNIO, María Blasco. | EP.
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) está inmerso desde hace años en un proceso paulatino de descapitalización. Desde que María Blasco asumió la dirección, en junio de 2011, ha experimentado una caída de sus ingresos del 22%. Además, arrastra un déficit de 4,5 millones de euros. Las cuentas anuales muestran que el centro ha dejado de percibir unos 12 millones de euros al año como consecuencia de la fuga de científicos, que ha provocado una drástica reducción de los ingresos externos, es decir, los no correspondientes a la subvención nominativa que el centro recibe del Gobierno.
Así lo confirman a THE OBJECTIVE fuentes cercanas al CNIO, que explican que siete científicos del máximo nivel han abandonado el instituto oncológico por la decadencia de este en los últimos años. Estos son: los doctores Erwin Wagner, profesor de la Medical University de Viena; Manuel Serrano, actualmente en la Universidad de Cambridge; Guillermo Montoya, director del Centro de Crio-Microscopia de la Universidad de Copenhague; Manuel Hidalgo, jefe de la División de Hematología y Oncología Médica de la Weill Cornell University de Nueva York; Alfonso Valencia, director del Centro de Supercomputación de Barcelona; Christopher Heaschen, profesor de Medicina Experimental y jefe del Departamento de Medicina de la Universidad de Munich; y Marcos Malumbres, actual jefe de grupo senior en el Instituto de Oncología de Vall d´Hebron.
«La financiación del CNIO depende de la calidad de los investigadores que proponen las solicitudes de ayudas o los contratos de investigación; si la calidad desciende, también lo hacen los ingresos», explican estas fuentes, que aseguran que «esta dinámica de abandonos del CNIO es la base de la pérdida de ingresos». «Esta situación es de una enorme gravedad, ya que el modelo de financiación de este centro, luego reproducido por otros de gran prestigio, como el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) o el Centro de Regulación Genómica (CRG), se basa en la trasposición a España de los modelos de los centros de Estados Unidos y Reino Unido; básicamente, establece que el centro recibe una subvención basal del Estado y que los científicos de este, gracias a su talento y calidad de su trabajo, consiguen al menos duplicarla, proporción en la actualidad muy alejada de la realidad», explican.
Subvenciones nominativas
Las cuentas anuales correspondientes a 2011, las últimas que reflejan el mandato del anterior director, el bioquímico Mariano Barbacid, indicaban que los ingresos del CNIO eran de 54.328.897 euros, tal y como contó THE OBJECTIVE este jueves. Sin embargo, la última cifra disponible, correspondiente a 2023, ha descendido hasta los 43.183.005 euros. La subvención nominativa en 2011 fue de 21 millones de euros, al igual que en 2023. Este ha sido también el importe adjudicado en este concepto durante el resto de años comprendidos en este periodo, como ha podido comprobar este medio. Sin embargo, desde 2011, los ingresos del CNIO han ido disminuyendo año tras año, hasta alcanzar, como hemos señalado, los 43 millones, una caída del 22% como consecuencia de que el dinero que entra en concepto de contratos y proyectos ha mermado muy notablemente.
«Estos hechos, amén de otros similares, como la desviación del enfoque que ha producido programas como CNIO ARTE, que no tiene que ver con la investigación oncológica, sino en todo caso con una manera de divulgar la ciencia en general, han provocado una drástica reducción de los ingresos externos, es decir los ingresos no correspondientes a la subvención nominativa que el Centro recibe del Ministerio, y que está afectando seriamente a su viabilidad futura», subrayan los expertos consultados.
Las anomalías del CNIO
Las cuentas del CNIO están bajo la lupa tras revelarse el gasto del centro en actividades artísticas. Un informe que obra en poder de THE OBJECTIVE –firmado por Eva Ortega, la secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades– reconoce que, en total, se ha gastado casi un millón de euros en un año y cerca de tres millones entre 2018 y 2023 en actividades artísticas. Este viernes, este medio ha informado en exclusiva cómo María Blasco se llevó a su pareja, Ruth Toledano, y a su hijo al polémico viaje al Ártico que realizó en agosto de 2023, dentro de la actividad de CNIO Arte.
Además, las cuentas del instituto oncológico muestran que su cúpula se repartió 719.237 euros en concepto de regalías entre 2014 y 2020 de un total de 1,3 millones de euros que se debían haber distribuido entre el personal investigador por su participación en las diferentes innovaciones del centro. Ante esta situación, el patronato del CNIO ha solicitado una «explicación exhaustiva» de la situación actual del centro, tanto económica como laboral, así como los motivos y las decisiones que se han tomado y que justifican dicha situación.
