Ryanair intenta reclutar al ministro Óscar Puente en su guerra contra Aena
La aerolínea denuncia que operar en aeropuertos regionales es casi igual de caro que en los grandes

Alejandra Svriz
La gestión de los aeropuertos regionales está en el foco de un enfrentamiento entre Ryanair y Aena. La aerolínea irlandesa tiene una fuerte presencia en los aeropuertos de segunda fila de la operadora aeroportuaria pública y considera que el actual sistema de tasas no es proporcional, es decir, castiga a las infraestructuras más pequeñas.
En este contexto, la compañía espera tener una baza en el ministro de Transportes, Óscar Puente, para hacer de contrepeso al máximo responsable de Aena, el socialista catalán Maurici Lucena. Y es que Puente se ha erigido como uno de los pocos ministros de Sánchez capaz de plantar cara al PSC. En el marco del ‘caso Koldo’, y para limpiar el Ministerio de Transportes tras el paso de José Luis Ábalos, Puente se atrevió a destituir a Raül Blanco como presidente de Renfe, uno de los puestos más relevantes que tenía en sus manos el Partido de los Socialistas de Cataluña, efectivamente restando su poder.
La compañía aérea se ha comprometido a traer tres millones de pasajeros más a los aeropuertos regionales españoles si sus tasas se reducen significativamente. El titular de Transportes, por su parte, se ha resistido por ahora a las presiones y ha asegurado que no tiene intención de reunirse con los representantes de la empresa hasta que no reanude sus niveles normales de actividad en estos aeródromos.
Fuentes conocedoras del sector aeroportuario describen la entente entre Ryanair y Aena como «una batalla de niños pequeños». Sitúan a la compañía como «una aerolínea footlose que no se compromete con nada ni nadie y su foco es que cuanta menos tasa aeroportuaria paguen mejor».
Sin embargo, también acusan a Aena de simplificar con debates complejos, del mismo modo que creen que ocurrió con la ampliación del aeropuerto de El Prat. «Lucena dice la verdad, en valores absolutos, en euros, las tarifas son las más baratas, pero no quiere decir que el sistema de tasas de todos los aeropuertos de la red sea suficientemente diferente», subrayan.
De este modo, la diferencia entre las tasas de Barcelona y Girona son menores de lo que cabría esperar. Según las mismas fuentes, esto genera un «esquema de incentivos» para abrir nuevas rutas que beneficia a El Prat, Barajas y Málaga, ya que establece descuentos en función del volumen y es más fácil llenar aviones en puntos de mayor actividad.
Atribuyen esto a que el único negocio no regulado de Aena es el inmobiliario y el de las tiendas. Esto significa que le «conviene» llevar pasajeros a aquellos aeropuertos donde haya más y mayores establecimientos ‘duty free’, desincentivando los más periféricos.
Los directivos de Ryanair hablan de «monopolio» de Aena, que argumenta que es un operador regulado. «De fondo lo que hay es que las diferencias de tasas aeroportuarias son muy pequeñas, y desproporcionadamente pequeñas», explica un interlocutor sectorial.
De hecho, la diferencia marginal entre Girona y Barcelona provoca que, en la práctica, la capital catalana es más rentable como apuesta para abrir una buena ruta. Entre los críticos de Lucena, no se pone en duda que sea un buen gestor, más bien se le acusa de «rigidez de pensamiento» que puede llegar a revelarse como «un pequeño dictador». Una firmeza con la que se ha topado Ryanair, que espera que Puente haga al menos de árbitro.