La mitad de los funcionarios ya teletrabaja frente a solo el 14% de los ocupados españoles
La discrecionalidad a la hora de decidir el modelo de trabajo ahonda las diferencias entre los empleados públicos
Ilustración de Alejandra Svriz.
La mitad de los funcionarios trabaja en casa al menos un día a la semana, un porcentaje que se desploma al 14% entre la media de todos los ocupados. Los últimos datos publicados por el Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública analizados por THE OBJECTIVE muestran que la posibilidad de teletrabajar está claramente asentada en la Administración General del Estado. Mientras, las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) evidencian que apenas uno de cada seis ocupados puede optar por un trabajo no presencial. Pese a todo, este porcentaje duplica el que se registraba en 2019, el año anterior a la pandemia.
Los últimos datos publicados por el ministerio de Óscar López dejan patente que en la Función Pública son las mujeres las que en mayor proporción optan por el teletrabajo. El seguimiento del trabajo a distancia hasta octubre también destaca que la mayoría de los funcionarios que teletrabajan acuden tres días a la oficina. En detalle, del seguimiento de 175.878 efectivos de la Administración General del Estado se desprende que el 48,2% pudo desarrollar las labores encomendadas desde su hogar.
Por sexos, 26.487 mujeres teletrabajan dos días, mientras que 13.584 lo hace mediante medidas excepcionales. Esta última fórmula supone una prestación de servicios presenciales de al menos el 10%, «dirigida a atender circunstancias organizativas especiales». Mientras, hasta 8.934 trabajan desde casa tres días. Y en cuanto a los hombres, 6.776 teletrabajan durante tres días, 9.142 a través de medidas excepcionales y 19.783, dos días a la semana. De los 84.706 efectivos que trabajan a distancia, 49.005 son mujeres y 35.701 hombres. Del total, el 16% de los trabajadores es personal de apoyo administrativo, el mismo porcentaje son mandos intermedios, y el 15%, personal de gestión. Un 2% son directivos.
Funcionarios vs empleados privados
Uno de los temas actualmente a debate es la discrecionalidad en las decisiones sobre el teletrabajo. Sin una normativa que evite la arbitrariedad, cada ministerio y organismo opta mayoritariamente por el trabajo presencial o por el teletrabajo. Son los responsables quienes deciden que funcionarios y cuántos días pueden desempeñar sus labores desde su casa. La arbitrariedad es tal que en un mismo organismo, empleados con actividades idénticas pueden teletrabajar o no según la provincia en la que están destinados. La Gaceta de Salamanca destacaba recientemente las diferencias. Mientras que en las oficinas del Servicio Estatal de Empleo Público (SEPE) de esta provincia castellanoleonesa sus empleados solo tienen derecho a una jornada de trabajo en remoto, «en Madrid el mismo organismo llega a conceder hasta tres».
En el último Consejo de Ministros antes de las elecciones generales, el Gobierno aprobó el anteproyecto de Ley de Función Pública de la Administración General del Estado. La esperada norma estaba preparada para que entrase en vigor en la anterior legislatura, pero la convocatoria anticipada de los comicios frenó su tramitación. Entre otros aspectos, en esta ley se regulaba el régimen de teletrabajo.
El artículo 47 bis de la norma señala que se considera teletrabajo aquella modalidad de prestación de servicios que puede desarrollarse, siempre que las necesidades del servicio lo permitan, fuera de las dependencias de la Administración, mediante el uso de tecnologías de la información y comunicación. Destaca también que el teletrabajo debe ser expresamente autorizado y será compatible con la modalidad presencial. «En todo caso, tendrá carácter voluntario y reversible salvo en supuestos excepcionales debidamente justificados», indica. Esta premisa incomoda especialmente a los sindicatos de la Función Pública.
Teletrabajo entre los ocupados
La Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) del tercer trimestre de 2024 muestra que hay tres millones de personas que teletrabajan en España. Esto supone el 14% de la población ocupada. Algo más de la mitad, el 1,6 millones, lo hacen más de la mitad de los días. Mientras, 1,46 millones trabajan desde casa ocasionalmente.
Otra encuesta realizada por el INE, la referida a Equipamiento y Uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), muestra que el 15,1% de los ocupados de 16 a 74 años afirmó haber teletrabajado durante la semana anterior a la entrevista -realizada en el verano de 2024-. Este porcentaje fue 1,3 puntos mayor que el de 2023. Las diferencias entre comunidades son importantes, condicionadas, fundamentalmente, por el sector productivo predominante. Mientras en la Comunidad de Madrid teletrabajaron el 26,7% de los ocupados, en Andalucía lo hicieron apenas el 13,5%.
Prohibido en EEUU
El teletrabajo en las administraciones se ha convertido en un enemigo a batir por algunos dirigentes. Es el caso de Donald Trump, recién elegido presidente de EEUU. De la mano de Elon Musk, Trump ha puesto fin al teletrabajo para los funcionarios federales. Ha sido una de sus primeras decisiones incluidas en un polémico paquete que incluye la expulsión masiva de inmigrantes irregulares. El decreto laboral de Trump «obliga a los empleados federales a volver a trabajar en la oficina a tiempo completo con efecto inmediato». La decisión supone un cambio significativo tras haber sido asumido, tanto por la empresa privada como por la Administración, a raíz de la pandemia.
