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Economía

Back Market: 4.000 toneladas de residuos electrónicos evitados y un negocio rentable

¿Pueden los dispositivos reacondicionados destronar a la tecnología nueva?

Back Market: 4.000 toneladas de residuos electrónicos evitados y un negocio rentable

Móviles reacondicionados.

En una sociedad atrapada en la lógica de la obsolescencia programada, donde el consumo desmedido y la obsesión por lo nuevo dictan las reglas del mercado, Back Market se ha convertido en un desafío al statu quo. Fundada en 2014 por Thibaud Hug de Larauze, Quentin Le Broaster y Vianney Vaute, su misión es clara: hacer del reacondicionado la primera opción de compra.

Diez años después, la empresa francesa se ha consolidado como un líder global en su categoría. Con presencia en 18 mercados y más de 15 millones de clientes, en 2023 facturó 2.157 millones de euros, demostrando que un modelo de consumo circular, más sostenible y accesible es posible.

La obsesión con lo nuevo: una bomba de tiempo ambiental

El mercado tecnológico está diseñado para el descarte. Cada año, millones de dispositivos acaban en vertederos, generando toneladas de residuos tóxicos. La extracción de materias primas y la emisión de CO₂ se disparan, afectando tanto al planeta como al bolsillo del consumidor.

“Tratamos de romper el modelo lineal de producción, transporte, uso y fin de la vida útil, y hacer del consumo tecnológico algo circular”, afirma Marta Castillo, representante de Back Market en España. Los números lo avalan: la empresa ha evitado más de 1,6 millones de toneladas de CO2, una cifra equivalente a la contaminación generada por cantidad equivalente a la contaminación de 380.000 coches durante un año. Además, ha contribuido a reducir en más de 4.000 millones de kilogramos los residuos electrónicos, uno de los desechos más abundantes y problemáticos en todo el mundo. Frente a esta realidad, ¿podemos seguir justificando la compra de dispositivos nuevos si existen alternativas funcionales y más sostenibles?

La garantía de calidad: clave del éxito

Más allá de vender dispositivos reacondicionados de calidad, el reto de Back Market es cambiar la mentalidad del consumidor. A pesar del ahorro y los beneficios ambientales, muchas personas aún ven los productos reacondicionados con escepticismo, asociándose con tecnología usada o de menor calidad.

Para combatirlos, Back Market garantiza un reacondicionamiento riguroso, realizado por profesionales certificados. “Nuestro marketplace permite potenciar nuestro papel como garantes de la calidad y reunir a todos estos profesionales de la reparación en una plataforma fiable”, explica Castillo. Su estrategia ha dado frutos: en 2023, Back Market logró una facturación de 2.157 millones de euros, un crecimiento del 32% respecto al año anterior, alcanzando rentabilidad en Europa. Estos datos reflejan no solo el crecimiento de la empresa, sino una transformación en la forma en que los consumidores perciben la tecnología reacondicionada. “Back Market es disruptiva por nacimiento. Nosotros construimos la categoría de tecnología reacondicionada y la convertimos en una corriente dominante”, asegura Castillo. Pero para consolidar este cambio, el sector debe seguir apostando por estándares de calidad que refuercen la confianza del consumidor para que el reacondicionado sea una verdadera alternativa al producto nuevo.

La lucha legislativa para el derecho a reparar

Otro frente de batalla clave es la legislación. Durante años, las grandes tecnológicas han diseñado dispositivos difíciles de reparar, obligando a los consumidores a reemplazarlos en lugar de arreglarlos. Sin embargo, la tendencia empieza a cambiar gracias a iniciativas como la campaña “Right to Repair”, donde Back Market ha sido un partícipe activo. 

A partir de 2025, la Unión Europea implementará regulaciones que obligarán a los fabricantes a proporcionar acceso a piezas originales de recambio durante siete años, garantizar la compatibilidad de software por al menos cinco años y ofrecer herramientas de reparación a precios razonables. Estos avances representan un paso crucial hacia un modelo de consumo más sostenible y justo para los consumidores. “Invertir en economía circular, como el reacondicionamiento, es una enorme oportunidad económica y medioambiental para posicionar a Europa como líder en un sector clave para el mercado global del mañana”, subraya Castillo.

¿El fin de la era del “estreno”?

El mercado de reacondicionados está en expansión. Actualmente, mueve 80.000 millones de dólares, pero se espera que alcance 146.000 millones en 2025 y crezca un 71% más para 2029. 

Sin embargo el esperanzador crecimiento del mercado de reacondicionados queda en la sombra del mercado de las nuevas tecnologías, valorado en 1,3 billones de euros. ¿La razón? La potencia publicitaria de las grandes marcas tecnológicas, que ha convertido la compra de dispositivos nuevos en un símbolo de estatus difícil de desmontar.

Si bien este objetivo puede parecer ambicioso, no es inalcanzable. Como señala Castillo, el mercado de segunda mano en otras industrias ya ha logrado esta transformación. “El 87,4% de los coches que se venden hoy en Francia son usados y comprar nuevo es prácticamente una anomalía”. ¿Podría suceder lo mismo con la tecnología?

Hacia un consumo crítico y consciente

El modelo de consumo de tecnología que hemos seguido durante décadas está basado en la obsolescencia programada, la presión publicitaria y la idea insostenible de que lo último siempre es mejor. 

Back Market mantiene una visión ambiciosa para el futuro: que en diez años, el 90% de la población mundial adulta elija reacondicionado sobre nuevo. El poder del cambio empieza en cada decisión de compra. Optar por un dispositivo reacondicionado significa reducir residuos, frenar el impacto ambiental y desafiar un sistema que nos obliga a consumir sin cuestionarnos. 

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