Italia y Grecia aceleran sus exportaciones de aceite a EEUU ante el temor a los aranceles
Ambos países han incrementado sus ventas a este país en el mes de enero, a diferencia de España

Aceite de oliva.
Los olivareros italianos pisan el acelerador en Estados Unidos ante la posible imposición de aranceles por parte de Trump. Italia, que tradicionalmente ha dominado el mercado de aceite de oliva en EEUU, vio como hace una década España tomaba la delantera. Ahora, con el temor a las posibles medidas que Donald Trump lleve a cabo en el sector agroalimentario, el país transalpino ha acelerado sus exportaciones con un aumento del 30% en enero con respecto a lo que vendió en diciembre.
Italia ha vendido al país norteamericano 9.557.412 kg, frente a los 6.874.550 kg que vendió el mes anterior, según las últimas cifras aduaneras del país a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Lo mismo ocurre con Grecia, cuyas ventas de aceite de oliva a EEUU han pasado en un mes de 858.758 kg en diciembre a 1.236.064 en enero. Sin embargo, España, por el momento, no ha seguido esa tendencia. De hecho, las exportaciones españolas hacia tierras estadounidenses se han reducido con respecto al mes anterior y han pasado de 10.699.845 kg en diciembre a 8.463.386 kg en el mes de enero.
No tiene sentido económico
«Al menos hasta enero no ha habido adelanto de las exportaciones por parte de España, no sé qué habrá ocurrido en febrero, es posible que sí esté sucediendo. Pero hasta ese momento no», reconoce Rafael Pico, director de la Asociación de Exportadores de Aceite de Oliva (Asoliva) en conversación con THE OBJECTIVE. Algo que sí sucedió hace unos meses durante la fuerte crisis de producción vivida por el sector tras dos años de malas cosechas a causa de la sequía. Ese adelanto de exportaciones provocó situaciones paradójicas como menores precios de venta del aceite de oliva español en países como Irlanda y Australia frente a los que tenían en los lineales los supermercados españoles.
«Entonces sí tenía un sentido. Habíamos adelantado exportaciones porque la sequía era importante. Los costes de producción en origen se iban a triplicar. Te cubres y no dejas que otro país productor se cuele y te quite cuota de mercado. Ahí sí tenía sentido», asegura Pico. Pero no ahora. Los costes de producción en origen en la anterior campaña estaban a 11 euros y ahora están a 4,54 euros. La ley de la cadena y los costes de producción prohíben comercializar en España o la Unión Europea a un precio inferior al coste de adquisición de la materia prima a los agricultores. «Si yo he comprado a diez euros, no puedo vender a cuatro. ¿Por qué voy a adelantar exportaciones si dónde he comprado a nueve euros va a estar a cuatro?», se pregunta el director de la patronal exportadora.
Mejora de la producción
En este sentido, y en las circunstancias actuales, Pico considera que no tendría una explicación financiera razonable «cubrirte seis o ocho meses» en EEUU adelantando exportaciones «si con los fletes y con todo lo que cobran los distribuidores en EEUU se me va a poner a 13 dólares el litro», argumenta. Unos precios que «en tres meses van a estar a siete euros gracias a la mejora de la producción» fruto de las lluvias del año pasado. Es decir, el diferencial de precios por el incremento de la cosecha va a ser mayor al 25% que me puedan poner de arancel, considera el experto.
«Eso explica por qué hasta el 31 de diciembre no ha habido un adelanto de exportaciones. Para nosotros económicamente no tenía mucho sentido. Te cubres de un posible arancel, que está por ver, y te arriesgas que ese producto quede fuera de mercado en dos días», añade Pico. «Si tienes en un lineal de un supermercado el litro de aceite a 13 dólares y a los diez días tienes una botella a ocho dólares, el importador te devuelve la mercancía porque no se puede vender».
Temor a los aranceles
«En la medida en que el coste de producción en origen haya seguido descendiendo, la posibilidad de adelantar exportaciones a EEUU es más real. No ha sucedido, pero intuyo que podría tener algún sentido en febrero o marzo», añade. Al margen de esto, la preocupación por los posibles aranceles del Gobierno americano es creciente.
El sector confía en que la tendencia de crecimiento en el consumo de este país siga, pero temen que una imposición de aranceles aumente más la brecha con respecto a otros aceites y frene ese impulso. Estados Unidos tiene una producción muy pequeña de aceite de oliva, fundamentalmente en California y Texas, que no cubre ni el 1% del consumo de un país de 340 millones de habitantes.