Las donaciones de padres a hijos se disparan impulsadas por la compra de vivienda
El apoyo de la familia para pagar la entrada es clave para que los jóvenes accedan a su primer piso en propiedad

Un joven observa ofertas de pisos en venta en una inmobiliaria. | EP
Los notarios españoles gestionan cada vez más donaciones de dinero entre miembros de una familia. El caso más recurrente es el de padres que transfieren parte de su patrimonio a sus hijos con el fin de poder adquirir su primera vivienda, un supuesto que está bonificado fiscalmente. Diferentes motivos explican este aumento, aunque el principal es la situación de escasez de oferta en el mercado inmobiliario que, sumada a la pérdida de capacidad de ahorro de los jóvenes en los últimos años, provoca dificultades en el acceso de las nuevas generaciones a un piso en propiedad sin apoyo económico de los familiares.
Si se comparan las cuotas de hipoteca con los arrendamientos, en muchos casos es más rentable comprar que alquilar, y más en el contexto actual de tipos de interés relativamente bajos, que ha provocado una elevada demanda para adquirir inmuebles. Sin embargo, la barrera de la entrada -la mayoría de entidades financieras exige un primer pago elevado- disuade a aquellos que no cuentan con ahorros propios o familiares.
El abogado Abel Marín subraya las ventajas tributarias que tiene la donación sobre la transmisión de inmuebles, que tiene un coste fiscal mayor. Algunos matrimonios tienen en propiedad todavía su primer piso, donde vivían antes de mudarse al domicilio familiar, y pueden estar tentados de donarlo a sus hijos para que lo vendan; pero esta práctica se desaconseja, ya que el paso del tiempo implica una revalorización significativa que puede costar decenas de miles de euros en tributos. «Los fríes a impuestos y el piso no les gusta, lo van a vender», incide el socio de Marín & Mateo Abogados.
Por ello, el abogado considera preferible vender primero y donar posteriormente el dinero a los hijos, ya que «la donación de dinero no genera ganancia patrimonial», cuyo último tramo impositivo «ha subido al 30%», de modo que «este año saldría más caro para el vendedor o donante de piso». Según Marín, el actual sistema «desincentiva donar pisos». El autor del libro Protege tu herencia también pone el foco en el «globo sonda de Sánchez» encaminado a «armonizar o subir Sucesiones aunque sean competencias autonómicas» al ver «injusto» que algunas regiones estén exentas.
«Se aprecia un aumento claro de donaciones de ascendientes en favor de descendientes», afirma Raquel Iglesias, vicedecana del Colegio Notarial de Cataluña. «No podemos extraer datos concretos, pero la percepción es que mayoritariamente es para ayudar a adquirir vivienda habitual», indica. La tendencia «se está observando desde hace años», aunque se ha producido «un incremento en este tipo operaciones» en un momento en el que algunas transacciones se aceleran ante el temor a una subida de los tipos de interés.
«La necesidad de adquirir una propiedad no ha bajado», recuerda Iglesias, que cree que «los jóvenes muchas veces no tienen la parte de ahorros y las entidades de crédito no les dan la cantidad». «Necesitan ese porcentaje extra y esta es una de las opciones más habituales si tienen familia con ahorros», expone la vicedecana, que lo ve como «una solución ante la falta de liquidez». Además, desde 2020 aprecia «un aumento en la capacidad de ahorro de las familias que no se vieron especialmente perjudicadas en sus ingresos habituales» por la pandemia, un incremento patrimonial en personas de mediana edad que «ha posibilitado la donación de ahorros a los más jóvenes».
La falta de oferta dificulta el acceso a la propiedad
El notario José Luis Criado apunta al «acuciante» problema del acceso a la vivienda. Los jóvenes «lo tienen imposible», ya que en comunidades como la madrileña, «la mitad del sueldo de una persona se va en inversión en vivienda». «La gente joven no tiene acceso y los padres lo que hacemos es ayudar al hijo a través de donaciones», plantea, y añade que «hasta el límite de 60.000 euros, está bonificada y solo pagas el 5% del importe, siempre que cumplas los requisitos de renta inferior a los 30.000 euros, menor de 33 años y adquirir la vivienda a los tres meses». Esta práctica «posibilita que la gente joven pueda ir accediendo poco a poco», según Criado, que destaca los planes para reducir aún más la tributación de transmisiones patrimoniales para este umbral de edad «para dar más facilidades», aunque opina que la solución real «es flexibilizar el suelo» para que llegue la oferta que falta.
La abogada Arantxa Goenaga coincide en este punto y critica regulaciones intervencionistas como los topes a los alquileres o la «locura» de la subida del impuesto de Transmisiones Patrimoniales en Cataluña, que va en contra de una reducción de precios en el mercado. La socia de AF Legis ve «razonable» que los padres ayuden a sus hijos, sea por la vía de la donación o del «préstamo a interés», aunque «Hacienda entra a considerar que no es un préstamo realmente porque no se va a devolver nunca». «Ahora los trabajos son más precarios y en los requisitos para que te den un préstamo hipotecario te financian un 80%, no te da el sueldo para el otro 20% y los gastos de tramitación».
Miquel Riera, analista de Hipotecas de Helpmycash, suscribe que «pagar una entrada cada vez es más difícil». «Los jóvenes que se quieren comprar una casa o un piso necesitan muchos ahorros y entre los que no los tienen, si los padres tienen la posibilidad, se está produciendo esta situación», explica. «Lo que está provocando es que haya más donaciones», asevera. Los ahorros familiares se han convertido en un colchón que amortigua la crisis de acceso a la vivienda, aunque sin medidas adicionales para solucionarla, se trata de un parche que no altera la escasez de oferta ni las distorsiones actuales en el mercado inmobiliario.