Cuerpo estima que el 80% de las exportaciones españolas a EEUU peligran por el plan de Trump
Moncloa evita concretar el impacto en el PIB que puede tener la guerra arancelaria iniciada por el líder estadounidense

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo. | Alejandro Martínez Vélez / Europa Press / ContactoPhoto
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha puesto cifras a la amenaza arancelaria lanzada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra las exportaciones europeas. De los 18.600 millones de euros que España exporta anualmente al mercado estadounidense, el 80% –unos 14.880 millones– se verán afectados directamente por los nuevos gravámenes, según ha anunciado este martes tras la reunión del Consejo de Ministros.
«Es prematuro estimar el impacto sobre el PIB nacional», ha advertido Cuerpo, aunque ha reconocido que existen «enormes incertidumbres» sobre la duración de las medidas y su alcance real. Aun así, ha detallado que los aranceles no solo golpearán los productos que salen directamente desde puertos españoles rumbo a EEUU, sino que habrá efectos en cadena en industrias como la del automóvil, especialmente en componentes fabricados en España que terminan exportándose desde Alemania.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un plan de respuesta y relanzamiento comercial para proteger a las empresas españolas, aunque el Ejecutivo no ha concretado por ahora si se habilitará un fondo de ayudas directas. Cuerpo ha señalado que el Gobierno hará un seguimiento diario del impacto y que, en función de los datos, se valorarán nuevas medidas.
«Vamos a ir viendo la capacidad de competir de nuestras empresas en este entorno», ha explicado el ministro. La estrategia, ha dicho, pasa por «redirigir la respuesta» y actuar en función de las necesidades de cada sector.
Impacto en el PIB de la guerra comercial
A pesar de la alerta, los modelos económicos manejados por organismos como Funcas o BBVA apuntan a un impacto limitado en términos macroeconómicos, de apenas unas décimas del PIB. Pero el ministro insiste en que «es pronto para sacar conclusiones», y que el verdadero riesgo radica en cómo evolucionen las represalias comerciales y las reacciones de los países socios.
España, aunque con menor exposición directa que otras grandes economías de la eurozona, no es inmune al pulso arancelario. Cuerpo ha insistido en que se trata de un desafío global que requiere una respuesta coordinada con Bruselas y que el Gobierno ya está trasladando su preocupación a la Comisión Europea.
Mientras tanto, las empresas exportadoras miran con inquietud hacia Washington. El tono proteccionista de Trump ha reactivado el fantasma de una guerra comercial de largo recorrido, justo en un momento de desaceleración económica en Europa y de creciente volatilidad en los mercados internacionales.