The Objective
Economía

El déficit comercial con China se dispara un 82% desde que Sánchez está en Moncloa

El país asiático apenas invierte en España y solo compra 7.000 millones pese al constante cortejo del Gobierno

El déficit comercial con China se dispara un 82% desde que Sánchez está en Moncloa

El presidente de China, Xi Jinping. | Europa Press

Pedro Sánchez llega esta semana a China en la que será su tercera visita como jefe de Gobierno al país asiático. Es una confirmación de las buenas relaciones entre los dos Ejecutivos que, sin embargo, están lejos de traducirse en un favorable vínculo comercial para España. Los datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa analizados por THE OBJECTIVE indican que la aportación de la segunda economía del mundo sigue siendo muy limitada, con unas exportaciones muy lejos de las que se hacen a nuestros principales socios, unas inversiones casi residuales, una mayor dependencia y un déficit comercial disparado en un 82% desde 2018.

El Gobierno ha promocionado el viaje de esta semana como la ocasión propicia para diversificar mercados en momentos en los que Donald Trump ha reventado el comercio mundial con elevados aranceles, lo que obliga a la Unión Europea y a España a buscar nuevas alianzas. Aunque en todas estas reuniones se han firmado una serie de acuerdos comerciales y de buenas intenciones, las cifras indican que estamos muy lejos de China. Una lejanía que contrasta con la proximidad que tiene el Gobierno de Pedro Sánchez con sus dirigentes.

En cuanto a las exportaciones, los envíos a China llegaron a los 7.467 millones de euros, apenas el 1,9% de todo lo que venden las empresas españolas en el extranjero. En 2024 –y pese a todas las visitas de Sánchez y las reuniones en Madrid con dirigentes de Pekín– estas compras cayeron un 1,5%. Se registró además el dato más bajo en cuatro años, una caída de 1.200 millones desde 2021. Por otro lado, desde que Pedro Sánchez está en Moncloa las compras de Pekín a Madrid apenas han mejorado en un 18%, el mismo periodo en el que las exportaciones totales se han disparado un 35%, casi el doble.

Importaciones

Esto deja a China como el destino número 12 de las exportaciones españolas, pese a que es la segunda economía del mundo. La superan todos nuestros grandes socios comerciales europeos, países como Marruecos (12.000 millones), Polonia y Turquía, con 9.000 millones cada uno. Estados Unidos casi le triplica con 18.000 millones, a pesar de que sus compras cayeron un 3,8% el año pasado. Y se le acerca México, con 6.100 millones de euros.

En este mismo periodo, las importaciones de empresas españolas desde China se han disparado. Durante 2024 llegaron a los 45.174 millones, con un crecimiento del 2,1%. Eso supone que uno de cada diez euros que se compran en el exterior se hacen a Pekín, lo que le consolidó como nuestro segundo proveedor y con su segundo récord histórico después de los 49.800 millones de 2022, curso en el que además fue nuestro principal vendedor. Ahora sigue todavía por debajo de Alemania, que terminó con 47.000 millones, aunque con un crecimiento solo del 1,5%.

El crecimiento de las importaciones desde que Sánchez está en Moncloa ha sido espectacular, pasando de los 26.900 millones en 2018 hasta los 45.100 millones de 2024. Un aumento del 67% en seis años, frente al 33% de mejora de todas las compras en este mismo periodo, casi el doble. Esto indica que el déficit comercial con China también se ha disparado: en 2024 fue de 37.700 millones, casi mil millones más, y 17.000 millones más desde 2018, un 82% de crecimiento.

Déficit comercial

Los datos demuestran que desde que gobierna el actual Ejecutivo el beneficio comercial ha sido más importante para el país asiático que para la macroeconomía española. Cifras que, desde luego, no son positivas si se piensa que China puede ser una opción para sustituir a EEUU como socio comercial, con el que el déficit comercial es de 10.000 millones, con exportaciones de 18.000 millones e importaciones de 28.000 millones.

Pero no es solo el comercio exterior. En seis años las prometidas inversiones chinas siguen sin venir. En abril de 2024, Pedro Sánchez anunció la llegada de 400 millones provenientes del país asiático a la antigua fábrica de coches de Nissan en Barcelona. Mediante una joint venture entre Chery y Ebro-EV Motors se prometió fabricar 150.000 vehículos en Barcelona en 2029 y dar empleo a 1.250 personas. La colaboración fue tan estrecha que el propio Ministro de Industria, Jordi Hereu, ofreció fondos europeos a los fabricantes chinos, en plena disputa con la UE por las ayudas de estado a los coches eléctricos provenientes de Pekín.

Inversión de China

Pero en 2024 la inversión extranjera directa de China en España apenas llegó a los 88 millones de euros, una cifra muy reducida considerando que todo el flujo de capital del país asiático hacia el extranjero ronda los 160.000 millones. Significó además un retroceso anual del 38% y una de las cifras históricas más bajas desde que hay registros. Todo ello muy lejos de los 1.190 millones que se invirtieron en 2018, cuando Sánchez llegó a la Moncloa.

Datos que además se quedan lejos de los 12.000 millones invertidos en España en 2024 por Reino Unido, los 6.000 de Estados Unidos, o los 2.000 millones de Alemania y Francia. China es el país número 25 en cuanto al origen de los flujos de capital foráneo, por debajo de economías mucho menos representativas para el comercio exterior español como Argentina, India, Mónaco y Corea del Sur. Y todo ello pese a las constantes visitas, la firma de numerosos acuerdos comerciales y el anuncio de grandes inversiones que el propio presidente Sánchez ha encabezado. Todo ello se manifestará de nuevo esta semana en Pekín.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D