La sanidad privada aporta a las arcas del Estado 3.100 millones anuales en impuestos

La sanidad privada no solo sustenta al Sistema Nacional de Salud, sino que también es una importante fuente de ingresos para el erario público. En 2023, la contribución tributaria total del sector hospitalario privado y del sector de los laboratorios de análisis clínicos se estima en 3.107 millones de euros, así se desprende del primer ‘Estudio sobre la contribución tributaria y la huella social de la sanidad privada española’, realizado por la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE).

El informe refleja que el 63% (1.960 millones de euros) son impuestos soportados y el 37% (1.147 millones de euros) corresponden a impuestos recaudados. Así, la partida de presupuestos más significativa es la correspondiente a los impuestos relacionados con la Seguridad Social a cargo de la empresa, con un importe de 1.084 millones de euros, lo que supone el 55% de los impuestos soportados. Los impuestos relacionados con el IVA no deducible se sitúan en segundo lugar con un importe de 605 millones, seguidos del Impuesto sobre Sociedades con 246 millones de euros. Por último, el IBI y el IAE tiene un peso significativamente menor, con 17 y 9,5 millones respectivamente.

El estudio, el primero de este tipo y que se irá ampliando y actualizando en los años venideros, según ha indicado Carlos Rus, presidente de Aspe, también refleja la inversión que ha realizado la red de centros privados en España. Tanto el sector hospitalario privado como el de los laboratorios de análisis clínicos destinaron 970 millones en un año, de los cuales 322 millones fueron destinados a la incorporación y renovación de tecnología médica y 648 millones a infraestructuras, de los cuales, 422 millones corresponde a la mejora y modernización de las instalaciones (43,5% del total), 198 millones a la construcción de nuevos centros y 28 millones a medidas orientadas a la mejora energética de las infraestructuras.

La sanidad privada aumenta sus plazas MIR un 57%

Carlos Rus también ha destacado durante la presentación del informe el papel de la educación privada en la formación de sanitarios. «Es un sector que apuesta claramente por la docencia», explica Rus, que agrega: «Lo que refleja un compromiso con la formación y con el desarrollo de los profesionales, y los posiciones como actores clave en la sostenibilidad y avance del sistema de salud». Así, se estima que ambos sectores (hospitalario y laboratorios) han formado durante 2023 a 31.660 alumnos de pregrado y 25.202 de posgrados. Asimismo, el sector hospitalario privado cuenta con 88 hospitales que disponen de acreditación docente y ofertan un total de 533 plazas para el sistema MIR, según datos del Ministerio de Sanidad, lo que supone un incremento del 57% con respecto al año anterior.

«Aún nos queda mucho por hacer, pero es un magnífico comienzo», indica el presidente de Aspe, que en alusión a las palabras de la ministra y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, demonizando a la educación privada de los sanitarios, Rus recuerda que desde siempre se ha intentado levantar un «muro de Berlín» en el ámbito público y privado: «Hay muchos intereses en llevarlo al ámbito de la sanidad privada, y ahora también al educativo. Pero no tiene ningún sentido y va en contra del sistema, tanto público como privado».

Por último, otro de los aspectos clave de las empresas del sector es su contribución al descubrimiento de nuevas terapias médicas. Durante 2023, la Aemps, tal y como muestra su memoria anual, autorizó 847 ensayos clínicos. De ellos, el sector privado participa en 629, es decir, en el 74% del total. Esto refleja que cada centro sanitario privado participa en 4,5 ensayos clínicos de media. Además, la red privada reclutó en todo el año a 4.000 pacientes para ensayos clínicos.