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Economía

LEO Pharma exige un marco estable en España para mantener sus inversiones

Juan Fran Cuello de Oro, director general de la compañía en España y Portugal, conversa con THE OBJECTIVE

LEO Pharma exige un marco estable en España para mantener sus inversiones

Juan Fran Cuello de Oro, director general de LEO Pharma en Iberia. | Cedida

La farmacéutica LEO Pharma, con más de un siglo de historia y especializada en dermatología médica, mantiene su compromiso firme con el mercado español. Sin embargo, tras la incertidumbre normativa, exige un marco estable para mantener sus inversiones. Así lo afirma Juan Fran Cuello de Oro, director general de la compañía en Iberia, en una conversación con THE OBJECTIVE minutos antes de la presentación de los resultados de la compañía correspondientes al ejercicio 2024.

El laboratorio farmacéutico Leo Pharma ha cerrado 2024 con una facturación en España de 96,9 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4% con respecto a 2023. Además, la filial española se mantiene dentro del ‘top 9‘ de países estratégicos para la compañía a nivel mundial.

En 2024, LEO Pharma registró un sólido crecimiento en España, con 61,2 millones de euros en dermatología y 17,7 y 18 millones en biodermatología y trombosis, respectivamente. Adtralza, para la dermatitis atópica, impulsó las ventas con un crecimiento del 33 %, alcanzando 9 millones. Protopic, también para la dermatitis atópica, creció un 16,3 %, superando al mercado, y Enstilar, contra la psoriasis, fue su producto líder, con 20,7 millones (22 % del total). La división de trombosis facturó 18 millones, con un leve descenso del 1,3 % en valor, pero un aumento del 3 % en volumen, destacando Innohep.

Aunque evita concretar las cifras de facturación previstas para 2025, Cuello de Oro asegura que la compañía «sigue consolidando su crecimiento de forma consistente y sólida», lo que la mantiene como líder en dermatología médica. Una posición que, lejos de llevarla al conformismo, refuerza su apuesta por la investigación y el desarrollo (I+D) en un campo todavía necesitado de soluciones eficaces: las enfermedades dermatológicas complejas.

«España es uno de los nueve países más importantes en términos de facturación para nosotros»

Una inversión sostenida en España

España juega un papel clave en esta estrategia. En palabras de Cuello de Oro, «seguimos invirtiendo cerca de dos millones de euros de forma constante en los últimos años» en el país, una cantidad que forma parte de la inversión global del 16% del presupuesto de LEO Pharma destinado a I+D. «España es uno de los nueve países más importantes en términos de facturación para nosotros. Tenemos más de seis millones de pacientes y nuestra presencia aquí es estratégica».

En cuanto a la fabricación nacional de medicamentos, el ejecutivo reconoce que a corto plazo es complicado por la complejidad del proceso, pero no lo descarta a medio o largo plazo: «Siempre estamos atentos a oportunidades que puedan surgir para invertir más allá de lo actual».

Nuevos tratamientos en camino

Entre las novedades para este año destaca la inminente llegada a España de un nuevo tratamiento para el eccema crónico grave, aprobado recientemente por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). «Es un producto que cambia la vida de los pacientes. Genera muchas bajas laborales y tiene un impacto profundo en la salud mental. Ya estamos en conversaciones con el Ministerio para traerlo cuanto antes», explica Cuello de Oro, aunque sin precisar fechas.

Juan Fran Cuello de Oro durante la entrevista. | Cedida.

Una apuesta decidida por la dermatología

En un sector en el que muchas compañías optan por diversificarse, LEO Pharma mantiene su foco exclusivo en la dermatología. «Desde hace más de 60 años, nos centramos en enfermedades de la piel, muchas de las cuales aún no tienen tratamiento. Hay más de 1.500 patologías dermatológicas, y muchas están desatendidas», afirma el directivo.

Esa especialización se refleja también en acuerdos recientes como el alcanzado con la organización DEBRA, que apoya a pacientes con epidermólisis bullosa (conocida como piel de mariposa), o el desarrollo de nuevas moléculas como STAT6, orientada a abordar patologías inflamatorias cutáneas.

«Hay que garantizar un entorno que permita a las compañías seguir apostando por España»

Preocupación por el futuro normativo

La entrevista también aborda los cambios legislativos en curso, tanto a nivel nacional como europeo. En relación con el Real Decreto sobre Tecnología Sanitaria, Cuello de Oro valora positivamente la intención de reducir los tiempos de llegada de la innovación: «Todo lo que facilite el acceso de los pacientes a tratamientos innovadores es bienvenido. Está en la voluntad de todos los agentes implicados».

Sin embargo, muestra cautela ante el anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, recientemente aprobado, al considerar que podría poner en peligro la inversión y el suministro. «Esta norma debe garantizar que la innovación llegue a los pacientes sin comprometer la cadena de suministro ni la inversión industrial en España. Estamos alineados con la postura de Farmaindustria y pedimos un diálogo constante con las autoridades para que se tenga en cuenta el impacto real en los pacientes».

Preguntado por si un escenario normativo adverso podría hacer que la compañía reconsiderase su inversión en España, Cuello de Oro insiste: «España es clave para nosotros, pero hay que garantizar que se mantiene un entorno que permita a las compañías seguir apostando por el país. El objetivo debe ser común: que los pacientes reciban sus tratamientos sin retrasos ni obstáculos».

Por último, con respecto a la incertidumbre geopolítica, en especial sobre los posibles aranceles farmacéuticos que podría imponer EE.UU a Europa., el director general de la compañía en Iberia advierte de que hay que estar «atentos» para que, pese a las medidas que pueda implantar la administración de Donald Trump no falten los medicamentos a los pacientes. «Debemos ser flexibles y estar preparados. Lo importante es que, pase lo que pase, se garantice el suministro y que el impacto en los pacientes sea mínimo», concluye Cuello de Oro.

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